LA CRISIS DE 1929
Por WASHINGTON ASHWELL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL GRAN COLAPSO DE LA ECONOM脥A MUNDIAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En el 煤ltimo trimestre de 1929, poderosos factores externos se sumaron, intempestivamente, a los ya candentes factores locales, para complicar a煤n m谩s el tenso panorama econ贸mico y social que viv铆a el pa铆s. La tendencia expansiva de la econom铆a mundial experiment贸 una abrupta reversi贸n. Fue precipitada por el colapso estruendoso de la Bolsa de Valores de Nueva York, el mayor centro financiero de la econom铆a americana.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La especulaci贸n en inversiones burs谩tiles dominaba, por entonces, la plaza neoyorkina. Reinaba all铆 un ambiente de euforia sobre las perspectivas econ贸micas y financieras del gran pa铆s del norte. La econom铆a americana se manten铆a en la cresta de una vigorosa onda expansiva iniciada hacia 1925. Se estimaba que la prosperidad reinante ten铆a bases s贸lidas que aseguraban su continuidad. Con la suba acumulativa de las cotizaciones, toda inversi贸n burs谩til redituaba beneficios casi inmediatos La perspectiva de ganancias r谩pidas y seguras alimentaba el frenes铆 especulativo que dominaba el mercado. La sobre inversi贸n era generalizada. Las personas y las empresas se endeudaban, por encima de sus posibilidades, para seguir comprando t铆tulos y valores, cualquiera fuese su costo. En momentos de mayor auge de esa desenfrenada carrera especulativa, se produjo la reversi贸n. Refiere Kindleberger que:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "el 铆ndice empez贸 a caer el 3 de octubre, sigui贸 bajando la semana del 14 de octubre, y dio paso al p谩nico el jueves negro, el 24 de octubre de 1929.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La siguiente semana contempl贸 una mayor ca铆da el d铆a lunes y un nuevo p谩nico el martes 29 de octubre, martes negro".1
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Las repercusiones del colapso de la m谩s importante bolsa de valores de los Estados Unidos fueron catastr贸ficas. Se proyectaron multiplicadas a todo el pa铆s y al resto del mundo con el derrumbe estruendoso de los precios de las mercanc铆as y de los valores burs谩tiles. Comenz贸 el vuelco recesivo y la gran depresi贸n mundial, la m谩s aguda y violenta que registran los anales econ贸micos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el derrumbe de los precios los beneficios de las empresas se dilu铆an y las cotizaciones de sus acciones se desplomaban. Entre 1929 y 1931, los precios de las acciones y valores cayeron en los Estados Unidos en un 60%, en Alemania en un 62%, en Francia en un 56%.2 La ca铆da de precios de las materias primas fue a煤n m谩s violenta. La demanda mundial decay贸 aceleradamente. Especialmente las importaciones de los Estados Unidos y de Europa se contrajeron con extrema rapidez. Desapareci贸 el financiamiento internacional para el acopio y exportaci贸n de bienes primarios. Disminuyo la producci贸n mundial y el desempleo aument贸 a niveles extraordinarios, tanto en las pa铆ses industriales como etilos productores de materias primas. Fue la ruina de las actividades productivas y comerciales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En los Estados Unidos "quebr贸 el 85% de las empresas de negocios. El volumen de los salarios de la naci贸n se redujo en un 40%, los dividendos en un 56%, los salarios en un 60%".3 El producto interno disminuy贸 en un 40%, la construcci贸n de casas residenciales se redujo en un 90%. Por la quiebra del sistema financiero se perdieron en el pa铆s 9 millones de cuentas individuales de cajas de ahorro. M谩s de 15 millones de personas desocupadas perdieron sus hogares al no poder pagar las cuotas de sus hipotecas o el alquiler de sus casas y viv铆an en las calles o en improvisadas viviendas de carpas o cart贸n, implorando en las esquinas la caridad de los transe煤ntes o esperando una ayuda oficial que tard贸 en llegar. Fue un espect谩culo ins贸lito en un pa铆s que hasta poco antes era el m谩s pr贸spero del mundo. M谩s de la mitad del bienestar y la prosperidad acumulados en los 煤ltimos cuatro a帽os se hab铆a desvanecido como por encanto, sin dejar rastros. A los inmensos perjuicios materiales se sum贸 la crisis y la desesperaci贸n espiritual de poblaci贸n, que Henry Wallace dramatiz贸 calific谩ndola c贸mo el alto costo del fracaso.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Esta depresi贸n, destac贸 Heilbroner, no solo fue una tragedia humana; fue tambien una paradoja econ贸mica, para la cual ninguna de las herramientas de la econom铆a tradicional pod铆a encontrar explicaci贸n y mucho menos remedio"4 La teor铆a econ贸mica no ten铆a ning煤n diagn贸stico o explicaci贸n del espect谩culo contradictorio de una inmensa multitud de hombres desempleados, hambrientos, en medio de una enorme capacidad industrial no utilizada. Un rasgo caracter铆stico de la teor铆a cl谩sica era la carencia de un an谩lisis y una explicaci贸n聽聽聽聽聽聽 de las depresiones econ贸micas. De acuerdo con sus principios, la recesi贸n era una contingencia imposible. Las fuerzas del mercado, libradas a sus propios impulsos, determinaban el equilibrio caracterizado por el pleno empleo. Y como el equilibrio impulsado por las propias fuerzas del mercado era el rasgo inherente del sistema, la recuperaci贸n era inevitable.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero en las circunstancias depresivas que viv铆a el mundo, la realidad era totalmente diferente. Las fuerzas del mercado, la oferta y la demanda, el inter茅s privado y todos los mecanismos que seg煤n la teor铆a promov铆an el equilibrio autom谩tico, no funcionaban. Ante esa contradicci贸n entre la teor铆a y la realidad, "los grandes economistas de la 茅poca se retorc铆an las manos, pon铆an en tensi贸n el cerebro e invocaban los manes de Adam Smith, sin lograr hacer un diagn贸stico y recetar un remedio".5 Dos de las principales figuras del mundo econ贸mico, Joseph Schumpeter, profesor de Harvard, y Lionel Robbins, de la London School of Economics, las dos m谩s altas cumbres del pensamiento econ贸mico, salieron a la palestra para exhortar concretamente a que no se hiciera nada. La depresi贸n deb铆a seguir libremente su curso, 煤nica forma en que la econom铆a llegar铆a a curarse de los graves males que le afectaban. Seg煤n lo declar贸 expl铆citamente Schumpeter, el restablecimiento del sistema ten铆a que ser espont谩neo. No era preciso tomar ninguna medida para promover lo que de todos modos iba a ocurrir.6 Mal consuelo era este para quienes sufr铆an, abandonados en las calles, los horrores y las angustias del desempleo generalizado.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LAS REPERCUSIONES EN EL PARAGUAY
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La noticia del colapso de la Bolsa de Nueva York se public贸 en Asunci贸n con grandes titulares.7 Pero nadie o muy pocos percibieron, en el momento, el alcance de las repercusiones que tendr铆a, a nivel local, esta gran ca铆da. La econom铆a nacional operaba a un nivel de prosperidad. El pa铆s lleg贸 a comercializar en el primer semestre de 1929, a precios internos y externos todav铆a favorables, toda la cosecha del a帽o. A principios del segundo semestre, la preparaci贸n de los cultivos tuvo un financiamiento casi normal. El comercio se manten铆a activo y rentable. El tipo de cambio se manten铆a aparentemente estable. Las estad铆sticas de 1929 no mostraron por ello signos de crisis, sino tan solo una peque帽a retracci贸n en las exportaciones e importaciones. La preocupaci贸n nacional ten铆a otros temas. Estaba absorbida por el gran debate de la defensa del Chaco, el repudio a la represi贸n a las organizaciones laborales y la protesta generalizada contra los atropellos a los derechos civiles y pol铆ticos que el estado de sitio vigente amparaba.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero los efectos de la crisis externa empezaron a sentirse casi inmediatamente. Pocos meses despu茅s, la cosecha de algod贸n fue comercializada con grandes dificultades y a precios que ya ni cubr铆an los costos de producci贸n. La situaci贸n del sector rural se vio con ello seriamente afectada. Para m谩s, el 15 enero de 1930 el Gobierno Argentino prohibi贸 la importaci贸n de yerba paraguaya. Con ello el pa铆s perd铆a su mayor mercado para este producto. Las ventas de yerba a ese pa铆s representaban aproximadamente el 9 % del total de las exportaciones. Aun as铆, el mensaje presidencial de abril de 1930 no abord贸 los serios problemas que ya afectaban al comercio y al sector rural y que se agudizaban d铆a a d铆a con la contracci贸n de las ventas y la disminuci贸n del valor de las exportaciones. Los problemas del algod贸n se tomaron como los de una
mala cosecha, no como el principio de un vendaval que arrasar铆a toda la econom铆a.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Hacia el tercer trimestre, el deterioro acumulativo se hizo ya evidente. Se hablaba ya de la crisis mundial. Pero el Gobierno insist铆a en transmitir optimismo y confianza a los sectores productivos. Patrocinaba una activa campa帽a de intensificaci贸n de los cultivos de algod贸n y tabaco con miras a lograr un aumento en la producci贸n y en las exportaciones de esos bienes. La distribuci贸n de semillas se hac铆a con gran publicidad. Fue un esfuerzo in煤til y contraproducente. Los agricultores que siguieron las recomendaciones del Gobierno, se encontrar铆an luego con una cosecha que no pod铆an vender. El financiamiento externo para los anticipos a los productores agr铆colas y para la recolecci贸n y acopio de las cosechas ya no se hizo efectivo. La escasez de dinero se hizo aguda. El cr茅dito bancario estaba fuertemente restringido. Ante la incertidumbre cambiaria, los bancos procuraban convertir sus activos a moneda extranjera. El acopio de bienes de exportaci贸n hab铆a ca铆do dr谩sticamente. Con la contracci贸n de la demanda externa, los precios ofrecidos a los productores locales resultaban irrisorios. No solo no hab铆an ingresado recursos externos para el financiamiento de los cultivos, sino que la salida de capitales se hizo intensa. De all铆 en adelante, la escalada recesiva se hizo dram谩tica. El desempleo aument贸 a proporciones extraordinarias. Ante esa situaci贸n ya inquietante, el Gobierno, por Decreto del 24 de febrero de 1931, cre贸 en el Ministerio del Interior la Direcci贸n Nacional del Trabajo como dependencia encargada de las cuestiones relacionadas con el desempleo y de la organizaci贸n de un registro de las personas desocupadas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la ca铆da de los precios y la falta de financiamiento, vino la retracci贸n, no solo de la producci贸n interna, sino tambi茅n del comercio y de las exportaciones. El levantamiento y la comercializaci贸n de las cosechas resultaron imposibles. Aun a los bajos precios, nadie se interesaba en la compra de productos primarios de exportaci贸n, que era la mayor fuente de ingresos del sector rural. Explic贸 tard铆amente el Mensaje Presidencial de abril de 1931:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El primer signo visible de la formidable crisis econ贸mica es la baja catastr贸fica, en todos los mercados, de los precios de casi todos los productos y mercader铆as. Esa baja empez贸 a mediados del a帽o 1929 y recibi贸 el empuje definitivo despu茅s del hundimiento burs谩til producido en la Bolsa de Nueva York, primero en el mes de setiembre y despu茅s, repetido con singular vehemencia, en la segunda quincena del mes de octubre de aquel a帽o. Entonces el movimiento de baja fue ca贸tico y desigual: all谩 con esfuerzos sobrehumanos se le procur贸 oponer diques; acull谩 la ola de la especulaci贸n logr贸 obtener una u otra suba. Pero con el a帽o 1930 se form贸 definitivamente la vor谩gine que, con el 铆mpetu de un diluvio, arras贸 todos los diques y con fuerza incontenible llev贸 todos los precios al abismo.8
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... Pero por m谩s bajo que sean los precios de todos los productos y mercader铆as, una porci贸n siempre creciente de estos no encuentran colocaci贸n, por estar el mundo saturado de la oferta de ellos. (...) En estas condiciones se explica el doble fen贸meno: por un lado la imposibilidad de casi todos los pa铆ses de vender los productos de su suelo y de su trabajo, por otro, la capacidad reducida de adquirir los productos de los dem谩s".9
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Las cifras siguientes muestran la intensidad de la ca铆da en los mercados internacionales de los precios de los dos principales productos primarios de exportaci贸n del pa铆s. El precio del algod贸n cay贸 en 1931 a poco m谩s de la cuarta parte de la cotizaci贸n de 1927. Esta ca铆da dram谩tica de los precios externos signific贸 una ca铆da a煤n mayor en las cotizaciones locales.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la p茅rdida de ingresos que produjo el derrumbe de los precios agr铆colas, las compras del sector rural disminuyeron dr谩sticamente. La ca铆da de esas compras produjo en el comercio la reducci贸n de sus ventas y el congelamiento de cuantiosos inventarios preparados para atender una demanda mayor. Consecuencia inevitable fue la contracci贸n de la capacidad de pagos del comercio y la generalizaci贸n de problemas de liquidez en el sector, que inmediatamente repercutieron sobre el sistema bancario. La recuperaci贸n de los cr茅ditos otorgados al comercio para la importaci贸n de bienes y para la preparaci贸n de exportaciones se hizo cada vez m谩s dif铆cil. La mayor铆a de los pr茅stamos ca铆a en mora y se volv铆a incobrable. El Banco de la Rep煤blica, el m谩s importante del pa铆s, entr贸 en proceso de liquidaci贸n y cerr贸 sus puertas. Otro banco con problemas financieros, el Banco de Cr茅dito Comercial, solicit贸 convocatoria de acreedores.11
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La ca铆da de las exportaciones repercuti贸 sobre el mercado cambiario y sobre la administraci贸n fiscal. "El valor de las exportaciones est谩 formado por los precios m谩s viles obtenidos por nuestros productos desde 1913", refiri贸 la memoria presidencial de 1932. A pesar de ese crudo reconocimiento, las estad铆sticas oficiales no mostraron en toda su intensidad la magnitud de la ca铆da del ingreso externo del pa铆s, debido a que las cifras del comercio exterior eran calculadas a precios de aforo y no a precios del mercado internacional e inclu铆an, absurdamente, el comercio en tr谩nsito de productos brasileros que sal铆an al R铆o de la Plata por puertos paraguayos. Seg煤n estudios realizados a precios reales y con cifras de los pa铆ses importadores de nuestros productos, el Paraguay sufri贸 una p茅rdida de entre el 50 y el 55% del valor efectivo de sus exportaciones.12
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la contracci贸n del comercio interior y la disminuci贸n de los ingresos aduaneros, las recaudaciones fiscales se redujeron en forma significativa y obligaron al Tesoro a una severa restricci贸n de sus gastos. "La crisis econ贸mica, refiri贸 la memoria presidencial de 1932, ha impuesto la necesidad de disminuir todos los gastos del Estado y de suspender varios empleos p煤blicos". Pero aun con esas econom铆as, el d茅ficit fiscal se hizo cr贸nico.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El peso de curso legal mantuvo inicialmente una aparente estabilidad, reflejada en una relaci贸n constante con el peso argentino. Pero como esa moneda entr贸 en una escalada depreciativa con relaci贸n a las dem谩s monedas, forzosamente produc铆a la desvalorizaci贸n correlativa de la moneda nacional con relaci贸n a las otras monedas. De 1929 a 1933, la cotizaci贸n del d贸lar en moneda paraguaya pr谩cticamente se duplic贸.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Esa depreciaci贸n cambiaria se traduc铆a en una p茅rdida acumulativa del poder adquisitivo de los ingresos y salarios. Describi贸 este proceso el Dr. Ger贸nimo Riart en los t茅rminos siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Los salarios en general se han mantenido, pero los precios de las numerosas mercanc铆as de importaci贸n inmediatamente se han desdoblado, vale decir, tienen su precio en oro, que no ha variado o ha variado muy poco, y otro precio equivalente en moneda decurso legal. De manera, pues, que el empleado, tom谩ndolo como ejemplo, que hace dos a帽os gozaba de un sueldo de $ 2000, o sea, aproximadamente $ 48 o/s, hoy contin煤a gozando de la misma suma, pero ya no le representa sino $ 25 o/s. Lo mismo podemos decir del obrero, del agricultor, del hacendado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Sin embargo, para el agricultor, que produce frutos de exportaci贸n, todav铆a el espejismo econ贸mico que le produce la desvalorizaci贸n de la moneda que recibe a cambio de sus productos es mayor. Otro ejemplo: el kilo del algod贸n se pagaba en la cosecha de 1930 a raz贸n de 0.08 centavos oro, o sea, $ 3.50 c/l. En la cosecha de 1931, se le pag贸 $ 5.00 el kilo, y el agricultor por un momento mantiene la ilusi贸n de que el fruto de su parcela ha aumentado de valor, cuando en realidad ha disminuido, pues $ 5.00 c/l ya no representa 0.08 centavos oro sellado por haberse desvalorizado nuestro billete en una proporci贸n del 80 %.16
