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Ticio Escobar
  ARTE ACTUAL EN EL PARAGUAY 1900-1995, 1997 - JOSEFINA PL脕, OLGA BLINDER, TICIO ESCOBAR


ARTE ACTUAL EN EL PARAGUAY 1900-1995, 1997 - JOSEFINA PL脕, OLGA BLINDER, TICIO ESCOBAR

ARTE ACTUAL EN EL PARAGUAY 1900-1995 (2陋 EDICI脫N)

ANTECEDENTES Y DESARROLLO DEL PROCESO

EN LAS ARTES PL脕STICAS


Textos de JOSEFINA PL脕; OLGA BLINDER; TICIO ESCOBAR


Editorial Don Bosco

Dise帽o de tapa:聽OSVALDO SALERNO

Asunci贸n-Paraguay, 1997. 197 pp.




INDICE

PRESENTACI脫N

- GRUPO ARTE NUEVO, JOSEFINA PL脕;

- SIETE D脡CADAS EN LAS ARTES PL脕STICAS, TICIO ESCOBAR;

- RECUERDOS Y ALGO M脕S, OLGA BLINDER.


DOCUMENTOS 1952 - 1995

路 ARTE CONTEMPOR脕NEO, JO脙O ROSSI

路 ARTE CONTEMPOR脕NEO, JOSEFINA PL脕

路 POR UN ARTE NUEVO, RAMIRO DOM脥NGUEZ

路 EL MOVIMIENTO RENOVADOR EN NUESTRA PINTURA, JOSEFINA PL脕

路 LA PINTURA PARAGUAYA MODERNA, MIGUEL 脕NGEL FERN脕NDEZ

路 TRES PINTORES PARAGUAYOS, JOSEFINA PL脕

路 "ART IN LATIN AMERICA TODAY" PARAGUAY, MIGUEL 脕NGEL FERN脕NDEZ

路 EXPOSICI脫N COLECTIVA, L脥VIO ABRAMO

路 EL OJO DE LA CR脥TICA, 脫SCAR TRINIDAD

路 LA PL脕STICA PARAGUAYA, TICIO ESCOBAR

路 UNA D脡CADA SIN HISTORIA, JUAN MANUEL PRIETO

路 ESE GRATO RECUERDO DEL PRESENTE, JOS脡 LUIS APPLEYARD

路 PREMIO BENSON & HEDGES, TICIO ESCOBAR

LA RECREACI脫N DE LA HISTORIA EN COLOMBINO, JORGE GLUSBERG -

路 OCUPANDO UN ESPACIO, JES脷S RUIZ NESTOSA

路 30 IM脕GENES DEL CEMENTERIO DE LUQUE DE RICARDO MALDONADO, OLGA BLINDER

路 LA DESTRUCCI脫N DE LOS DECORADOS, LULY CODAS

路 FOTOGRAF脥AS "UNA VISI脫N RETROSPECTIVA", JES脷S RUIZ NESTOSA

路 POMOKOI EN ALEMANIA, DOROTH脡E WILLERT

路 ARTE - SANOS: 20 A脩OS, OLGA BLINDER

路 TRES N脷CLEOS PARA LAS ARTES PL脕STICAS, GERARDO ESCOBAR - INSTITUTO DE ARTE 鈥 IDEA

CUADROS SIN脫PTICOS

ETAPAS, CARACTER脥STICAS Y T脡CNICAS: SUS REPRESENTANTES

路 INSTITUCIONES DE ENSE脩ANZA Y PROFESORES

路 GALER脥AS Y MUSEOS

路 LIBROS Y REVISTAS QUE SE OCUPAN DE LAS ARTES PL脕STICAS

DATOS BIOGR脕FICOS DE ARTISTAS




PRESENTACI脫N


"De no hacerse, en breve, esta s铆ntesis en la que habr铆a

de estudiarse 铆ntegramente el esfuerzo que hiciera el

Paraguay en este orden de la cultura humana que se

llama la producci贸n art铆stica; de no hacerse inmediatamente,

sobre todo la reconstrucci贸n del pasado,

m谩s tarde 驴qui茅n la har谩?. Cuando falten los jalones

y se haya roto a煤n m谩s el hilo de la tradici贸n 驴qui茅n

le anudar谩?. El pasado, a veces se esfuma y no deja

en pos de s铆 ni sus glorias ni sus ense帽anzas, ni su

recuerdo mismo a quienes no quisieron o no supieron

hacerse dignos de 茅l...".