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con la influencia de estos factores, la ca铆da de los ingresos y la desocupaci贸n se propagaron en todo el pa铆s. Las necesidades y la desesperaci贸n aumentaron a niveles cr铆ticos, particularmente en los sectores de bajos recursos, rurales y urbanos. La tensi贸n social se acentu贸 considerablemente. Con la mezcla de la pasi贸n patri贸tica que la cuesti贸n del Chaco alimentaba, la reacci贸n contra la inoperancia del Gobierno, los intensos reclamos obreros, el creciente desempleo en las zonas urbanas, especialmente en la capital y el desaliento de la poblaci贸n rural, el descontento social se tornaba explosivo. Faltaba solo una chispa, cualquiera que fuese su causa, para que se inflamara. Y esa chispa saltar铆a, poco m谩s tarde, en el escenario estudiantil, en el marco de una intensa agitaci贸n y movilizaci贸n c铆vica por la defensa del Chaco. Una serie de eventos concatenados conducir铆an a ella.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL TERCER PROYECTO DE REFORMA MONETARIA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante los primeros s铆ntomas de dificultades en el sistema bancario, Eligio Ayala, a la saz贸n Ministro de Hacienda se preocup贸 por la posibilidad de una nueva corrida cambiaria y de un colapso bancario, como los que le hab铆a tocado enfrentar durante la crisis del 20.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por su experiencia de la crisis anterior, Eligio Ayala pod铆a anticipar los riesgos potenciales que se cern铆an sobre la econom铆a nacional, pero no ten铆a una apreciaci贸n clara de sus causas y de sus soluciones. En teor铆a era un liberal que cre铆a en el equilibrio y el progreso determinado por las fuerzas espont谩neas del mercado. En verdad, no exist铆a por entonces ninguna teor铆a econ贸mica que diera explicaci贸n y respuestas a los problemas de las fluctuaciones c铆clicas de la econom铆a, que se repet铆an con frecuencia recurrente, aunque con caracter铆sticas e intensidad diferentes. Pero sab铆a 茅l, por experiencia, de sus repercusiones inevitables sobre la balanza de pago que arrastrar铆an la depreciaci贸n cambiaria, de su impacto sobre el sistema fiscal con la retracci贸n forzosa de los ingresos y los gastos y de su fuerte incidencia en el nivel de ocupaci贸n e ingresos de las actividades productivas y comerciales, que ineludiblemente repercutir铆an sobre el sistema bancario del pa铆s.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En la disyuntiva de proteger el nivel de ocupaci贸n de las actividades productivas o de preservar el equilibrio de la balanza de pagos mediante el ajuste forzoso y autom谩tico de las importaciones y exportaciones, busc贸 nuevamente en el mantenimiento del valor externo de la moneda nacional la soluci贸n de los problemas que se avecinaban. El mantenimiento del cambio era para 茅l una obsesi贸n, que en las circunstancias imperantes no pod铆a tener eficacia alguna para remediar los dif铆ciles problemas que se cern铆an sobre la econom铆a nacional. Por el contrario, una depreciaci贸n cambiaria era un alivio necesario e ineludible para dar alg煤n est铆mulo a las exportaciones y contener las importaciones. Con esa preocupaci贸n, intent贸 reactivar su proyecto de reforma monetaria y bancaria, que consideraba el gran preventivo de dificultades mayores. Explic贸 su memoria de 1930:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El P.E., desde los primeros momentos de la desvalorizaci贸n de la divisa argentina, se preocup贸 intensamente de este fen贸meno. Desgraciadamente, por m谩s que haya estudiado todos los medios, no encuentra en la coyuntura actual ninguno que le permita librarnos del estado de cosas existente. Solo la creaci贸n de una moneda nacional perfectamente aut贸noma, dentro de un adecuado mecanismo emisionario (Banco Central de Emisi贸n) hubiera podido hacer posible semejante cambio radical de nuestra situaci贸n monetaria".17
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con esa convicci贸n, reformul贸 su proyecto anterior, elimin贸 algunos de los puntos m谩s controversiales y lo envi贸 de nuevo al Congreso. Su objetivo fundamental era instituir una moneda nacional aut贸noma, vinculada al oro y desligada del peso argentino. Una paradoja inexplicable. Cuando todas las naciones del mundo iniciaban en estampida el abandono del patr贸n oro, Ayala quer铆a aferrarse a 茅l como tabla de salvaci贸n. Mientras el resto de las naciones apelaban a la inconvertibilidad y a la devaluaci贸n como medidas ineludibles, 茅l quer铆a instaurar la convertibilidad a oro y defender la estabilidad cambiar铆a para contener la recesi贸n. Evidenciaba esta postura una falta de percepci贸n de la realidad. Parec铆a m谩s la de un aprendiz, que copiaba y repet铆a a destiempo recetas ajenas antes que la de un estadista, que en medio de las vicisitudes y confusiones reinantes, era capaz de fijar con autoridad rumbos ciertos y plantear y resolver con solvencia las serias dificultades que confrontaba la naci贸n. Pensaba que con solo adoptar una moneda valorada en oro los problemas quedar铆an resueltos. Y la realidad era totalmente distinta. Alegaba su mensaje a este respecto:18
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En nuestro pa铆s no existe una unidad monetaria legalmente adoptada, fija, inequ铆voca, estable. Nuestra unidad monetaria est谩 inducida por una ley, la del 14 de julio de 1885, que da curso legal a ciertas monedas extranjeras para la determinaci贸n de los precios y en la que hay graves errores. Tampoco se ha fijado por ley la relaci贸n entre el medio circulante de papel moneda en el pa铆s y la unidad monetaria internacional, en t茅rminos claros y r铆gidos, como deben ser. Ni existen prescripciones legales para la discriminaci贸n en el medio circulante interno entre los billetes convertibles y las monedas divisionarias. Varias disposiciones vigentes sobre el r茅gimen monetario han quedado atrofiadas por la costumbre de no aplicarlas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En la regulaci贸n de casi todas las relaciones humanas son esenciales leyes, las m谩s generales y permanentes posibles, para prevenir la arbitrariedad y la parcialidad. Con m谩s raz贸n ha de ser necesaria una ley monetaria franca y terminante en la rep煤blica, porque el sistema monetario es uno de los elementos sustanciales del bienestar econ贸mico nacional. Adem谩s se proyecta fundar el Banco Central del Estado que estar谩 encargado de la emisi贸n y afianzamiento del medio circulante y de la estabilizaci贸n de su valor con relaci贸n al tal贸n monetario.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Y para efectuar la transici贸n del r茅gimen actual al proyectado de standard oro ser谩 indispensable la determinaci贸n clara del medio circulante en las transacciones econ贸micas y financieras. En el proyecto se adopta un peso fijo de metal oro como patr贸n monetario nacional, el mismo que se ha aplicado hasta ahora en las cuentas de los precios, pero menos que por simple h谩bito. Entre nosotros, pues, regir谩 tambi茅n el tal贸n oro que prevalece en todos los pa铆ses de avanzada evoluci贸n econ贸mica".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con ese pensamiento, comenz贸 elevando al Congreso su proyecto de Ley de Reforma Monetaria. Propuso la creaci贸n del peso paraguayo como unidad monetaria del pa铆s. Estar铆a representado por una moneda de oro de 16 gramos y 129 mil茅simos de peso y de 900 mil茅simos de fino y100 de aleaci贸n. Tendr铆a un valor equivalente a la cotizaci贸n de entonces del peso oro sellado de 42.61 $ ,de curso legal, con lo que trataba mantener la estructura vigente de precios y valores. La moneda tendr铆a 20 mil铆metros de di谩metro. Llevar铆a en el anverso el escudo nacional con la inscripci贸n de Rep煤blica del Paraguay y el a帽o de acu帽aci贸n, y en el reverso el escudo de Hacienda con la leyenda "Paz y Justicia" y el valor de la moneda.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Banco Central ser铆a un banco de propiedad estatal cuyas funciones ser铆an:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1) Emisi贸n y convertibilidad del medio circulante.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2) Estabilizaci贸n de la paridad cambiaria con relaci贸n a la unidad monetaria de oro adoptada.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3) Regulaci贸n de las tasas de inter茅s y de redescuento.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4) Otorgar redescuento a los bancos del sistema en casos de emergencia o de crisis.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 5) Fomento de las actividades productivas del pa铆s.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La administraci贸n del banco estar铆a integrada por tres departamentos: de emisi贸n, bancario y de fomento. Su capital estar铆a integrado con los fondos de la Oficina de Cambios y el Banco Agr铆cola, cuyas funciones y recursos asumir铆a.19
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Para la constituci贸n del Banco, el Gobierno estaba negociando la cancelaci贸n de los privilegios de emisi贸n del Banco de la Rep煤blica. Una contrapropuesta de compensaci贸n de 1.500.000 pesos, en reemplazo de los 20 millones de pesos solicitados anteriormente, estaba siendo considerada por las autoridades del Banco en Par铆s. La propuesta fue finalmente aceptada y el correspondiente contrato de rescisi贸n fue finalmente suscrito. El Banco, que estaba sobrellevando una aguda crisis de liquidez por el congelamiento de sus activos en propiedades inmobiliarias asumidas por garant铆as ejecutadas, opt贸 poco despu茅s por liquidar sus operaciones y cerrar sus puertas en el pa铆s.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Hasta tanto se creara el Banco Central, el sistema monetario seguir铆a administrado por la Oficina de Cambios. No habr铆a circulaci贸n de monedas met谩licas. Las monedas de oro se utilizar铆an solo en las transacciones internacionales o en las operaciones de cambio del Banco Central o la Oficina de Cambios. El papel moneda en circulaci贸n no ser铆a convertible a monedas de oro sino a divisas y monedas extranjeras convertibles a oro. Ser铆a un sistema de Patr贸n de Cambios Oro, afirmaba la exposici贸n de motivos, aun cuando el pa铆s pr谩cticamente no ten铆a saldos en monedas convertibles sino en pesos argentinos y las monedas convertibles iban desapareciendo aceleradamente en todo el mundo. Con la presi贸n de los acontecimientos, la escalada de la inconvertibilidad fue dram谩tica.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Argentina, destaca Beveraggi, fue el primer pa铆s en suspender la conversi贸n de su moneda, cosa que ocurri贸 en diciembre del a帽o 1929. En 1930 y primera mitad de 1931, numerosos pa铆ses, de aquellos con menor grado de desarrollo, adoptaron la misma medida. En setiembre de ese a帽o, Gran Breta帽a suspendi贸 tambi茅n la convertibilidad de su moneda. Hacia abril de 1932, cincuenta y un pa铆ses hab铆an abrogado en la pr谩ctica el patr贸n oro y tomado medidas para contrarrestar la severa contracci贸n monetaria y la deflaci贸n inducida por aquella y por otras causas, particularmente la desconfianza y el p谩nico que impulsaban a millones de personas en todo el mundo a retener en su poder monedas met谩licas y a retirarlas de los bancos en la mayor medida posible, en la preocupaci贸n de no poder convertirlas m谩s adelante".20
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante ese panorama internacional, la propuesta de adopci贸n unilateral de un patr贸n oro pecaba de un irrealismo absoluto. Era no solo irrealizable sino que no pod铆a tener ninguna eficacia para remediar los graves problemas que confrontaba la naci贸n. Resulta imposible definir el mecanismo por el cual la estabilidad del cambio, en las circunstancias que imperaban en los mercados externos, podr铆a ayudar al mantenimiento de los niveles de ocupaci贸n y de exportaci贸n de la econom铆a nacional. Muy por el contrario, una devaluaci贸n de la moneda nacional era imperativa y necesaria para evitar una mayor ca铆da de la producci贸n interna y de las exportaciones. Inclusive, la fuerte depreciaci贸n indirecta que produc铆a la desvalorizaci贸n del peso argentino estaba ayudando a paliar, en parte, el duro impacto que la ca铆da de los precios externos ten铆a sobre las posibilidades de exportaci贸n de nuestra d茅bil producci贸n primaria.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El nuevo proyecto monetario fue remitido al Congreso el 23 de abril de 1930 para su consideraci贸n. Su texto fue publicado el d铆a siguiente, con comentarios elogiosos, en un diario de la capital. 21 Pero el Parlamento lo recibi贸 con extremada frialdad. Se hizo evidente que su consideraci贸n no prosperar铆a sin la cooperaci贸n de los dos grupos que propiciaban las candidaturas de Eusebio Ayala y Luis A. Riart para la Presidencia de la Rep煤blica. La lucha por la sucesi贸n presidencial dominaba el ambiente parlamentario.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por su parte Eusebio Ayala le hizo saber al Presidente Guggiari que consideraba inapropiado el proyecto elaborado de un Banco Central con departamentos de emisi贸n, bancario y de fomento. Que estimaba m谩s conveniente una organizaci贸n similar a la adoptada en Chile y Bolivia con el asesoramiento de la Comisi贸n Kemmerer, con funciones exclusivamente monetarias. Le indic贸 adem谩s que prefer铆a la adopci贸n de una nueva moneda de valor equivalente a 20 centavos de d贸lar y respaldada con fondos en d贸lar y libras esterlinas depositados en Nueva York y Londres antes que una moneda ligada al oro. Recomend贸 asimismo la contrataci贸n del Sr. Kemmerer, cuya presencia en el pa铆s ayudar铆a a proyectar una mejor imagen en el exterior.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Para entonces, la gravitaci贸n de Eligio Ayala hab铆a experimentado una palpable declinaci贸n. Su presencia ya no era temida ni su palabra acatada. El inmenso poder y la autoritaria hegemon铆a que hab铆a ejercido omnipotente a lo largo de la d茅cada anterior hab铆an resultado erosionados con el curso de los acontecimientos y particularmente con el desgaste que la resistencia creciente a sus desplantes y a su estilo atrabiliario le produc铆an. Su influencia en el Parlamento hab铆a disminuido considerablemente. Y todo eso le exasperaba y era motivo de fricciones frecuentes con figuras importantes de la esfera gubernamental. En una sesi贸n conjunta de los Comit茅s de Finanzas de las C谩maras de Diputados y Senadores, realizada, con la presencia de todos los ministros, el 26 de junio de 1930 para estudiar el proyecto de presupuesto, el senador Luis A. Riart, miembro del Comit茅 de Finanzas del Senado, destac贸 la falta de claridad de las cifras incluidas en los ingresos y egresos y el desequilibrio evidente que exist铆a entre ambas partidas. Por entonces el Dr. Riart era ya precandidato a presidente de la rep煤blica y contaba con el apoyo de un considerable n煤mero de parlamentarios. Esta inesperada cr铆tica y el tono arrogante del rechazo que propuso del proyecto de presupuesto rebasaron los l铆mites de la tolerancia de Ayala. Disgustado ante esa irreverencia, se puso abruptamente de pie y a gritos desaforados interrumpi贸 al exponente y le trat贸 de ignorante. Y ante la sorpresa y el desconcierto de los presentes, con ostentoso gesto de desaf铆o desaboton贸 su saco y extrajo de su cintura un rev贸lver nikelado que empu帽贸 amenazante. Seg煤n el relato que le hizo despu茅s el Dr. Enrique Bordenave al Ministro Americano, Justo Pastor Ben铆tez, que estaba sentado al lado de Ayala, dio un salto y le sujet贸 la mano armada y con la ayuda del general Schenone, Ministro de Guerra y Marina, consigui贸 quitarle el rev贸lver.23 En medio de la confusi贸n y el alboroto provocado por ese inusitado incidente, el Dr. Ayala abandon贸 apresuradamente el recinto parlamentario y fue a su despacho donde redact贸 su renuncia que le envi贸 de inmediato al Presidente de la Rep煤blica.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Se supo que el presidente Guggiari se neg贸 a recibirla. Con la ayuda de algunos ministros y de varios dirigentes liberales se aboc贸 de inmediato a apaciguar los 谩nimos y a buscar una reconciliaci贸n amistosa. Despu茅s de largos cabildeos y de insistentes s煤plicas, el Dr. Ayala accedi贸 a retirar su dimisi贸n y continuar en el ministerio. Se habl贸 de una soluci贸n amigable, pero el da帽o qued贸 consumado. Se hab铆a acentuado el hondo resentimiento que en la esfera parlamentaria exist铆a en contra del poderoso e intemperante ministro. Se hizo adem谩s patente que el tiempo y el predominio de Eligio Ayala hab铆an terminado. Ya no ten铆a rol que cumplir en la organizaci贸n y constituci贸n del pr贸ximo gobierno y eso para un pol铆tico era fatal. Era una evidencia de que su ciclo y su espacio pol铆tico se hab铆an agotado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero Eligio Ayala no pod铆a con su genio y no se daba por vencido. Ten铆a la obsesi贸n de su proyecto de Banco Central y decidi贸 insistir en 茅l a pesar de la evidente resistencia parlamentaria a todas sus iniciativas. En esas circunstancias y superando reservas personales e ideol贸gicas, le pidi贸 al Dr. Eusebio Ayala que, en colaboraci贸n con el Dr. Ger贸nimo Riart, elaboraran un proyecto de Banco Central que pudiera ser considerado por el Parlamento.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL 脷LTIMO PROYECTO DE BANCO CENTRAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El nuevo proyecto qued贸 terminado hacia fines de julio de 1930. Aun cuando fue m谩s producto del inter茅s y la dedicaci贸n que el Dr. Riart le consagr贸 al tema, recog铆a las inquietudes de Eusebio Ayala en cuanto al valor de la moneda por crearse y sobre todo con respecto a la autonom铆a asignada a la direcci贸n del nuevo organismo. A criterio de Eusebio Ayala, aunque fuera una instituci贸n oficial, el banco no deb铆a ser una dependencia subordinada a las decisiones y presiones del Gobierno Para su elaboraci贸n se tom贸 de modelo la carta org谩nica del Banco Central de Chile, preparada por la Misi贸n presidida por el Dr. Kemmerer. Propon铆a el nuevo proyecto un banco central que ser铆a esencialmente un banco de bancos, con poca relaci贸n con el p煤blico y la creaci贸n de una nueva unidad monetaria nacional. Ser铆a el banco un organismo aut贸nomo, sobre el cual el Poder Ejecutivo no podr铆a ejercer ninguna facultad que no le confer铆a expresamente la ley.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA UNIDAD MONETARIA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ser铆a el "paraguayo" una moneda de oro dividida en cien centavos, con un contenido de 0.300933 gramo de oro fino. Equivaldr铆a a la quinta parte del d贸lar, una equivalencia similar a la de los pa铆ses centroamericanos. Seg煤n el proyecto del mensaje, este valor ofrec铆a las siguientes ventajas internas e internacionales:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "...en cuanto a la circulaci贸n interna se refiere, (...) la de que su margen de variaci贸n entre los precios y salarios actuales y los posibles de ajustamiento, ser谩 insignificante y en ciertos casos, casi inapreciable. (...)
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "鈥n cuanto a la cotizaci贸n de nuestro signo monetario en el mercado internacional, tambi茅n creemos que la unidad propuesta ofrece ventajas evidentes. Constituye un subm煤ltiplo exacto de una unidad monetaria universalmente cotizada, la m谩s firme y segura desde la guerra europea, y dadas las condiciones monetarias y econ贸micas por las que el mundo atraviesa, la que m谩s probabilidades tiene de permanecer y dominar en todos los mercados internacionales".26
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Pero lo que los proyectistas no supieron anticipar es que los Estados Unidos tambi茅n muy pronto estar铆an abandonando el patr贸n oro y reduciendo significativamente la equivalencia del d贸lar respecto a ese metal. En efecto, en marzo de 1933, Estados Unidos abandon贸 formalmente el patr贸n oro. Y en enero de 1934 redujo en m谩s del 40% el contenido 谩ureo de su moneda, al fijar en 35 d贸lares el valor de la onza troy de oro, que hasta entonces hab铆a sido de 20.67 d贸lares. Las devaluaciones competitivas y el proteccionismo arancelario estaban a la orden del d铆a en todo el mundo. Bien podr铆a entonces decirse que el planteo no se ajustaba a los requerimientos de los tiempos y que no podr铆a haber tenido ninguna eficacia para resolver los riesgos y problemas que se quer铆an prevenir.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA EMISI脫N
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Banco Central tendr铆a el privilegio exclusivo de emisi贸n de billetes y monedas. En el ejercicio de esta facultad entregar铆a sus billetes y monedas a cambio de:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "a) monedas y barras de oro;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "b) dep贸sitos acreditados a la cuenta del Banco Central del Paraguay, pagaderos a oro".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Los billetes del banco ser铆an convertibles y pagaderos al portador, a su presentaci贸n en la Oficina Central, ya sea en monedas o barras de oro, o en giros a la vista, o tres d铆as vista, pagaderos en oro sobre un banco del exterior. Para asegurar la convertibilidad, el Banco Central deb铆a mantener una reserva en oro equivalente al cuarenta por ciento de sus billetes en circulaci贸n. Podr铆a el Banco Central emitir para fines de redescuento dentro de los l铆mites determinados por la obligaci贸n de la reserva en oro. Como hacia esa fecha la Oficina de Cambios ten铆a una reserva equivalente al 57.5% de la emisi贸n, en la etapa inicial no ser铆a mucho lo que el Banco Central hubiera podido destinar al apoyo de las actividades productivas y comerciales.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL BANCO CENTRAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El nuevo banco ser铆a de propiedad del Estado y se denominar铆a Banco Central del Paraguay. Sus objetivos ser铆an los siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "a) Regular la circulaci贸n monetaria;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "b) Dar seguridad al sistema de cr茅dito;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "c) Dar estabilidad al cambio exterior;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "d) Facilitar la transferencia de fondos en el interior y exterior;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "e) Mantenerlas reservas necesarias para cumplir sus fines".
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Aun cuando el art铆culo pertinente del proyecto no lo menciona, en el texto del mismo se a帽ad铆an entre sus funciones las siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 f) Actuar como banquero y agente financiero del Gobierno y las entidades p煤blicas;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 g) Ejercer con exclusividad la emisi贸n de billetes y monedas y operar su convertibilidad;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 h) Operar un sistema de compensaci贸n de saldos interbancarios.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 DIRECCI脫N Y ADMINISTRACI脫N
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Aunque no se contemplaba la participaci贸n privada en el capital del Banco, sectores de la iniciativa privada estar铆an representados en su directorio. La direcci贸n y administraci贸n del Banco estar铆a a cargo de un Directorio compuesto de seis miembros: un presidente, un vicepresidente y cuatro vocales. El presidente, el vice y dos vocales ser铆an nombrados por el Poder Ejecutivo, previo acuerdo del Senado. Los otros dos vocales ser铆an nombrados, uno por los bancos establecidos en el pa铆s y el otro por la C谩mara y Bolsa de Comercio. El presidente ser铆a el representante legal del Banco.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 OPERACIONES DEL BANCO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Banco quedar铆a habilitado para, realizar las operaciones siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 comprar de los bancos establecidos en el pa铆s transferencias telegr谩ficas y cablegr谩ficas y giros de dichos bancos sobre sus centrales en el exterior o sucursales en el interior, o sobre bancos extranjeros o banqueros de reconocida solvencia, convencimientos no mayores de noventa d铆as;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 hacer pr茅stamos y descuentos a los bancos establecidos en el pa铆s o que llegaren a establecerse; a recibir de los mismos dep贸sitos sin inter茅s; realizar con ellos operaciones de compra y venta de giros, de transferencias y custodia de dinero, de cobro de cheques, pagar茅s y documentos y la compra, venta y embarque de oro.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 OPERACIONES CON EL P脷BLICO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El proyecto contemplaba la facultad del Banco para operar con el p煤blico con fines de regulaci贸n monetaria y cambiaria. Ser铆a un mecanismo para dotar a la plaza de mayor circulante en un momento dado si el Banco lo estimara conveniente; pero no un recurso de ordinaria aplicaci贸n ni una funci贸n habitual. Con ese enfoque, el Banco quedar铆a habilitado a realizar con el p煤blico las operaciones siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 a) comprar y vender transferencias cablegr谩ficas y telegr谩ficas, pagaderas al contado o dentro de un per铆odo m谩ximo de noventa d铆as;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 b) comprar, vender y compensar giros y cheques pagaderos a la vista y girados sobre bancos y banqueros de reconocida solvencia, extranjeros y nacionales;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 c) comprar y vender oro acu帽ado y en barras;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 d) comprar, vender y descontar giros pagaderos en el exterior, y letras de cambio extranjeras, originadas en transacciones del comercio de importaci贸n o exportaci贸n, con vencimientos no mayores de noventa d铆as, o si fuesen letras aceptadas, con vencimientos no mayores de noventa d铆as de la fecha de adquisici贸n;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 e) comprar, vender y descontar aceptaciones bancarias de bancos establecidos en el pa铆s, de reconocida solvencia, y documentos y pagar茅s comerciales del pa铆s, con vencimiento no mayores de noventa d铆as de la fecha de adquisici贸n y que se hubiesen originado en la producci贸n, fabricaci贸n, transporte o venta de productos o mercader铆as;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 f) recibir valores en custodia;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 g) recibir dep贸sitos a la vista, sin inter茅s;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 h) actuar como agente, por cuenta de terceros, para el cobro de giros, documentos, letras, cheques, pagar茅s, cupones, c茅dulas y otros t铆tulos de cr茅dito.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 OPERACIONES CON EL ESTADO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El proyecto recoge una especial cautela para prevenir el acceso f谩cil del Gobierno a los recursos del Banco Central para el financiamiento de sus gastos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Banco Central ser铆a el banquero del Gobierno, depositario 煤nico de los fondos fiscales, municipales y judiciales. Tendr铆a a su cargo todas las operaciones del Tesoro Nacional y los servicios de la deuda p煤blica. El financiamiento al sector p煤blico ser铆a limitado y de corto plazo. Estar铆a destinado a cubrir temporalmente gastos autorizados en el presupuesto, hasta tanto se recaudaran los recursos previstos para su financiamiento. Podr铆a descontar letras de la Tesorer铆a Nacional de hasta noventa d铆as de plazo y solo hasta la suma de diez millones de pesos de curso legal o un mill贸n de paraguayos, para gastos autorizados en el presupuesto nacional. Toda otra clase de operaciones de cr茅ditos con el Gobierno y sus ramas administrativas le estaba expresamente prohibida.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA C脕MARA COMPENSADORA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El proyecto dejaba a los bancos establecidos en el pa铆s la opci贸n de formar una asociaci贸n que se encargar铆a de operar la compensaci贸n de cheques entre los bancos. Para el efecto, los bancos deb铆an mantener en cuenta en el Banco Central las sumas necesarias para el pago rec铆proco de los saldos de las compensaciones con cheques girados contra tales cuentas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Constituida la C谩mara Compensadora, ser铆a ella la encargada de designar el vocal del Directorio del Banco Central que representar铆a a los bancos.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL TR脕MITE DEL PROYECTO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Antes de su remisi贸n al Congreso, Eligio Ayala le pidi贸 a Eusebio Ayala su patrocinio formal del proyecto, apoyo este que no pudo lograr. Para entonces, las diferencias sobre el tema monetario y bancario se hab铆an complicado entre ambos con las repercusiones que el proyecto podr铆a tener sobre la defensa nacional.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El criterio hasta entonces dominante en el Gobierno y en los altos mandos militares era que la defensa contra el avance boliviano "deb铆a hacerse apoyada en el curso del r铆o Paraguay, es decir, abandonando la l铆nea de fortines en el interior del Chaco".27 Esta estrategia era alentada por el Jefe de la Misi贸n Militar Argentina contratada por el Gobierno para asesorar la organizaci贸n y formaci贸n profesional del Ej茅rcito y la formulaci贸n de los planes de la defensa nacional. El 煤nico que en el Ej茅rcito sosten铆a la necesidad y la conveniencia de defender la l铆nea interior de los fortines era el entonces teniente coronel Jos茅 F茅lix Estigarribia. "El coronel Schweizer, dice Policarpo Artaza, opinaba que al Ej茅rcito paraguayo no le conven铆a abandonar sus posiciones de defensa y alejarse de sus bases, sino, por el contrario, atraer al enemigo alej谩ndole de las suyas, con mejores posibilidades de batirlo; que la maniobra envolvente proyectada por Estigarribia provocar铆a la huida del Ej茅rcito boliviano, ya que era pr谩cticamente imposible un cerco absoluto de tan grande fuerza, sin contar con una superioridad num茅rica adecuada de la que el Ej茅rcito paraguayo carec铆a".28 El presidente Guggiari y el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del pa铆s, el general Manuel Rojas, compart铆an ese criterio.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Seg煤n la escuela a que pertenec铆a el general Rojas, explic贸 despu茅s el mismo Estigarribia, el 煤nico procedimiento adecuado para detener la avalancha boliviana era organizar la defensa sobre el r铆o Paraguay, en vista de la extremosa precariedad de elementos disponibles para la defensa y sobre todo, de la falta de preparaci贸n del pa铆s para la guerra.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Esta concepci贸n empezaba por desentenderse de las posibilidades que ofrec铆an las imperfecciones del ambicioso plan enemigo, entre otras cosas, su estructura por dem谩s simplista, que lo basaba todo en la sorpresa, al punto de no contar casi para nada la voluntad paraguaya. El plan de la defensa sobre la ribera se aten铆a ciertamente a la realidad de nuestra indefensi贸n, como no lo pod铆a dejar de hacer, pero le faltaba el resorte de una confianza mejor cimentada, y renunciaba por adelantado, con notorio esp铆ritu derrotista, a los frutos posibles de nuestra audacia. Por mi parte, yo me apoyaba en el conocimiento de nuestro pueblo y en lo que 茅l era capaz de dar en estos casos, as铆 como tambi茅n en algunos principios t茅cnicos a cuya fructuosa aplicaci贸n se prestaba ampliamente el presuntuoso plan boliviano; y sosten铆a que, lejos de permitir que el enemigo llegara impunemente sobre la ribera del r铆o Paraguay, facilit谩ndosele as铆 la marcha por el desierto, la defensa deber铆a ir a su encuentro a la mayor distancia posible del r铆o, de modo que el desierto fuese nuestro aliado para entorpecer su avance.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En la defensa sobre el r铆o, los paraguayos estar铆amos obligados a diseminar nuestras pocas tropas a lo largo de m谩s de mil kil贸metros, desde Fort铆n Galp贸n hasta el r铆o Pilcomayo, como ya se hab铆a intentado hacer en 1928, con motivo del incidente de Vanguardia; es decir, nos declarar铆amos vencidos de antemano en todas partes. Mientras nosotros nos encontr谩semos esparcidos en d茅biles fracciones, el enemigo, con todas sus tropas reunidas, accionar铆a libremente sobre cualquier punto elegido por 茅l.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Y su aparici贸n en fuerza sobre un punto cualquiera del r铆o Paraguay le permitir铆a vivir de nuestros propios recursos, en tanto que nosotros, desde el comienzo de las hostilidades perder铆amos una vasta zona del pa铆s, grandes establecimientos fabriles y un enorme stock de ganado vacuno.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Lo esencial, pues, para la defensa paraguaya era precisamente lo contrario: no permitir la reuni贸n de las columnas enemigas que en amplio despliegue marchar铆an hacia su objetivo, y tratar de romper los dientes de cada tenaza antes de que se cerrasen. Esto solo podr铆a hacerse lejos del r铆o Paraguay. Pero hab铆a que actuar con rapidez. Un minuto de vacilaci贸n podr铆a ser fatal".29
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el criterio de los mandos militares, todas las adquisiciones de armamento hasta entonces realizadas por el Gobierno se orientaron al fortalecimiento de la l铆nea de defensa sobre el r铆o Paraguay. Para ese efecto se adquirieron, por ejemplo, los dos ca帽oneros, que al iniciarse el conflicto y adoptada la estrategia contraria de la defensa de la l铆nea de fortines, solo sirvieron de medios de transporte de materiales y tropa hasta Puerto Casado, que fue el puerto de entrada hacia el teatro interior de las operaciones. Esa funci贸n pudo haberse cumplido con mayor eficacia y menores costos por simples barcazas o embarcaciones de transporte. Ninguno de estos ca帽oneros alcanz贸 a disparar un solo tiro durante los tres a帽os que dur贸 el conflicto chaque帽o.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Eusebio Ayala, precandidato ya a la Presidencia, era de los pocos dirigentes liberales que compart铆an los criterios estrat茅gicos de Estigarribia y eso le val铆a la animadversi贸n de los altos mandos militares.30 Alentaba 茅l una soluci贸n pac铆fica a la cuesti贸n del Chaco, pero no descartaba la inminencia de una guerra. Le preocupaba por ello que el pa铆s no estuviera adecuadamente preparado para el caso de un conflicto armado. Pensaba que el Gobierno iba a necesitar de cuantiosos recursos para solventar la guerra. Por eso no crey贸 oportuna la sanci贸n de una ley que cerraba al Gobierno su acceso a la emisi贸n fiduciaria para el financiamiento de sus gastos, como se propon铆a en el proyecto de Banco Central. Por ese motivo y sin dar mayores explicaciones al respecto, le hizo saber al ministro Ayala que no encontraba motivos para aparecer apoyando el proyecto elaborado. Ante la insistencia del Ministro, Eusebio Ayala le devolvi贸 la carpeta del proyecto con una escueta esquela que dec铆a:
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5 de agosto de 1930.