Dr. VIRIATO D脥AZ P脡REZ "El Liberal" 1-1-1917


A partir de las palabras de Don Viriato D铆az P茅rez y animada por ellas, en 1956 escrib铆 unas p谩ginas que pretend铆an, inmodestamente, reunir algunos datos sobre "La Pintura en el Paraguay" y que, respondiendo a su invitaci贸n, le铆 en la Sociedad de Arquitectos de S谩o Paulo, Brasil. Comenzaba diciendo: "Pretender hacer una historia de la pintura en el Paraguay es tarea que compete a hombres capacitados para hurgar en archivos, bibliotecas, en colecciones de peri贸dicos y en memorias... Porque hablar de pintura, de historia de la pintura en nuestro pa铆s, significa comen-zar de lejos, de las Misiones Jesu铆ticas (1600 m谩s o menos) o de muy cerca, tan cerca que deja de ser historia y se convierte en recuerdos". Hoy, pasados los a帽os y con una perspectiva diferente, creo todav铆a que lo que Viriato D铆az P茅rez planteaba sigue siendo tan vigente como entonces y que tenemos el deber de reunir nuestros recuerdos, de hurgar en nuestra memoria, para que "no falten los jalones", ni se esfume el pasado, dejando el hueco que, tantas veces, se llena m谩s tarde de datos inexactos.

Cuando el Centro Cultural Paraguayo Americano festejaba, en 1982, sus 40 a帽os organiz贸 una serie de paneles sobre distintos aspectos de la cultura del Paraguay y su desarrollo en esas mismas cuatro d茅cadas Me toc贸 coordinar la mesa que trataba sobre "40 a帽os en las artes pl谩sticas" y ese hecho me sugiri贸 la idea ele reunir algunos de los temas que se trataron en dicha ocasi贸n y publicar las opiniones de quienes, de una u otra manera, fueron y son protagonistas del proceso.

Poco a poco la idea fue tomando forma, y 茅ste es el resultado. No se pretende presentar un panorama exhaustivo, ya que eso dar铆a lugar a un estudio m谩s profundo y me ver铆a obligada a recurrir a m煤ltiples y diferentes fuentes de datos. Esa alternativa, v谩lida cuando la historia se aleja en el tiempo, tiene sus riesgos cuando es muy pr贸xima, y puede desconcertar al lector present谩ndole puntos de vista subjetivos y contradictorios.

Por ese motivo, aunque pueda parecer menos objetivo, decid铆 reunir las opiniones de quienes, al enfocar los acontecimientos desde tres diversas 贸pticas, complementan la informaci贸n de lo que fue, en un momento dado, el panorama pl谩stico de nuestro pa铆s.

Josefina Pl谩 eligi贸 escribir sobre el "Grupo Arte Nuevo: g茅nesis, obra y significado". Ofrece datos que dif铆cilmente pueda dar ninguna otra persona, porque est谩n avalados por el rol intelectual que le toc贸 desempe帽ar en la formaci贸n del Grupo y en su posterior desarrollo.

Siendo la mayor de los cuatro componentes del grupo original, ten铆a una visi贸n m谩s clara, ya que hab铆a participado en otros movimientos art铆sticos en nuestro pa铆s y en Europa, acompa帽ando a Andr茅s Campos Cervera, su marido, cuya obra pl谩stica es m谩s conocida bajo la firma de Juli谩n de la Herrer铆a. Ten铆a, adem谩s, la experiencia de los grupos literarios y po茅ticos que conformaron la generaci贸n del 40 (con Herib Campos Cervera, Augusto Roa Bastos, Elvio Romero, Oscar Ferreiro y Ezequiel Gonz谩lez Alsina) y sus m煤ltiples facetas -cuentista, poeta, historiadora- le dan la posibilidad de comprender la pl谩stica desde una perspectiva m谩s amplia; su aporte, por eso, es fundamental en este recuento de lo que fue ese per铆odo de nuestra historia cultural. Sin embargo, no se debe dejar de lado el trabajo que realiz贸 como ceramista, qu茅 fue de gran importancia, pues no s贸lo plasm贸 sus propias creaciones sino que form贸 a quienes, reconoci茅ndola o no como maestra, siguieron trabajando y se consagraron en el arte del barro, el esmalte y el fuego.