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Mi estimado Ministro:
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Devuelvo la copia que Ud. me envi贸 y le ruego me disculpe de no poner mi firma al pie, pues el trabajo no es m铆o, sino del doctor Ger贸nimo Riart. Mi colaboraci贸n ha sido bastante modesta en el asunto y no tendr铆a yo justificaci贸n alguna para considerar m铆o el proyecto de modificaciones. Por lo dem谩s el principal autor del plan es el Dr. Kemmerer, como lo puede ver comparando con las leyes an谩logas de Chile, Bolivia y Ecuador. Suyo affmo.
Eusebio Ayala.
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Sr. Dr. Eligio Ayala
Ministro de Hacienda"31
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Esta negativa fue un duro golpe para Eligio Ayala. Termin贸 con su sue帽o de dotar al pa铆s de un Banco Central. Comenz贸 all铆 su ocaso, la declinaci贸n definitiva del enorme poder que hab铆a ejercido casi sin contrapeso en su partido y en la vida nacional. Culminaba tambi茅n un largo aunque silencioso enfrentamiento entre los dos Ayala. Terminaba la era de Eligio y comenzaba la de Eusebio.聽聽聽聽聽聽
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA AMPLIACI脫N DE FUNCIONES DE LA OFICINA DE CAMBIO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante la presi贸n de la crisis que se extend铆a y la evidente resistencia parlamentaria para crear un Banco Central, el Gobierno opt贸 por ampliar las funciones y facultades de la Oficina de Cambio buscando fortalecer sus posibilidades de intervenci贸n en el mercado monetario y cambiario. Por ley N潞 1.170 del 12 de setiembre de 1930, la Oficina fue habilitada para ejercer las siguientes funciones nuevas:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Recibir valores en custodia.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Efectuar pagos y cobranzas por cuenta de terceros y cobrar comisi贸n por estas operaciones.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Aceptar dep贸sitos sin inter茅s, de fondos fiscales, municipales y judiciales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Ejercer las funciones de agente financiero del Gobierno, si este le solicita.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Redescontar letras de las carteras de los otros bancos, con endosos de estos, y a plazo no mayor de 90 d铆as, derivadas de operaciones genuinamente comerciales. La tasa del redescuento ser谩 determinada por el Directorio de la Oficina con el acuerdo del Ministerio de Hacienda.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 - Emitir papel moneda de curso legal, para el redescuento, hasta cuarenta millones de pesos de curso legal, previa aprobaci贸n del Ministerio de Hacienda. A medida que sean devueltos los billetes puestos en circulaci贸n por el redescuento, ser谩n retirados de la circulaci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La medida adoptada traduc铆a el reconocimiento de la necesidad de intervenci贸n en el agobiado mercado monetario y cambiario, pero al mismo tiempo revelaba una extremada cautela parlamentaria para prevenir la expansi贸n inmoderada de la acci贸n oficial en el campo monetario y bancario. Las nuevas facultades aprobadas contribu铆an m谩s a expandir las actividades de la Oficina de Cambio como banco comercial antes que a fortalecer sus atribuciones de autoridad monetaria encargada de regular la oferta monetaria y crediticia.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA MUERTE DE ELIGIO AYALA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Poco despu茅s mor铆a Eligio Ayala a resultas de un s贸rdido incidente pasional. En un rufianesco enfrentamiento armado, el Primer Ministro del pa铆s y un patulero gorr贸n sin empleo disputaron a tiros la exclusividad de los favores de una promiscua golfa teutona, que por entonces le serv铆a a Ayala de dom茅stica y de amante. No fue un duelo, sino un vulgar y alevoso crimen, que no podr铆a haber invocado como atenuante el elemento pasional que lo gener贸. En un rapto de celos, al enterarse de la infidelidad de su servidora, Ayala tom贸 una pistola y al amparo de la obscuridad de la noche fue caminando largas cuadras, desde su residencia, situada en la esquina de las calles Estados Unidos y Presidente Wilson, hasta la casita de la calle Manuel P茅rez y Samuh煤-per茅 (hoy Juan de Salazar y Boquer贸n) que 茅l le hab铆a regalado poco antes a su sirvienta. All铆 atropell贸 la entrada con el arma en la mano, solo que su rival, en el instante del encuentro, en la precaria alcoba que compart铆a en ese momento con la dama en disputa, ten铆a al alcance de la mano un rev贸lver y alcanz贸 a disparar m谩s o menos simult谩neamente que su atacante. El agredido muri贸 instant谩neamente con dos balazos en el coraz贸n. Eligio Ayala recibi贸 tres heridas: en la nuca, en la mu帽eca izquierda y en el costado derecho del abdomen, con perforaci贸n del h铆gado y los intestinos. A pesar de las heridas y de la p茅rdida de sangre, fue caminando varias cuadras hasta la parada de Belvedere y de all铆, en un auto de alquiler, fue hasta la casa del Dr. Massi a pedirle auxilio m茅dico. Muri贸 horas despu茅s en la mesa de operaciones de un sanatorio c茅ntrico.32 Tragedia y verg眉enza mayor hubiera sido que sobreviviera. Un final poco digno para un prominente hombre p煤blico que se dec铆a arist贸crata, moralista incorruptible y que fue dos veces Presidente de la Rep煤blica y Ministro de Hacienda de tres presidentes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Su muerte fue un drama, no solo por el desdoroso contorno pasional que le sirvi贸 de marco, sino tambi茅n porque en una hora cr铆tica y dif铆cil para el pa铆s, el Gobierno perdi贸 con 茅l a uno de sus m谩s s贸lidos pilares. En el entorno del Gobierno, Eligio Ayala fue una figura dominante. Era el 煤nico que decid铆a y opinaba sobre las materias econ贸micas y financieras. Y al faltarle su principal sost茅n, el andamiaje oficial se debilit贸 y comenzar铆a pronto a desmoronarse. No pudo ya resistir la presi贸n de la enorme turbulencia que enfrentaba. Un diario opositor hizo de esta tragedia el balance siguiente, que rasga los velos que ocultaban la aguda crisis moral, econ贸mica y social que sobrellevaba la naci贸n:
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ELIGIO AYALA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Compasiva verdad para los muertos y verdad tronadora, terrible para el que vive y oprime, dijo Baralt al formular una de las reglas de la cr铆tica hist贸rica.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Para el doctor Eligio Ayala, vivo, el juicio de sus conciudadanos no hubiera podido despojarse de ciertas aristas duras, de cierto altivo encono, de cierta 谩spera energ铆a en la condenaci贸n. Pero ya est谩 en la paz de la tumba, ya es una sombra m谩s que va a poblar el dominio de la historia. Ha abandonado la vida sin grandeza, ha ca铆do en un oscuro episodio, de esos que alimentan las cr贸nicas policiales, y aunque adversarios de 茅l, hubi茅ramos preferido verlo desaparecer con mayor decoro, o por lo menos, en modesto silencio.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Pero el destino tiene sus crueldades. Y cruel ha sido la manera como se extingue la vida de este hombre todopoderoso, que desde hace una d茅cada viene rigiendo, de modo efectivo, los destinos del Paraguay.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El doctor Eligio Ayala goz贸 largamente de la generosidad de su pa铆s. Vivi贸 varios a帽os en Europa subvencionado por el Estado y a su retorno se encontr贸 en el seno de un partido en el que la cultura era menospreciada y odiada la inteligencia. Sin embargo, ese partido necesitaba para sostenerse del concurso de alguna persona que hubiese tenido alg煤n contacto con los libros y que no desconociese totalmente las ciencias pol铆ticas. Empujado por dicha necesidad surgi贸 en la vida p煤blica el hombre que pronto iba a trocarse en la figura central del gobierno de los liberales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Ministro de Hacienda, luego Presidente de la Rep煤blica y otra vez Ministro de Hacienda, el doctor Ayala dej贸 de ser una realidad humana para convertirse en un mito pol铆tico, en cuya invenci贸n son tan expertos los liberales, como toda muchedumbre ignara.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Al mito de la honradez, o Franco, reemplaz贸 el mito de la capacidad, o sea, Eligio Ayala. Sin embargo, este hombre, que lleg贸 a erigirse en el dictador de las finanzas radicales, no realiz贸 nada memorable. Sus pocos aciertos son el resultado de copias parciales de los proyectos financieros del 煤ltimo gobierno colorado. Fue un cajero que carec铆a de la visi贸n del estadista, que se despreocupaba de las necesidades econ贸micas del pa铆s, y como mandatario, todos los ditirambos con que le cubri贸 la adulaci贸n tienen por fundamento el hecho banal de servir regularmente el presupuesto.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Tal vez, muchas de sus fallas sean el resultado del ambiente en que actu贸 y vivi贸. Militando en un partido hu茅rfano de valores intelectuales, al medirse con los hombres que le rodeaban, constat贸 que ninguno de ellos era de la medida de su talla. Esta constataci贸n foment贸 su vanidad y contribuy贸 a inflar el concepto que ten铆a de su persona y llevando la generalizaci贸n a extremos imprudentes, tal vez en la soledad de su conciencia se crey贸 en m煤ltiples ocasiones el primer ciudadano de la rep煤blica, cuando era apenas el hombre de mayores letras de su partido.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El doctor Eligio Ayala conoci贸 a los hombres del radicalismo como ninguno. Profes贸 por ellos un desprecio altivo que jam谩s disimul贸. Sus intencionadas iron铆as, sus sangrientos sarcasmos, sus brutales agresiones, estampados en un centenar de esquelas con que diariamente abrumaba a la ciudad, iban dirigidos en su totalidad contra las modalidades y los hombres de su mismo credo pol铆tico. Ni el Presidente de la Rep煤blica ni ninguno de sus ex compa帽eros de gabinete, se han visto libres de sus dardos envenenados y de sus burlas a veces tr谩gicas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Cultiv贸 el sarcasmo y la iron铆a, por temperamento y por pol铆tica. Sent铆a un placer morboso en humillar a cuantos le rodeaban, y conociendo la condici贸n servil de los liberales, us贸 con ellos del l谩tigo y de la fusta para someterlos a su voluntad arbitraria y a su humor atrabiliario. De este modo se hizo respetar de los suyos, y esta es la causa de que la clase conservadora viese en el doctor 聽Ayala un elemento atenuador del instinto depredador de los radicales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Todas estas cualidades le concitaron al doctor Eligio Ayala la antipat铆a de sus correligionarios. Y si su obra de gobernante le vali贸 la cr铆tica acerba, el odio de sus correligionarios le gan贸 m谩s de una simpat铆a.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La muerte del doctor Ayala viene a desequilibrar la pol铆tica nacional. En el ditirambo p贸stumo de sus correligionarios no ser谩 dif铆cil descubrir mucho rencor oculto, pero rencor injustificado. Porque las agresividades ampliamente difundidas del extinto constitu铆an, en el fondo, una garant铆a de estabilidad de su partido. El doctor Eligio Ayala es, probablemente, el 煤nico radical que ve铆a la necesidad de crear un valor moral que sirva de espina dorsal al liberalismo. E intent贸 convertirse 茅l mismo en ese valor moral exhibiendo las lacras de los suyos, en actitud de puritano implacable, pero que ten铆a sus resquebraduras interiores, invisibles a la distancia.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Tal es el hombre que acaba de extinguirse entre las sombras de una tragedia sin grandezas. Su 煤ltimo epigrama, digno de su c谩ustico ingenio, hubiera sido dictar para su propia tumba este epitafio: "Que mi partido elogie mis virtudes y practique mis fallas."
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Gobierno y la prensa oficialista ocultaron los entretelones desdorosos de su muerte y despidieron sus restos con los m谩s altos honores. El elogio de su labor de gobernante, de su capacidad administrativa y financiera y la exaltaci贸n de su acrisolada honradez fueron los temas salientes de las notas necrol贸gicas y de los discursos pronunciados sobre su tumba. El pueblo presenci贸, perplejo y at贸nito, el final inusitado de una de las figuras m谩s relevantes del momento, que en horas dif铆ciles e inciertas de la vida nacional, supo ejercer un liderazgo decisivo y ganarse el respeto, aunque no las simpat铆as, de sus conciudadanos.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 UN JUICIO SOBRE EL 脷LTIMO PROYECTO DE BANCO CENTRAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El 煤ltimo proyecto de Banco Central no lleg贸 a trascender al conocimiento p煤blico y no pudo en consecuencia ser analizado ni comentado en el pa铆s. Sin embargo, la ley del Banco Central de Chile, que le sirvi贸 de modelo fue intensamente analizada y evaluada en ese pa铆s. Como los juicios emitidos al respecto resultan aplicables al proyecto paraguayo por la similitud de los mismos, reproducimos seguidamente parte de lo que el Sr. Arturo Maschke formulara durante su ejercicio de la Presidencia del Banco Central de Chile, al plantear la reforma del r茅gimen que su ley org谩nica consagraba. Dijo entonces:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Si hay una legislaci贸n que ha necesitado ser revisada y corregida porque el tiempo y las circunstancias han quebrantado su estructura, es sin duda la que dio origen al Banco Central de Chile.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El r茅gimen econ贸mico que ella consagra, las normas que dicta, el mecanismo que crea y las previsiones mismas que consulta, todo nos induce a concluir que los principios que le sirvieron de fundamento no extrajeron su ra铆z de una experiencia vivida por una colectividad con problemas, situaciones e inquietudes similares (a las nuestras), sino m谩s bien del razonamiento fr铆o y la concepci贸n te贸rica de un sistema.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El r茅gimen del patr贸n oro, establecido en esa ley, revest铆a tal automatismo, que la circulaci贸n monetaria oscilar铆a en exclusiva funci贸n de la Balanza de Pagos, la conversi贸n del billete a oro provocar铆a la contracci贸n del medio circulante, con el consiguiente drenaje de sus reservas met谩licas, y la tasa de inter茅s en grado creciente, ser铆a una herramienta eficaz para atraer capitales y crear un incentivo a las disponibilidades en moneda corriente.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La rigidez de ese andamiaje no fue capaz de sostener la violenta contracci贸n del circulante, sin producir graves perturbaciones que culminaron en una deflaci贸n de ingrato recuerdo, situaci贸n que oblig贸 al pa铆s a suspender la conversi贸n met谩lica y a adoptar medidas de control.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Desde ese instante, la econom铆a del pa铆s quedaba entregada a las contingencias de la moneda intervenida.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La estabilidad monetaria no podr铆a ya surgir de un mecanismo ortodoxo, si no que ser铆an las condiciones pol铆ticas, sociales y econ贸micas imperantes las que determinar铆an la suerte del valor adquisitivo de la moneda.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Tronchados los v铆nculos del signo monetario con el patr贸n oro, su valor depender铆a de las contingencias de la pol铆tica econ贸mica interna y de las influencias c铆clicas externas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Para ello fue preciso que la Ley Org谩nica del Banco Central suspendiera todas aquellas disposiciones que establec铆an el r茅gimen oro, quedando m谩s tarde expuesta a ser mutilada, corregida y adicionada con numerosas intervenciones legales".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Basado en esa experiencia, puede decirse que, de haberse aprobado el proyecto, el Paraguay hubiera experimentado las mismas contingencias traum谩ticas de Chile, solo que a un ritmo mucho m谩s acelerado, porque en el momento mismo en que el proyecto estaba siendo considerado en el pa铆s, todas las dem谩s naciones estaban ya abandonando el r铆gido sistema en 茅l propuesto. Si Eligio Ayala se sinti贸 frustrado y amargado por no haber logrado la aprobaci贸n de su proyecto, m谩s desgraciado se hubiera sentido al comprobar los enormes da帽os que hubiera causado su aplicaci贸n.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL PANORAMA SOCIAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entretanto, el descontento social y el reclamo pol铆tico se acentuaban d铆a a d铆a en todo el pa铆s. El desempleo generalizado llenaba las calles de desocupados que engrosaban las manifestaciones de protestas contra la indefensi贸n del Chaco y las fuertes represiones policiales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Un clima de violencia dominaba la capital. Una ola de huelgas de los sindicatos de alba帽iles, panaderos y pintores, que fue vigorizada con la adhesi贸n de la Liga de Obreros Mar铆timos, adquiri贸 caracter铆sticas violentas con el asesinato del dirigente alba帽il Salustiano Centuri贸n. En esas circunstancias, el Gobierno decret贸 el 18 de febrero de 1931 el estado de sitio y prohibi贸 el funcionamiento de pr谩cticamente todas las organizaciones obreras de la capital, de la Liga de Obreros Mar铆timos, los Sindicatos de Alba帽iles, de Pintores, Ebanistas, Mosa铆stas, la Federaci贸n de Obreros del Calzado y la gran Federaci贸n Obrera del Paraguay. Los locales de los sindicatos y federaciones obreras fueron todos ocupados por la Polic铆a. Los archivos y registros de los adherentes fueron llevados a la Polic铆a de Investigaciones.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL LEVANTAMIENTO COMUNISTA
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Alentado por el descontento generalizado y el estado de alerta en que se manten铆an las organizaciones obreras, el "Consejo Mixto de Delejados", que presid铆a Oscar Creydt, crey贸 llegada la hora de la revoluci贸n y convoc贸 a un levantamiento nacional, que se materializ贸 solo con una corta ocupaci贸n de la ciudad de Encarnaci贸n el 20 de febrero de 1931. Encarnaci贸n era por entonces una ciudad desguarnecida. La tropa all铆 situada no pasaba de uno o dos oficiales y una veintena de marineros de la Prefectura. Seg煤n el relato de uno de los participantes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... la toma de Encarnaci贸n se hizo efectivamente por Barthe, Dur谩n, Am谩bile, Pereira, Aracuy煤 y otros. Muchos pobladores, como fue temprano, supieron los hechos por informantes y los conoc铆an sin precisi贸n".35
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Simult谩neamente con la ocupaci贸n de Encarnaci贸n, en la capital se dio a publicidad el siguiente manifiesto revolucionario:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Habi茅ndose por acci贸n popular revolucionaria, tomado la plaza de Encarnaci贸n, el Consejo Revolucionario declara lo siguiente:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1掳. Descon贸cese toda autoridad al Gobierno capitalista actual.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2掳. Que la acci贸n revolucionaria se hace al margen y en contra de toda pol铆tica partidista. Es una acci贸n popular, regional.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3掳. Proclamar como motivos b谩sicos la guerra a los explotadores econ贸micos y pol铆ticos del pueblo paraguayo, por la toma de las tierras y los elementos de producci贸n por los que la trabajan.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4掳. Decl谩rase Encarnaci贸n comuna revolucionaria. Los habitantes del pa铆s reunidos en convenci贸n o convenciones comarcales o regionales, determinar谩n sus destinos debiendo convocar en tiempo perentorio a asambleas constituyentes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 5掳. La Comuna de Encarnaci贸n tomar谩 posesi贸n de las tierras y dem谩s inmuebles. Ella entregar谩 las riquezas al pueblo en usufructo, por individuos o familias.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 6掳. La Comuna se organizar谩 en consejos populares de ciudadanos y campesinos en lo pol铆tico y en lo econ贸mico a base de sindicatos de oficios, cooperativas y dem谩s medios social铆sticos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 7掳. Inv铆tase al pueblo a la organizaci贸n y construcci贸n sobre las bases antedichas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 8掳. El Consejo en esta hora env铆a sus saludos revolucionarios al proletariado del pa铆s y a todos los hermanos explotados de la tierra."
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Por el Consejo Revolucionario:
OBDULIO BARTHE.
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"Encarnaci贸n, febrero 20 de 1931".36
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 De acuerdo con los planes del movimiento, ese mismo d铆a deb铆an producirse levantamientos y golpes an谩logos en distintos lugares de la rep煤blica y una huelga revolucionaria en la capital. Fue una sobreestimaci贸n del poder de convocatoria del nuevo movimiento comunista, ya que no tuvieron ning煤n efecto el llamado a la huelga general en Asunci贸n ni las 贸rdenes de levantamientos populares en Villarrica y Concepci贸n y de insurrecci贸n campesina en Arroyos y Esteros, Yh煤, Maciel y Sosa, que deb铆an desatarse simult谩neamente.37 Se produjo entonces el desbande:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... como no se generaliz贸 (el levantamiento) en el resto del pa铆s, dice el relato de Quesada, los rebeldes se quedaron a merced de la suerte, y optaron por huir antes de que llegaran las autoridades del Gobierno central. Un grupo encabezado por Obdulio Barthe, con otros amigos, tomaron dos barcos comerciales, uno de ellos del padre de Obdulio o de la empresa Barthe. Dur谩n, Am谩bile y Aracuy煤, para lograrle asistencia m茅dica a este, se quedaron en la ciudad, siendo detenidos".38
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Frustrado el conato revolucionario, la represi贸n posterior fue de extremo rigor. Todos los dirigentes y adherentes del Consejo Mixto de Delegados fueron apresados y confinados a la l贸brega prisi贸n de Isla Margarita. No qued贸 libre en Asunci贸n ninguna persona vinculada al movimiento. Se intensific贸 al mismo tiempo la pr谩ctica de rotular de comunista a toda cr铆tica al Gobierno para justificar la dura represi贸n que se extendi贸 a todos los sectores de la ciudadan铆a. El Gobierno quer铆a acallar la protesta ciudadana contra los excesos policiales y los ataques contra la indefensi贸n del Chaco y el comunismo se convirti贸 en el gran pretexto para la represi贸n. Numerosos dirigentes pol铆ticos, que nada tuvieron que ver con esa falaz intentona revolucionaria, fueron apresados, confinados o deportados. Contradictoriamente, y a pesar de la creciente intensificaci贸n del problema, la cuesti贸n econ贸mica no movilizaba el debate interno como en la crisis anterior de 1920. El tema dominante era el de la defensa nacional.
Con las medidas aplicadas, la agitaci贸n y la violencia, en vez de disminuir, se intensificaron, tanto en el lado de la protesta como del Gobierno. La Polic铆a y el Ej茅rcito se manten铆an en estado de permanente alerta para mantener el orden y la paz en las calles de la capital. Las casas de las autoridades principales y el Palacio de Gobierno eran custodiados por grupos militares fuertemente armados. El Gobierno hab铆a perdido la calma. El Estado de sitio, impuesto inicialmente por ley de la naci贸n, fue prorrogado en dos ocasiones por simples decretos del Poder Ejecutivo.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El Estado de sitio, comentaba un despacho de la Legaci贸n Americana, que ha estado en vigencia durante los tres meses pasados ha sido extendido por decreto del Ejecutivo por otros tres meses adicionales. Desde su (aplicaci贸n inicial) la agitaci贸n en contra del mantenimiento de esta medida ha aumentado antes que disminuir. (...) El Estado de sitio es de verdadera eficacia para mantener al partido actual en su silla y por esta raz贸n podr铆a hasta el momento considerarse una bendici贸n para un pueblo tan proclive a la revoluci贸n. Pero su continuidad evidencia una inclinaci贸n hacia los m茅todos dictatoriales, a los cuales este pueblo, quiz谩s m谩s que otros, tiene s贸lidas razones para oponerse".39
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con las restricciones a la libertad de reuni贸n y de expresi贸n, las aspiraciones ciudadanas buscaron refugio en la Universidad y en los centros estudiantiles. La bandera de la defensa de la integridad territorial comenz贸 a movilizar activamente a la juventud estudiosa de la capital.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL CONATO MILITAR
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Tanta presi贸n ciudadana y la continua represi贸n armada no pod铆an dejar de hacer mella en las filas del Ej茅rcito. Los abusos y la violencia aplicados minaban ante la opini贸n de la oficialidad la legitimidad del orden constituido, principio este que fundamenta la disciplina y la obediencia debida de las fuerzas armadas a las autoridades de una naci贸n. En 煤ltima instancia, el Ej茅rcito no es sino parte del marco social del cual procede, reflejo del medio que nutre sus filas. Tanto descontento y protestas inevitablemente ten铆an que repercutir en la poblaci贸n armada. Y la crisis se desat贸 el 20 de marzo de 1931. La principal unidad del Ej茅rcito, acampada en Campo Grande, en la vecindad de la capital, se moviliz贸 al mando del mayor Rafael Franco, invocando el estado de abandono y descuido en que se encontraban las unidades militares y particularmente las guarniciones destacadas en el Chaco. La Legaci贸n Americana envi贸 el siguiente relato de los sucesos:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El Mayor Franco, que comanda el regimiento situado en las afueras de Asunci贸n, le pidi贸 al mayor Bray (oficial a cargo de la Escuela Militar), al mayor Garay y al teniente Aponte y a otros que cooperaran con 茅l para derribar el Gobierno. Estos oficiales le contestaron que no era necesario destituir a todo el Gobierno, y que ellos estaban dispuestos a apoyarle para forzar la renuncia del Ministro de Guerra y (posiblemente) del Ministro de Hacienda. Varios de ellos se trasladaron a ver al Presidente de la Rep煤blica para sugerirle que estos dos ministros deb铆an renunciar o ser destituidos. El Presidente pidi贸 tiempo para considerar el asunto y los oficiales regresaron al cuartel del mayor Franco. El regimiento de este se encontraba en estado de alerta y los oficiales prestos para los acontecimientos.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El Presidente fue luego al local de la Polic铆a donde se reuni贸 con los ministros de su gabinete y otros allegados. La tropa de la Polic铆a estaba armada y preparada para toda emergencia. Se esperaba que el mayor Franco iniciar铆a en cualquier momento su marcha hacia la capital. Entre tanto, militares y pol铆ticos iban y ven铆an de la Polic铆a y el cuartel de Franco buscando evitar un derramamiento de sangre. Los mayores Bray y Garay convencieron a Franco para que pospusiera el ataque, ya que todos los ministros del gabinete hab铆an entregado su renuncia al Presidente de la Rep煤blica y que el Gobierno ser铆a reorganizado en forma satisfactoria para el Ej茅rcito".40
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ese entendimiento abort贸 el conato de levantamiento y sell贸 la suerte del mayor Franco. En toda confrontaci贸n, la vacilaci贸n es casi siempre fatal. Un golpe que se aviene a negociar pierde irremediablemente su momento. La tregua favorec铆a al Gobierno. Mediante la adhesi贸n lograda de las dem谩s unidades, pudo aislar el foco de la rebeli贸n. Franco qued贸 solo y, d铆as despu茅s, era objeto de un atentado. Cuando se dirig铆a a su unidad, en un recodo del camino a Campo Grande le fueron disparados cuatro balazos que perforaron su autom贸vil sin alcanzar a herir ni a 茅l ni a su chofer. Los diarios de oposici贸n denunciaron una orden dada para liquidar a Franco, en tanto en los c铆rculos oficiales se comentaba que el atraco fue fraguado solo para prestigiar al supuesto atacado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Poco despu茅s, el gabinete era reorganizado. Con ello se buscaba aplacar las inquietudes militares. Fueron separados de su cargo, entre otros, los ministros de Guerra y de Hacienda. Pero al mismo tiempo, el mayor Franco fue separado tambi茅n de su cargo. Meses despu茅s, el 1掳 de octubre siguiente, se le ofrec铆a una Misi贸n en Europa para alejarlo del pa铆s. Consecuente con su posici贸n, en una carta divulgada por la prensa, Franco ratific贸 su preocupaci贸n por el problema de la defensa territorial, rechaz贸 la oferta de viaje y pidi贸 su retiro. "Aceptar comisiones de placer, dijo en ella, ser铆a quebrantar la moral militar. Antes que prestarme a indignidades, preferir铆a romper con mis propias manos la espada que la patria me confi贸 para su defensa".41 Con ello colm贸 la paciencia de Gobierno. La Justicia Militar dict贸 entonces en su contra auto de prisi贸n, "por supuesta tentativa de rebeli贸n y levantamiento contra los poderes constituidos de la naci贸n", reclusi贸n que deb铆a guardar en el local del Departamento de Marina".42
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Al mismo tiempo, fueron arrestados y deportados o confinados dirigentes del liberalismo disidente y directores del coloradismo abstencionista. El oficialismo atribu铆a el levantamiento a la instigaci贸n de la oposici贸n y eso no podr铆a seguir toler谩ndose. El diario La Opini贸n fue clausurado y su local ocupado por la Polic铆a. El se帽or Eduardo Schaerer, l铆der del liberalismo disidente, fue "invitado" a alejarse del pa铆s. Los jefes y oficiales que se mostraron leales al Gobierno fueron apresuradamente ascendidos, al margen de los procedimientos regulares. Era el premio a la lealtad y el mecanismo de sojuzgamiento del Ej茅rcito. El senador Modesto Guggiari, por su lado, que no pod铆a ser apresado por la inmunidad de su investidura parlamentaria, acus贸 p煤blicamente al director del diario El Liberal de haber recibido una suma importante de dinero para apoyar el tratado Ibarra-Mangabeira y ofreci贸 pruebas al respecto. Y en medio de la zozobra producida por todos esos episodios devastadores, en los c铆rculos del Gobierno se movilizaban agresivas las candidaturas presidenciales del Dr. Luis A. Riart y del Dr. Eusebio Ayala. Ese antagonismo interno vino a resquebrajar a煤n m谩s la unidad del frente oficialista.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Todo esto ocurr铆a en el marco de un intenso malestar en las filas del Ej茅rcito y de fuertes reclamos populares. La separaci贸n de Franco fue considerada por la ciudadan铆a como una muestra m谩s de la injusticia y la arbitrariedad reinantes y el mayor Franco fue convertido en s铆mbolo de la causa de la defensa nacional. A pesar del aparente 茅xito gubernamental, la tensi贸n interna no encontraba alivio y se acentuaba. La preocupaci贸n por la indefensi贸n del Chaco era el factor dominante.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL REPLANTEO MONETARIO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante la intensificaci贸n del problema cambiario y la notoriedad de las dificultades agobiantes que confrontaban las exportaciones, a principios de octubre de 1931, Ger贸nimo Riart replante贸 la necesidad de poner freno a la acumulativa depreciaci贸n cambiar铆a 聽y la conveniencia de la adopci贸n de una moneda estable ligada al d贸lar. Explicaba el Dr. Riart:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... en los comienzos de 1923, se logr贸 estabilizar nuestra voluta al 18,75 por cada peso argentino, o sea al 42.61 por cada peso oro, bajo el sistema del patr贸n de cambios oro, es decir, convirtiendo nuestros billetes, al tipo establecido, en giros sobre el exterior.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "De esta manera, pues, que se adopt贸 de hecho como patr贸n monetario el peso papel argentino bajo la relaci贸n del 18.75 c/l por cada peso argentino.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "En la 茅poca que se logr贸 la estabilizaci贸n de nuestro signo monetario, el r茅gimen del peso papel argentino era sano. La Caja de Conversi贸n con el libre cambio de moneda papel por las de oro, manten铆a la relaci贸n legal entre uno y otro y, pr谩cticamente, la Oficina de Cambios, al comprar billetes argentinos, compraba oro sellado, pues con llevar los billetes a la Caja de Conversi贸n, obten铆a monedas de ese metal.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Mas, de entonces ac谩, la situaci贸n de nuestro patr贸n monetario -el peso argentino- cambi贸 fundamentalmente en el mercado de los valores internacionales. El cierre de la Caja de Conversi贸n, decretado por el Gobierno Argentino a fines de diciembre de 1929 y su consecuencia -la desvalorizaci贸n paulatina y constante del peso papel argentino- cre贸 a nuestra voluta una curiosa y extra帽a situaci贸n que se mantiene hasta el presente.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Mientras la relaci贸n de valor entre el peso paraguayo y el argentino se mantiene firme desde el principio del a帽o 23 hasta el presente, al 18.75, nuestra moneda, al igual que su patr贸n, sufre las contingencias de su variabilidad en sus relaciones con los signos monetarios de otros pa铆ses. As铆 por ejemplo: con respecto al d贸lar el peso paraguayo como el argentino se ha desvalorizado en casi un ciento por ciento y, con respecto al peso uruguayo, se ha valorizado en m谩s de un treinta por ciento.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Esta situaci贸n an贸mala, irregular, creada a nuestra voluta por la desvalorizaci贸n del patr贸n argentino, no obedece, en nuestro concepto, a causas imputables a nuestra desfavorable situaci贸n econ贸mica, como serian saldos en contra de nuestra balanza de pagos, desequilibrio financiero, o un desequilibrio econ贸mico general. En todo caso, creemos que la cotizaci贸n de nuestro signo monetario con respecto al d贸lar, con una p茅rdida que se aproxima al ciento por ciento, no es la resultante de una mala situaci贸n econ贸mica o financiera; no obedece a factores que influyen a un mismo tiempo y con la misma intensidad sobre el peso argentino y el paraguayo, en el mercado de Buenos Aires y en el de Asunci贸n. La presi贸n de los m煤ltiples fen贸menos que son la causa de la honda perturbaci贸n monetaria mundial, act煤a con fuerzas diferentes sobre cada pa铆s, resistiendo unos, quebr谩ndose otros, y, por consiguiente, produce perturbaciones desiguales en intensidad en el tiempo y en el espacio.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "No nos explicamos sino como un error de pol铆tica monetaria aceptar como un axioma el hecho de que nuestro signo monetario correr谩 fatalmente la misma suerte que el signo argentino, que si este pierde el 80% de su poder adquisitivo, el peso paraguayo, sigui茅ndolo, deber谩 perder tambi茅n valor en la misma proporci贸n sin tener en cuenta las causas, pr贸ximas o remotas, de los factores econ贸micos que, favorable o desfavorablemente, act煤an sobre uno y otro campo.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Debemos corregir ese error abandonando el patr贸n monetario argentino en nuestras relaciones monetarias internacionales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Es curioso que el Paraguay contin煤e siendo, contra toda ley, el 煤nico pa铆s del mundo que se aferre en mantener un patr贸n monetario averiado, un valor铆metro que no ofrece exactitud, que se acortan se alarga por minutos, que, en realidad, ya no constituye una unidad, una medida de valores, ni por su invariabilidad ni por su estabilidad".43
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Recalcaba luego la necesidad de "rectificar el absurdo en que se mantiene artificialmente nuestra voluta con grave da帽o para los intereses p煤blicos y privados" y propon铆a la adopci贸n de un patr贸n estable, en base a la 煤nica moneda que entonces manten铆a un valor constante y firme que era el d贸lar.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El planteo reabri贸 la discusi贸n del tema monetario. El primero en responder fue Alfredo J. Jacquet, directivo de la Oficina de Cambios, quien sali贸 en defensa de la desvalorizaci贸n acumulativa de la moneda nacional, determinada por su ligadura al peso argentino.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... Los efectos de la desvalorizaci贸n de la moneda de un pa铆s se manifiestan antes y con mayor intensidad fuera de sus fronteras, que en el interior del mismo, lo cual facilita, como es sabido, la exportaci贸n a los pa铆ses de moneda apreciada. En cambio, la referida depreciaci贸n, disminuyendo la capacidad de compra, disminuye tambi茅n la importaci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Esta elemental verdad econ贸mica de la cual, tal vez, podr谩n prescindir los pa铆ses de productos tan nobles o de monopolio, qu茅 les permitan fijar, por excepci贸n, los precios de venta de los mismos, adquiri贸 su m谩xima importancia en los 煤ltimos a帽os en los pa铆ses exportadores de materias primas por la gran desvalorizaci贸n de dichos productos, hasta el punto que tanto en la Argentina como en nuestro pa铆s, solo la disminuci贸n del valor internacional de sus respectivas divisas hizo posible la exportaci贸n de sus productos, sin graves p茅rdidas para los productores, primero, y evit贸 luego el abandono de los cultivos que hubiera sido la consecuencia de la no desvalorizaci贸n, teniendo en cuenta que los precios de venta hubieran resultado inferiores a los de producci贸n".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Analiz贸 luego cu谩l hubiera sido la consecuencia para la econom铆a nacional de la adopci贸n del d贸lar como unidad monetaria y su conclusi贸n fue terminante. Su resultado inevitable ser铆a:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "La gran disminuci贸n, cuando no la muerte de casi todos nuestros productos de exportaci贸n, por una parte, y por otra de inmediato la mayor importaci贸n, sobre todo de los pa铆ses de moneda apreciada. Todo lo cual nos hubiera conducido, en corto tiempo, a la balanza de pagos desfavorable y a su fatal consecuencia, la inconversi贸n".44
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Esta posici贸n coincid铆a con la de la C谩mara de Comercio, que en el mes de abril pasado hab铆a expresado "que los perjuicios consiguientes a toda alteraci贸n del tipo de cambio de la moneda argentina que rige de acuerdo con la ley de estabilizaci贸n, ser铆an infinitamente mayores que los ocasionados en la hora actual por la desvalorizaci贸n de dicha voluta".45
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con estos planteos, el tema monetario volvi贸 a concitar el inter茅s del entorno gubernamental. Prueba de ello fueron los diversos art铆culos divulgados por la prensa.46 El Dr. Riart, por su parte, volvi贸 a ratificarse en su planteo en favor de un patr贸n monetario estable.47 Con las dificultades que agobiaban las actividades productivas y comerciales, el debate monetario se hubiera intensificado. El deterioro de la situaci贸n econ贸mica se acentuaba d铆a a d铆a. Por la misma 茅poca se anunciaba en los peri贸dicos que la producci贸n de algod贸n disminuir铆a sensiblemente "por los bajos precios que hab铆an llevado el desaliento al esp铆ritu de la masa campesina".48 Otro diario advert铆a que "los productores de az煤car nacional se encuentran en peligro de cerrar sus f谩bricas por falta de protecci贸n".49 Pero fue solo un destello fugaz, vinculado exclusivamente al entorno oficial.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Las inquietudes ciudadanas ten铆an otras motivaciones m谩s gravitantes, que desembocar铆an, poco despu茅s, en la gran movilizaci贸n estudiantil en reclamo de la defensa del Chaco. Solo el Gobierno no percib铆a o deliberadamente ignoraba el explosivo descontento social acumulado especialmente en la capital. A pesar de la evidencia de obscuros nubarrones que anticipaban la inminencia de la tormenta, en el Gobierno se ten铆a una apreciaci贸n atrofiada de la realidad interna. "El pa铆s ten铆a la sensaci贸n del equilibrio social hasta que advinieron factores perturbadores en lo externo y en lo interno", alegar谩 Justo P. Ben铆tez, que por entonces ejerc铆a la cartera de Hacienda e interinaba la del Interior.50 "Nadie pod铆a prever el lunes 19 de octubre de 1931", dir谩 por su parte Efra铆m Cardozo, entonces Secretario de la Presidencia de la Rep煤blica, "que se iniciaba una semana de grandes y tr谩gicos acontecimientos"51
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA MASACRE DEL 23 DE OCTUBRE
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Mientras la crisis socioecon贸mica y la depreciaci贸n monetaria se acentuaban en el pa铆s, el avance boliviano prosegu铆a sistem谩tico. El 5 de abril de 1931, el Ej茅rcito boliviano ocup贸 el fort铆n paraguayo de Coronel Mart铆nez; el 15 de agosto se apoder贸 del fort铆n Caray谩; el 7 de setiembre atac贸 y captur贸 Samaklay. A pesar de la ocultaci贸n de este 煤ltimo hecho de armas, la noticia trascendi贸 y conmovi贸 a la opini贸n p煤blica. Los reclamos para la defensa nacional se multiplicaron en todos los sectores de la ciudadan铆a, con sola la excepci贸n del Partido Comunista y del sector liberal oficialista. Culmin贸 finalmente en una manifestaci贸n estudiantil que trat贸 de llegar hasta el Palacio de Gobierno para pedir la defensa de la soberan铆a territorial.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La agitaci贸n estudiantil comenz贸 en el mes de julio con una huelga en solidaridad con los estudiantes de medicina que reclamaban contra arbitrariedades diversas en el Hospital de Cl铆nicas. La huelga se extendi贸 pronto a toda la rep煤blica. Al no encontrar soluciones al problema, el Ministro de Instrucci贸n P煤blica, Dr. Eladio Vel谩zquez, fue remplazado por el Dr. Justo Prieto. La Universidad fue intervenida y comenz贸 la represi贸n. El Consejo Directivo de la Facultad de Medicina fue destituido y 17 estudiantes de los cursos superiores fueron declarados cesantes en sus cargos de practicantes del Hospital.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En protesta contra esas medidas, 52 profesores de la Facultad y el Director del Hospital presentaron renuncias. El Ministro de Instrucci贸n P煤blica, que oficiaba adem谩s de Interventor de la Universidad, procedi贸 a nombrar, al margen de los procedimientos regulares de concursos de m茅ritos, a profesores y al Director del Hospital. Con esas medidas cre铆a haber puesto punto final al conflicto, cuando en realidad solo logr贸 exacerbar a煤n m谩s los ya caldeados 谩nimos. En medio de ese ambiente convulsionado por la intensa agitaci贸n promovida por los estudiantes lanzados a la calle en acci贸n de protesta, se difundi贸 la noticia del asalto de Samaklay. Se produjo entonces la chispa que inflamar铆a la enorme tensi贸n social y patri贸tica acumulada en la ciudadan铆a. Y tomemos aqu铆 el relato del propio Ministro de Instrucci贸n P煤blica, el Dr. Justo Prieto, para seguir, con la mayor objetividad posible, el explosivo curso de los acontecimientos.52
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Fue entonces cuando se escuch贸 en las calles de Asunci贸n el grito de "隆que se tome Samaklay!" coreado por los que no hab铆an buscado en la huelga, solucionada a pesar de ellos, m谩s que exteriorizar su intenci贸n de promover disturbios de car谩cter antiuniversitario. Samaklay hab铆a sido ocupado por los bolivianos m谩s de un mes antes, y hasta entonces nadie hab铆a hecho de ese incidente una cuesti贸n dentro del 谩mbito universitario.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El movimiento estudiantil cambi贸 de fisonom铆a y de estructura. Los elementos que dentro de 茅l hab铆an actuado mimetizados, afloraron a la superficie de una manera tan evidente que nadie pod铆a llamarse a enga帽os. (...) Volvieron a celebrarse manifestaciones que, aunque estudiantiles en su origen, conten铆an elementos que las adulteraban en su esencia. F铆sicamente, la mayor proporci贸n de su masa era estudiantil; pero la idea que la mov铆a era extra帽a al ambiente acad茅mico.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "El 23 de octubre, en horas tempranas part铆 para la Facultad de Derecho a dar mi clase habitual. Luego me dirig铆 hacia la Escuela Normal en donde comprob茅 lo que acababan de noticiarme: que los estudiantes estaban en la calle listos para salir en manifestaci贸n. Me dirig铆 al Ministerio del Interior, con el objeto de cambiar ideas con el doctor Justo Pastor Ben铆tez, acerca de la necesidad de que la manifestaci贸n fuera contenida a varias cuadras antes de llegar a la Casa de Gobierno, a fin de que la autoridad presidencial no estuviera expuesta a desmedros. De ah铆 pas茅 a la Presidencia en donde encontr茅 al presidente Guggiari acompa帽ado del Ministro de Relaciones Exteriores, doctor Ger贸nimo Zubizarreta. All铆 comentamos los sucesos, por mi parte dentro de mi tesis sobre la manera de ejercitar dignamente, pero sin vacilaciones, el derecho y la obligaci贸n de preservar el orden p煤blico de una manera compatible con los fines de la autoridad y del respeto al pueblo. Del Palacio de Gobierno me traslad茅 al Ministerio a mi cargo con la convicci贸n de que la manifestaci贸n ser铆a detenida antes de llegar a la calle Buenos Aires.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "A media ma帽ana pude ver desde mi despacho que fuerzas de la mariner铆a acud铆an a reforzar la dotaci贸n de las fuerzas del Palacio y que ametralladoras eran descendidas de camiones en el peristilo del edificio, mientras las fuerzas de custodia se distribu铆an a lo largo de la calle Buenos Aires de 2 en 2 metros con bayoneta calada. Ello me hizo entrever el drama como inevitable. Por tel茅fono dije al se帽or Presidente que consideraba inadmisible que se recibiera a una manifestaci贸n con la bayoneta calada, y que la multitud deb铆a ser detenida por medios policiales a una distancia prudencial de la Casa de Gobierno. El doctor Guggiari me replic贸 que esa no era una manifestaci贸n estudiantil, sino que en ella ven铆an comunistas. El cambio de palabras sigui贸 por breves segundos m谩s y con 茅nfasis creciente, hasta que, del lado de mi interlocutor se cort贸 -sin duda casualmente- la comunicaci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Poco despu茅s lleg贸 la manifestaci贸n. Cuando vi que el mayor Vargas, que lleg贸 hasta los manifestantes como una especie de parlamentario del Presidente, era recibido por ellos a pedradas, cuando durante los escasos minutos que siguieron a esto, se multiplicaron con rapidez vertiginosa los incidentes tumultuosos, me dispuse a salir al balc贸n de mi despacho y dirigirme a los estudiantes para ofrecerme como un intermediario entre el Presidente y la manifestaci贸n; Desgraciadamente era tarde. La primera descarga se produjo y si no me hubiera retirado del balc贸n, la v铆ctima, con la segunda r谩faga de tiros, hubiera sido el Ministro de Instrucci贸n P煤blica, cuyo despacho fue acribillado, por la ametralladora del cabo Manuel W. Chaves, seg煤n su propia confesi贸n (ver Juicio Pol铆tico, p谩g. 57).
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Producida la tragedia que me hab铆a esforzado por evitar, no ten铆a otro camino que apartarme del Gobierno. Mi renuncia no pod铆a hacerse esperar, y la redact茅 en el acto y la envi茅 a la Presidencia apenas terminado el luctuoso incidente".53
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La descripci贸n del Dr. Adriano Irala de este tr谩gico episodio resulta desgarradora:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Sin una voz de advertencia, sin intimaci贸n de ning煤n g茅nero, las fuerzas apostadas en el Palacio rompieron el fuego sobre la manifestaci贸n. Las ametralladoras, que desde la noche anterior hab铆an sido premeditadamente emplazadas en la terraza, hicieron luego o铆r su tableteo siniestro. Presa de angustioso p谩nico, la multitud solo atin贸 a arrojarse al suelo, para eludir los proyectiles.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Y luego, en el momento de levantarse e iniciar la fuga, las m谩quinas mort铆feras prosiguieron su obra. Se hac铆a fuego por la espalda sobre los que hu铆an; se hac铆a fuego sobre los que se deten铆an para intentar socorrer a los muertos y heridos; se hac铆a fuego sobre los que buscaban refugio en bocacalles y zaguanes. Se disparaba sobre los que intentaban huir hacia el r铆o; se disparaba sobre los que buscaban salvarse por el callej贸n que va hacia la Avenida Rep煤blica.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Despejado el frente del Palacio, soldados de la guardia de c谩rceles avanzaron, haciendo siempre fuego sobre los dispersos, abrumando a sablazos y culatazos a los rezagados.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "As铆 se produjo la masacre del 23 de Octubre. Diecisiete muertos y m谩s de sesenta heridos, individualizados, cayeron en ella. El grupo directamente expuesto al fuego no se compondr铆a m谩s de cuatrocientos manifestantes".54
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El presidente Guggiari presenci贸 la matanza desde uno de los balcones de su despacho. M谩s de diez minutos dur贸 el intenso tiroteo sobre la juventud indefensa. Los jardines del palacio quedaron te帽idos de sangre joven. Producido el desbande, los muertos y heridos quedaron dispersos en el jard铆n. Fueron recogidos luego por la guardia del palacio y los refuerzos policiales. Los registros oficiales reconocen que fueron 11 muertos y 29 heridos, incluyendo entre los muertos a un anciano que ocasionalmente pasaba frente al palacio.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Abrumado por el tr谩gico espect谩culo de estas muertes, Guggiari abandon贸 el Palacio por una salida lateral y acompa帽ado de varios ministros y de su secretario busc贸 refugio en la Escuela Militar, situada en la cuadra siguiente. All铆 decret贸 el Estado de sitio que deb铆a durar hasta el 31 de marzo de 1932 y nombr贸 Jefe de Plaza al Director de la Escuela. El mayor Arturo Bray qued贸 investido de facultades extraordinarias que, por expresa prohibici贸n constitucional, no pod铆an ser concedidas al Poder Ejecutivo ni por el propio Congreso de la Naci贸n.55 Bajo su autoridad omnipotente se concentr贸 pr谩cticamente toda la suma del poder p煤blico. El Ej茅rcito y la Polic铆a quedaron bajo su mando. Y bajo su direcci贸n, de inmediato se organiz贸 la represi贸n. Tropas armadas ocuparon las calles c茅ntricas de la ciudad. La Polic铆a Montada recorr铆a, sable en mano, la vecindad de la Universidad Nacional donde se hab铆a refugiado la mayor parte de la dirigencia estudiantil. Se dispuso el toque de queda a partir de las 9 de la noche y se orden贸 el apag贸n de todo el alumbrado p煤blico. La ciudad qued贸 esa noche sumida en la obscuridad y bajo el manto del terror. En su car谩cter de Jefe de Plaza, el mayor Bray emiti贸 esa tarde el bando siguiente, que fue repartido como volante por las calles de la ciudad y pegado en las paredes de la zona c茅ntrica por polic铆as uniformados." Su texto dec铆a as铆:
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BANDO
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Al Pueblo de la Capital
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por mandato confer铆dome por Decreto N掳 41.768 de la fecha asumo en el d铆a la Jefatura de la Plaza de Asunci贸n con autoridad sobe las fuerzas militares, navales y policiales de la Capital.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Al aceptar tan grave responsabilidad, lo he hecho confiado en que los habitantes de Asunci贸n cooperar谩n en el mantenimiento del orden p煤blico con toda la cordura y el buen sentido que aconsejan las circunstancias. La Rep煤blica atraviesa un per铆odo cr铆tico de su desenvolvimiento: solo con un esp铆ritu de paz y de amplia tolerancia rec铆proca, solucionaremos los problemas. El camino de la violencia nos conducir谩 a la anarqu铆a, mal a evitar porque tenemos al enemigo com煤n a las puertas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Prometo justicia y equidad. La fuerza solo se emplear谩 como 煤ltimo recurso para cumplir el mandato que he recibido y para cuyo mantenimiento agotar茅 todas las energ铆as. Por tanto:
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 ORDENO:
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1) Despu茅s de las 21 horas, se proh铆be la reuni贸n y el tr谩nsito de grupos de m谩s de tres personas;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2) Durante el d铆a, queda prohibido en las calles, paseos y plazas p煤blicas el estacionamiento de grupos de m谩s de diez personas;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3) Queda anulado todo permiso otorgado para la portaci贸n de armas y cualquier habitante hallado en posesi贸n de las mismas ser谩 arrestado en el acto, previo decomiso del arma;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4) Todos los espect谩culos p煤blicos, caf茅, billares, casas de tolerancias, etc. cerrar谩n sus puertas antes de las 23 horas;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 5) No se realizar谩 ninguna manifestaci贸n p煤blica sin previo y especial permiso de esta Jefatura;
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 6) Los que atenten contra la propiedad privada, la dignidad de los funcionarios y contra los Oficiales del Ej茅rcito, Armada y Polic铆as, as铆 como aquellos que hicieran ostentaci贸n de fuerza contra parques de guerra, cuarteles, establecimientos militares, policiales, etc. ser谩n detenidos y puestos a disposici贸n de esta Jefatura.
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Mayor A. BRAY Jefe de Plaza聽
Asunci贸n, 23 de Octubre de 1931.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 A pesar del rigor de las medidas aplicadas, el Gobierno no pudo evitar la gran manifestaci贸n que acompa帽贸 los restos de los estudiantes fallecidos hasta el cementerio de la Recoleta. "Rodeados del dolor, cari帽o y respeto de la ciudadan铆a paraguaya, fueron conducidos, unos tras otros, los diez ata煤des que guardan los restos mortales de los estudiantes ca铆dos frente al Palacio de Gobierno", destac贸 la nota period铆stica de una fotograf铆a tomada del cortejo f煤nebre.57
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El repudio ciudadano a la cruenta masacre fue un谩nime. Se ped铆a la renuncia del Presidente de la Rep煤blica y de sus ministros. "La sangre vertida en el crimen del viernes 23, ha abierto un abismo entre el pueblo y el Gobierno", anatematiz贸 el vespertino liberal El Orden. El diario La Tribuna, 贸rgano del Partido Liberal Unido, editorializ贸 el dolor y la indignaci贸n ciudadana en los t茅rminos siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Un d铆a de luto para la patria. La juventud estudiosa ha sido masacrada con las armas de la naci贸n. Mujeres y ni帽os han ca铆do en la jornada de ayer, frente al Palacio de Gobierno y en presencia del Primer Magistrado de la Naci贸n. Las metrallas funcionaban admirablemente para matar a nuestros ni帽os y j贸venes. Las madres paraguayas est谩n de luto la naci贸n llora sobre sepulcros tempranamente abiertos".
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 La ca铆da del Gobierno y del r茅gimen parec铆a inminente. El sector parlamentario opositor present贸 renuncia en bloque. El Partido Colorado decret贸 la abstenci贸n total de su actuaci贸n. Un ministro del Ejecutivo, el Dr. Justo Prieto, y varios diputados y senadores del partido de gobierno elevaron sus renuncias indeclinables. Presentaron igualmente renuncias el Presidente de la Corte Suprema de Justicia y numerosos magistrados. Hasta el Comisario de Ordenes de la Polic铆a de la Capital present贸 renuncia por "rehusar ponerse al servicio de una dictadura militar".58 El colapso final del Gobierno se hubiese producido inexorable, de no haber mediado la dr谩stica represi贸n aplicada "para restablecer el orden" y del decidido apoyo de las unidades militares de la capital movilizado bajo las 贸rdenes del Jefe de Plaza. "El Gobierno fue salvado gracias a la lealtad el Ej茅rcito", reconoci贸 m谩s tarde Justo Pastor Ben铆tez.59
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En una reuni贸n de dirigentes del Partido Liberal realizada en el local de la Escuela Militar, el presidente Guggiari ofreci贸 su renuncia que le fue rechazada con el voto de solidaridad de los presentes. Se acord贸 all铆 una salida pol铆tica a la crisis en la que el presidente Guggiari delegar铆a el mando en el Vicepresidente y se someter铆a a un juicio del Parlamento, que para entonces quedaba ya integrado exclusivamente con los amigos de Guggiari. El fallo final fue el sobreseimiento del Presidente y su exoneraci贸n de toda responsabilidad en la masacre. A pesar de todas las muertes, se concluy贸 que no hab铆a lugar "a formaci贸n de causa" en su contra. Fue un fallo pol铆tico adoptado para preservar la continuidad del liberalismo en el poder. D铆as despu茅s, Guggiari retomaba el mando y organizaba la jornada electoral que se realiz贸 bajo el imperio del Estado de sitio y sin la concurrencia de la oposici贸n. Quedaron electos el Dr. Eusebio Ayala como Presidente y un Parlamento integrado exclusivamente por hombres del ya disminuido grupo oficialista. La transmisi贸n de mando se efectuar铆a el 15 de agosto siguiente.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El Estado de sitio fue suspendido por el d铆a del comicio. Terminada la votaci贸n qued贸 autom谩ticamente restablecido. El rigor de la represi贸n fue intensificado con la Ley 1292 del 31 de diciembre de 1932, que calific贸 las actividades y la difusi贸n de las ideas comunistas y la ayuda que pudiera dispensarse a las mismas como delitos pasibles de penas de destierro y de prisi贸n. La cr铆tica y los reclamos contra la indefensi贸n del Chaco y contra los atropellos a las libertades p煤blicas eran censurados y reprimidos. En el mes de febrero siguiente fueron clausurados dos diarios, Patria, del Partido Colorado, y Cr铆tica, un diario independiente.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL DETERIORO ECON脫MICO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entre tanto, el deterioro econ贸mico se intensificaba en todos los rincones del pa铆s. "En la campa帽a paraguaya no circula el dinero", destacaba un diario de la capital.60 Los niveles de producci贸n y ocupaci贸n eran baj铆simos. Puede estimarse que la econom铆a operaba con una contracci贸n de entre el 35 al 45% con relaci贸n a los niveles de producci贸n e ingreso de 1928. Un informe del Banco Agr铆cola dio el siguiente panorama poco halag眉e帽o de lo que estaba ocurriendo en el pa铆s. En apoyo de un pedido de redescuento para el levantamiento de la cosecha que no ten铆a compradores, destacaba que por la falta de capacidad adquisitiva de la poblaci贸n, se ten铆a:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "..un comercio que languidece, que se ve obligado a apelar al trueque para subsistir; se contempla al ganadero que no puede colocar sus novillos, aunque existe una poblaci贸n que se desvive por consumir carne; se muestra a la industria que se debilita por la falta de dinero con que pagar la materia prima, al agricultor que percibe el fruto de sus energ铆as gastadas en un largo a帽o de lucha con la tierra, en mercader铆as cuyos precios desconoce, y que en todo caso, le han de prestar una utilidad siempre menor que el dinero; al Gobierno que no puede cobrar rentas, aunque haya voluntad en la masa tributaria para pagarla. Se nota un gran enrarecimiento del medio circulante".61
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El pedido de redescuento no fue atendido. El Gobierno no atinaba a estructurar un programa que representara una respuesta a la grave situaci贸n reinante.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Por su lado, la situaci贸n fiscal se deterioraba d铆a a d铆a. Bajo el efecto de la retracci贸n generalizada, los recursos fiscales hab铆an disminuido sustancialmente. Hacia principios de junio de 1932, el Ministro de Hacienda, Dr. Justo Pastor Ben铆tez, describi贸 esa situaci贸n en los t茅rminos siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "A medida que se intensifica la crisis (...) apenas se puede pagar el presupuesto; no se consiguen giros sobre Europa y Estados Unidos; los productos no hallan colocaci贸n. Hemos rebajado en un 33% el Presupuesto General. En 1929 se gast贸 m谩s de 298.000.000 de pesos curso legal, al paso que nosotros tenemos que atender el Chaco y los servicios p煤blicos con 200.000.000 y el argentino desvalorizado".62
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Esta apreciaci贸n fue formulada en momentos en que el pa铆s estaba ya en virtual estado 聽 de guerra. El contingente situado en el Chaco aumentaba, la defensa de los pocos fortines ocupados se reforzaba y con ello los requerimientos de gastos y de financiamiento adicional aumentaban d铆a a d铆a. Y la situaci贸n fiscal no daba muestras de mejor铆a. Por el contrario, en el a帽o siguiente, los recursos fiscales experimentar铆an otra contracci贸n adicional.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 EL PROGRAMA M脥NIMO DEL PARTIDO LIBERAL
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En medio de ese tenso panorama econ贸mico y social, el 17 de enero de 1932, la Convenci贸n del Partido Liberal adopt贸 un programa m铆nimo que ser铆a recomendado a los candidatos a Presidente y Vice de la Rep煤blica y a parlamentarios propuestos para las elecciones pr贸ximas. Dicho programa recoge los planteos revisionistas de la Juventud Liberal de noviembre de 1931, sin que todav铆a se insin煤en los extremos de la Constituci贸n de 1940. Al mismo tiempo que repudiaba los principios cl谩sicos laissezferistas, proclamaba la legitimidad de la intervenci贸n del Estado en la vida econ贸mica de la Naci贸n. Fue un cambio fundamental. El Partido Liberal dejaba de ser liberal en lo econ贸mico. El intervencionismo de Estado fue instituido como uno de sus postulados b谩sicos. El principio de propiedad privada era limitado por los requerimientos de su funci贸n social. La declaraci贸n de principios del documento inclu铆a al respecto los enunciados siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 3) El Partido Liberal ratifica su fe en la democracia como el r茅gimen m谩s propicio al desarrollo y dignidad de los pueblos; aspira a realizar dentro de ella una mayor justicia social; preconiza la soluci贸n de los conflictos sociales por las f贸rmula de la solidaridad y de la cooperaci贸n; reconoce la funci贸n social de la propiedad sin desmedro del capital privado cuya protecci贸n debe ser garantida eficientemente para el desarrollo de la econom铆a nacional.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 4) El Partido Liberal es un partido reformista, reconoce la oportunidad de la revisi贸n de los c贸digos y de las leyes para adaptarlos a las transformaciones sociales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 5) El Partido Liberal reconoce la legitimidad de la intervenci贸n del Estado como regulador del Derecho, y como factor de propulsi贸n de la cultura y de la econom铆a nacional. Como partido democr谩tico repudia los privilegios a favor de determinadas clases, a favor de empresas particulares y de gremios o corporaciones. Solo los servicios p煤blicos del Estado o las Municipalidades establecidos en beneficio de la comunidad deben ser exonerados de impuestos o protegidos por leyes especiales".
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Entre los puntos que deb铆an ser objeto de especial consideraci贸n en el nuevo per铆odo de gobierno a iniciarse figuraban los siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Legislaci贸n obrera.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Fomento del barrio obrero en la capital. Protecci贸n de los obreros de los yerbales y obrajes.聽聽聽聽聽聽聽
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Intensificaci贸n del programa de dotar al agricultor de peque帽a propiedad agropecuaria. Colonizaci贸n nacional y extranjera a base del parcelamiento de latifundios.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Repatriaci贸n de nacionales a base de la fundaci贸n de colonias fronterizas.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Defensa de la ganader铆a nacional.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Intensificaci贸n de una pol铆tica econ贸mica que tienda a mejorar y a acrecer la producci贸n nacional y a asegurarle mercado.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Creaci贸n del Banco Central.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Asistencia social preventiva. Mejor dotaci贸n de los hospitales regionales.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 -聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Orientaci贸n de la ense帽anza primaria hacia los problemas nacionales. Ampliaci贸n de la Escuela Agropecuaria.
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 LA CUESTI脫N DEL CHACO
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Ante la creciente presi贸n por la defensa del Chaco, el Partido Liberal asumi贸 en la ocasi贸n una posici贸n cautelosa. Declar贸 en el documento que "la defensa integral del chaco es el deber supremo del Gobierno y del pueblo", pero al mismo tiempo dej贸 establecido que para el efecto preconizaba "el arbitraje de derecho como 煤nica soluci贸n del diferendo con Bolivia" y que consideraba "peligroso para la naci贸n un arreglo directo". Reafirmaba para el efecto "su fe en la justicia internacional y en la solidaridad de los pueblos americanos". El documento no inclu铆a ninguna referencia a la necesidad del fortalecimiento de las Fuerzas Armadas de la Naci贸n.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 A pesar del evidente avance boliviano y de todos los reclamos ciudadanos, la defensa armada del Chaco era todav铆a soslayada por los hombres del Partido y del Gobierno. Dando instrucciones al Ministro de Guerra y Marina para el uso de los recursos disponibles y para la preparaci贸n del pr贸ximo presupuesto, el Ministro de Hacienda, ya en v铆speras de la guerra, en mayo de 1932 le manifestaba entre otras cosas lo siguiente:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Al finalizar el per铆odo presidencial se ha agravado la crisis econ贸mico-financiera. No solo no es posible pensar en la creaci贸n de nuevos impuestos, sino que los contribuyentes claman por la rebaja de los existentes. (...) Los recursos calculados para el pr贸ximo per铆odo presupuestario oscilan alrededor de 200.000.000 es decir, 43.000.000 menos que el a帽o pasado y 78.000.000 de menos que en 1929.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Es cierto que los impuestos en el Paraguay son menos gravosos que los de cualquier otro pa铆s del mundo, pero la materia imponible es tambi茅n escasa y de variable producci贸n. Las perspectivas son pues graves y de responsabilidad para los que tenemos el honor de acompa帽ar al Se帽or Presidente en las postrimer铆as de su mandato. Un d茅ficit cuantioso ser铆a un mal acto de gobierno, y una impresi贸n que adem谩s de repercutir sobre el pa铆s ser铆a una ruptura de la tradici贸n de equilibrio presupuestario alcanzado por el Gobierno Liberal con grandes esfuerzos. La Contralor铆a General de la Naci贸n y la Inspecci贸n de Hacienda han intensificado su actividad para hacer frente al d茅ficit producido por la restricci贸n econ贸mica y por la exig眉edad de las recaudaciones. Con todo eso se ha llegado a la conclusi贸n de que la 煤nica soluci贸n era la estricta econom铆a que debe consistir en no contraer nuevos compromisos ni hacer nuevas adquisiciones, sino aquellas estrictamente indispensables para el funcionamiento del servicio p煤blico. Habr谩 que girar contra las partidas del presupuesto, no en la medida de su amplitud, sino en la medida de las necesidades m谩s perentorias. Me atrevo a formular estas consideraciones por la brusca restricci贸n de las recaudaciones notada en estos d铆as, y seguro de encontrar en Vuestra Excelencia, como siempre se ha encontrado, un leal colega y un celoso administrador. Un solo dato bastar铆a para justificar esta actitud del Ministerio de Hacienda: se necesitan m谩s de 16.500.000 pesos mensuales para el servicio regular del presupuesto; o sea, 550.000 pesos por d铆a, y las recaudaciones diarias oscilan de 300 a 400.000 pesos. En esta grave situaci贸n apelo al patriotismo del Se帽or Ministro, pidiendo se sirva hacer llegar este pedido a todas las oficinas de su dependencia"63
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Puede verse en estas instrucciones la ausencia total de una preocupaci贸n por una guerra inminente. Por el contrario, en aras del patriotismo, el Ej茅rcito deb铆a reducir sus gastos en todo lo que pudiera. La gran preocupaci贸n era preservar el equilibrio presupuestal. Una cuesti贸n de principios. Era la sombra dominante de la gesti贸n y la pr茅dica de tantos a帽os de Eligio Ayala que hab铆a calado muy hondo en el pensamiento de la 茅lite gobernante y que los hombres del liberalismo trataban de emular. La obsesi贸n por el equilibrio presupuestal gravitaba con enorme fuerza en la conducci贸n fiscal. El mismo Ben铆tez lo confesar铆a:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "... No soy presuntuoso, dec铆a en la citada carta a Pablo Max Insfr谩n, pero no peco de ello si digo que muy pocos se hubieran animado a apechugar en este fardo al finalizar un per铆odo ya gastado. Se necesita esp铆ritu de abnegaci贸n en este pa铆s injusto, para servirlo con 13.500 $ de sueldo y exponerse a que cualquier desorbitado como Jover Peralta lo llene a uno de injurias. Afortunadamente este es un gobierno que se acaba. El quebranto ser谩 de dos meses y luego lo que el Dios de Israel quiera. Entre tanto nos estamos preparando a entregar una administraci贸n que en honestidad no le cede a la de Eligio y con poco d茅ficit. Es lo 煤nico que yo he podido hacer en 6 meses de ministerio apresurado."64
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Con el ataque boliviano a la laguna de Pitiantuta, el 15 de junio de 1932, se hizo evidente la inminencia de la guerra. Ante la falta de previsiones para esa eventualidad, el presidente Guggiari pidi贸 un estudio de los recursos que podr铆an destinarse a su financiamiento. Respuesta a este requerimiento fue el "Plan esquem谩tico de una movilizaci贸n financiera del Paraguay", que el Ministerio de Hacienda elev贸 a su consideraci贸n el 28 de julio y del cual extractamos los p谩rrafos siguientes:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Los recursos extraordinarios para financiar una guerra pueden proceder de tres fuentes distintas: a) del propio patrimonio del Estado; b) del cr茅dito p煤blico; c) de la imposici贸n de los habitantes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 a) Dentro del reducid铆simo patrimonio del Estado, que pudiera aportar recursos para la financiaci贸n de una guerra, no veo sino uno solo: los recursos en oro de la Oficina de Cambios. La utilizaci贸n completa de esos recursos implicar铆a un desastre econ贸mico (por la necesidad de mantener una cobertura m铆nima de la emisi贸n circulante para preservar la estabilidad monetaria). No queda pues sino una utilizaci贸n parcial de esos recursos, unos 500.000 pesos oro a lo m谩s. Al 31 de marzo ppdo., la existencia de la Oficina de Cambios en oro amonedado y oro en barras representaba la suma de 2.440.107,23 oro. Estas existencias fueron disminuidas en $ 469.333.75 oro, equivalentes a $ 20.000.000 c/l del empr茅stito concedido. Si a esa suma agregamos $ 500.000 para gastos de guerra, obtenemos $ 969,337.50, en los que disminuir铆an los fondos met谩licos de la Oficina de Cambios. As铆 es que los 2.440.107,23 oro representar谩n despu茅s de esa disminuci贸n $ 1.470.773,50 oro. Representando toda la emisi贸n de billetes al 31 de marzo ppdo. la suma de $ 177.483.349,50 c/l, o sea, 4.165.276 $ oro, el saldo representar铆a una garant铆a del 35.35%, no muy grande, pero suficiente para sostener la estabilidad monetaria ... a condici贸n, se entiende, de que no se aumente la emisi贸n de billetes.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 b) Cerrado el camino del cr茅dito exterior, no queda sino recursos del cr茅dito interno. En este orden veo dos posibilidades: 1) empr茅stito interno, y 2) el pago de las eventuales requisiciones con un t铆tulo (bono) de Tesorer铆a.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 1) El empr茅stito interno, autorizado en 1928 por Ley 1021 hasta la suma de 100.000.000 pesos de curso legal no fue cubierto sino en parte. Al 31 de noviembre ppdo., el total de los bonos emitidos no representaban sino $ 774.085 oro y 1.229.237 c/l. Queda pues un apreciable saldo a emitir. Creo que, recurriendo al patriotismo de los habitantes... se podr谩 colocar esos Bonos de Defensa Nacional Ley N掳 1021 por valor de unos 25.000.000 $ c/l y tal vez algo m谩s. Si esos bonos no se colocan por suscripci贸n, podr谩n servir de medio de pago por las adquisiciones. Sin embargo, implicando el servicio de intereses y de amortizaci贸n... una suma anual muy subida, creo que para el pago de las requisiciones se deber谩 crear otro t铆tulo menos oneroso para el Erario.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 2) Bonos de Guerra: Para que estos bonos representen la menor carga posible para el Fisco y a la vez tengan demanda ... los concibo del modo siguiente: a) los bonos no devengar谩n inter茅s ni tasa de amortizaci贸n, posterg谩ndose el rescate de ellos por medio de otro t铆tulo a tiempos mejores; b) en cambio un porcentaje bajo de la suma total de bonos emitidos -un tres o dos por ciento- se distribuir谩 a los tenedores de ellos en premios que se sortear谩n, por ejemplo, dos veces al a帽o. De ese modo cada bono ser谩 a la vez un t铆tulo de deuda del Estado y un billete de loter铆a... Creo que representando un perpetuo billete de loter铆a los "bonos de guerra" tendr谩n siempre cierta demanda. No veo ningunas objeciones de principio o de eficiencia de esa formaci贸n de empr茅stito en tiempo de guerra.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 c) Trat谩ndose de la necesidad de recursos muy subidos, es evidente que hay que desechar los arbitrios que no pueden dar sino rendimientos insignificantes. Hay que desechar tambi茅n todos los impuestos indirectos, sobre todo los de consumo y de circulaci贸n, que sin dar suficientes recursos, encarecen el costo de la vida y con eso profundamente trastornan la existencia de los habitantes. No quedan... sino los grandes impuestos directos: el de la renta, y el sobre las fortunas o la propiedad. El primero es imposible por dificultades t茅cnicas y su escaso rendimiento en nuestro ambiente. No queda, pues, como 煤nico posible recurso en caso de guerra, sino una contribuci贸n general sobre la propiedad...
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 d) C谩lculo del rendimiento posible de los recursos indicados:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 I)聽聽聽聽聽聽聽聽 Recursos de la Oficina de Cambios聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽21.305.000 $ c/l
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 II)聽聽聽聽聽聽聽 Empr茅stito interno Ley N掳 1021聽聽聽聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 25.000.000聽聽聽聽聽 "
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 III)聽聽聽聽聽 Bonos de guerra聽聽聽聽聽聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽 30.000.000聽聽聽聽聽 "
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 IV) 聽聽聽聽 Impuesto a la propiedad聽聽聽聽聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 100.000.000聽聽聽 "
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Total聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 聽聽聽聽聽聽聽 176.305.000 聽聽 "
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Puede ser que esa suma jam谩s se alcance, como puede ser que la exceda. En todo caso todos esos desembolsos presentan un formidable sacrificio para la poblaci贸n y un profundo trastorno de toda la econom铆a nacional.."65
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聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 El contenido y la propuesta de este documento resultan desconcertantes. Evidencian en primer lugar la falta total de previsiones para la eventualidad de un conflicto armado con Bolivia. Antes que una anticipaci贸n previsora, el plan no pasaba de una improvisaci贸n apresurada y equivocada ante hechos consumados.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 En efecto, la guerra era por entonces ya inevitable. Y aun en esas circunstancias, la propuesta traduc铆a una enorme vacilaci贸n y un intenso desconcierto ante un problema que adem谩s de inminente era ya ineludible. Reflejaba una incomprensible preocupaci贸n por no violar principios te贸ricos como los del equilibrio presupuestal, la estabilidad monetaria y la equidad tributaria, como si ellos fueran objetivos supremos e inviolables en la vida de un pueblo y estuvieran por encima de los requerimientos y deberes de la defensa nacional. Pudores semejantes podr铆an comprenderse en principiantes novatos en las lides de la pol铆tica, pero no en estadistas maduros, en hombres experimentados en los trajines del gobierno de una naci贸n. Con esos criterios no podr铆a haberse encarado con alguna posibilidad de eficacia la defensa del Chaco.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Una guerra no se hace a cuenta gotas, o al ritmo de las posibilidades inciertas de la disponibilidad de recursos que pudiera generar una pol铆tica de equilibrio presupuestal o a una escala reducida, sujeta a las econom铆as de un presupuesto de limitados recursos como el que ofrec铆a el plan. Por el contrario, es la pol铆tica fiscal la que debe ajustarse a los requerimientos de la guerra, de lo contrario, la acci贸n b茅lica queda, desde su mismo inicio, irremediablemente condenada al fracaso. Por otra parte, los recursos propuestos en el plan, adem谩s de insuficientes, eran todos, excepci贸n hecha del uso parcial de las reservas de la Oficina de Cambio, de lenta recaudaci贸n. Y los requerimientos de una guerra no esperan.
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Afortunadamente para el pa铆s, se produjo un vuelco providencial. Eusebio Ayala, el Dios de Israel al que alud铆a Ben铆tez por su ascendencia semita, llev贸 a la conducci贸n gubernamental un enfoque diferente. A su criterio, lo manifestar铆a m谩s tarde, el ejercicio del gobierno no podr铆a tener por meta la mera aplicaci贸n de postulados te贸ricos, de principios dogm谩ticos, sino que su obligaci贸n era dar respuestas efectivas a los graves problemas que confrontaba la naci贸n. En sus conferencias y mensajes, hacia el t茅rmino de su mandato, explicit贸 su pensamiento sobre estas materias del modo siguiente:
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 "Hablar de presupuestos equilibrados y de profundas econom铆as cuando estamos en presencia de semejantes problemas, nos parece un triste y cruel absurdo.(...) El misticismo de los domas no nos sacar谩 de apuros. 隆Qu茅 importa que el presupuesto sea equilibrado y que la moneda sea estable si el pueblo no conoce m谩s que la pobreza y ni siquiera goza del aliento de la esperanza!".66
聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽聽 Mientras tanto, el avance boliviano prosegu铆a sin interrupciones. Adem谩s de la toma de Pitiantuta en el mes de junio, tropas bolivianas se hab铆an apoderado de los fortines Corrales, Toledo y Boquer贸n hacia fines de julio. En agosto ocuparon el fort铆n Caray谩. La reacci贸n paraguaya no pod铆a demorarse m谩s. Se orden贸 la movilizaci贸n general y el 31 de agosto siguiente, Eusebio Ayala le dio a Estigarribia la orden de retomar Boquer贸n. La guerra comenzaba.
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NOTAS
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1Kindleberger, Charles P. La crisis econ贸mica 1929-1939. Ed. Cr铆tica. 1985. p. 136.
2Di Tella, G. y Zymelman, M. Los ciclos econ贸micos argentinos. Paid贸s. 1973. p. 211.
3Heilbroner, Robert L. Vida y Doctrina de los Grandes Economistas. Aguilar. p. 328.
4Ib铆d. p. 367.
5Ib铆d. p. 328.
6Galbraith, John Kennetth. Historia de la Econom铆a. Ariel. p. 213.
7El Liberal. El gran p谩nico de Wall Street. Diciembre 7 de 1929. p. 1.
8Guggiari, Jos茅 P. Mensaje al Congreso Nacional. 1931. El Estado General de la Naci贸n durante los Gobiernos Liberales. Vol. III. p. 1037.
9Ibid. p. 1039.
10Historical Statistics of the United States. Bicentennial Edition. pp. 550-563.
11La Uni贸n. Junio 3, 1931. p. 1.
12S. G. Triantis. Ciclycal Changes in Trade Balances of Countries Exporting Primary Products. 1927-1933. p. 19.
13Direcci贸n General de Estad铆sticas. Memorias 1929 y 1932.
14Memorias del Ministerio de Hacienda. 1930. pp. 49 y 51. Bolet铆n del Tesoro N潞s. 133 y 117. Jos茅 P. Guggiari. Mensaje al Congreso Nacional. 1932 cit.
15Robert Triffin. La Reforma Monetaria del Paraguay. Guarania. N掳 1. 1947. p. 123.
16Riart, Ger贸nimo. 驴A d贸nde vamos? El Diario. Octubre 21 de 1931.
17Memoria del Ministerio de Hacienda. 1930. p. 31.
18El Liberal. 25 de abril de 1930.
19Consulado Americano en Asunci贸n. Despacho N潞 30 del 25 de abril de 1930.
20Beveraggi Allende, Walter. El Ocaso del Patr贸n Oro. Eudeba. 1972. p. 71.
21El Liberal. El P.E. proyecta la reforma monetaria y la creaci贸n de un Banco Central del Estado. Abril 25 de 1930.
22LAA. Despacho N潞 123. Tema: Posible reorganizaci贸n financiera en Paraguay. Setiembre 5 de 1930.
23LAA. Despacho N掳 66. Junio 27 de 1930.
24La exposici贸n de motivos, redactada por el Dr. Ger贸nimo Riart, fue publicada en el n煤mero 65 de la Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de enero, 1931. pp. 59 y sig., con el t铆tulo de "El R茅gimen Monetario del Paraguay". La copia del texto original del proyecto de ley me fue facilitada por el que fuera ilustre bibli贸grafo D. Carlos A. Guggiari.
25Tendr铆a as铆 una equivalencia de cuatro paraguayos y ochenta y dos centavos por cada peso oro sellado, o de ocho pesos de curso legal con ochenta y tres centavos por cada paraguayo.
26G. Riart. ob., cit. pp. 86 y 87.
27Policarpo Artaza. Ayala, Estigarribia y el Partido Liberal, E. Ayacucho. 1946, p. 93.
28Ib铆d. p. 76.
29Memorias del Mariscal Estigarribia. 1972. pp. 47,48.
30Refiere Arturo Bray: "... de haber dependido del cuerpo de oficiales, la elecci贸n del candidato no se habr铆a presentado como dudosa". "Ayala (...) inspiraba a los militares ciertos recelos, en raz贸n de su acendrado pacifismo, quiz谩s mal expresado y peor interpretado". Arturo Bray. Armas y Letras. Memorias. T. II. p. 96.
31El original de esta minuta, cuya copia fotogr谩fica reproducimos, forma parte de la rica colecci贸n documental del Dr. Carlos A, Guggiari.
32Los antecedentes y detalles del incidente fueron consignados en un colorido informe que el Jefe de Polic铆a elev贸 al Presidente de la Rep煤blica, copia de cuyo original conservamos.
33La Uni贸n. 25 de octubre de 1930.
34Maschke, Arturo. Raz贸n de ser y directivas de la Reforma del Banco Central. Panorama Econ贸mico. p. 414.
35聽Relato de Jos茅 de Brito. En Francisco Quesada, La Toma de Encarnaci贸n - 1931. p. 102.
36La Naci贸n. 23 de febrero de 1931.
37Quesada, F. Ob. cit. p. 65.
38Quesada, F. Ob. cit. p. 102.
39Legaci贸n Americana en Asunci贸n. Despacho N掳 13. Marzo 26 de 1930.
40Legaci贸n Americana en Asunci贸n. (en adelante LAA) Despacho N掳 199 del 8 de Abril de 1931.
41La Uni贸n. Octubre 4 de 1931.
42El Liberal. Se deniega H谩beas Corpus al mayor Franco. Diciembre 9 de 1931.
43Riart, Ger贸nimo. Nuestro Sistema Monetario. El Diario. Octubre 7 de 1931.
44Jacquet, Alfredo J. La Pol铆tica monetaria del Paraguay. El Diario. Oct. 15 de 1931.
45Revista del Comercio. N掳 375. Abril 1潞 de 1931.
46Galeano, Venancio B: La Oficina de Cambios y el momento monetario. El Liberal Oct.10 de 1931; La Oficina de Cambios. Su Transformaci贸n en Banco Central. El Liberal - Oct. 16 de 1931. Silvio Maldonado. El Patr贸n Monetario Nacional. El Diario. Oct. 16 de 1931. Un guaire帽o: La moneda argentina y el d贸lar. El Diario. Nov. 7 de 1931.
47Riart, Jer贸nimo. 驴A d贸nde vamos? El Diario. Octubre 21 de 1931.
48El Diario. Octubre 17 de 1931.
49El Liberal. Oct. 9 de 1931.
50Ben铆tez, Justo P. Ensayos sobre el Liberalismo Paraguayo. Palad铆n de la Democracia. 1988. p. 286.
51Cardozo, Efra铆m. 23 de Octubre. Una p谩gina de historia contempor谩nea del Paraguay. p. 229.
52Prieto, Justo. Ll茅nenselos claros. (Una omisi贸n en el texto del libro "23 de Octubre. Una p谩gina de historia contempor谩nea del Paraguay"). B.A. 1957.
53Ib铆d. pp. 11 y 12.
54聽Irala, Adriano. Los Sucesos del 23 de Octubre. Reprod. en Enrique Volta Gaona. 23 de Octubre. pp. 297 y sig.
55Decretos 41766 y 41768 respectivamente. Ambos del 23 de Octubre de 1931.
56En su libro sobre el 23 de octubre, Agust铆n 脕vila reproduce equivocadamente el otro Bando N潞 1 que el mismo mayor Bray emitir铆a a帽os m谩s tarde el 2 de noviembre de 1937.
57Nota a una foto period铆stica tomada en Antequera y Presidente Wilson de la marcha mortuoria a la Recoleta. Reproducido en E. Volta Gaona. Ob. cit. p. 8.
58Bray, Arturo. Armas y Letras. Memorias. T. III. 1981. p. 78.
59Ben铆tez, Justo P. Ensayos sobre el Liberalismo Paraguayo. Archivo del Liberalismo. p.286.
60El trabajo campesino. El Liberal. Octubre 8 de 1931.
61El Banco Agr铆cola pide el redescuento. El Liberal. Diciembre 29 de 1931.
62Ben铆tez, Justo P. Carta a Pablo Max Insfr谩n. Reproducida en Alfredo Seiferheld. Econom铆a y Petr贸leo durante la Guerra del Chacra. 1983. p. 225.
63Archivo personal del Dr. Justo Pastor Ben铆tez (h). Reproducido en A. Seiferheld. ob. cit. pp. 224, 225.
64Carta citada a Pablo Max Insfr谩n. El Dios de Israel a que hace referencia era Eusebio Ayala, por entonces ya Presidente Electo.
65Reproducido en Lorenzo N. Livieres Guggiari. El Financiamiento de la Defensa Nacional. 1924-1933. A.N. pp. 59 y 60.
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HISTORIA ECON脫MICA DEL PARAGUAY
COLAPSO Y ABANDONO DEL SISTEMA LIBERAL
1923 a 1946 - TOMO II
WASHINGTON ASHWELL
Asunci贸n - Paraguay (465 p谩ginas)
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