Es en su papel de artista, poseedora de mayor experiencia y m谩s profundo saber, que Josefina Pl谩 asumi贸 naturalmente el liderazgo del Grupo Arte Nuevo. A ella tenemos la suerte de poder recurrir para publicar ahora sus testimonios en este aspecto de la historia art铆stica del Paraguay.

Fui el miembro m谩s joven del Grupo y por eso, quiz谩, me toc贸 desencadenar el movimiento. En aquel momento mi posici贸n no estaba definida intelectualmente y los acontecimientos me llevaron a unirme a aquellos artistas que no coincid铆an con la posici贸n tomada por los directivos del Centro de Artistas Pl谩sticos. Fue su compa帽铆a y su apoyo los que me ayudaron a comprender la responsabilidad que ten铆amos cada uno de los que en aquel preciso momento deb铆amos poner nuestro peque帽o grano de arena en algo que, en mi caso, todav铆a no comprend铆a muy bien y, por eso mismo, tampoco pod铆a presumir la trascendencia que tendr铆a en el futuro.

Pasados los a帽os fui comprendiendo que los acontecimientos no se dan caprichosamente y que cada actitud repercute m谩s all谩 de lo que sospechamos en el momento. Fue dif铆cil para m铆 entender como se fueron uniendo los hechos y por eso creo que mi experiencia puede servir a otros que, leyendo estas p谩ginas, tendr谩n una informaci贸n que les ayudar谩 a entender m谩s f谩cilmente el proceso que se dio para que las artes pl谩sticas en el Paraguay llegaran a 1980 en la forma que lo hicieron.

Creo que la aproximaci贸n al mismo per铆odo desde otro 谩ngulo es sumamente importante y a Ticio Escobar le corresponde, por derecho propio, plantear su punto de vista en relaci贸n a las "Siete d茅cadas en las artes pl谩sticas en el Paraguay". Nos ofrece un enfoque diferente, ya que por no haber pertenecido al grupo -naci贸 en 1947- y haberse relacionado al quehacer art铆stico desde la posici贸n de cr铆tico, puede tomar distancia para tener una visi贸n total de los hechos. Eso le permite percibir un panorama m谩s complejo, en el que otras variables -econom铆a, pol铆tica, etc.- entran en juego en la din谩mica del proceso. Esos dos aspectos, la juventud y su formaci贸n est茅-tico-filos贸fica, le llevan a enfocar el mismo lapso de tiempo y los mismos acontecimientos d谩ndoles un planteamiento distinto y con un objetivo, m谩s que nada, descriptivo. Por otra parte, el directo conocimiento de la obra de la mayor铆a de los artistas que realizaron su tarea en ese per铆odo hace que sea m谩s v谩lida la cita nominal de los mismos.

Los tres escritos se complementan con fotograf铆as de las obras que consideramos que el lector necesita conocer para adentrarse en las ideas que se proponen.

Este peque帽o volumen pod铆a haber terminado ah铆, pero pens茅 que hac铆a falta algo m谩s. Era importante documentar, en alguna medida, lo que los autores plantean y por eso reproducimos algunos textos, notas period铆sticas, presentaciones y comentarios publicados entre 1950 y 1980 en diversos medios de nuestro pa铆s y del exterior. Las transcripciones servir谩n para que el lector pueda ubicarse, a trav茅s de ellas, en ese lapso de tiempo y conocer, en sus fuentes, lo que escrib铆an quienes orientaban a la opini贸n p煤blica en materia art铆stica.

Es necesario para completar este trabajo, ofrecer en forma clara y sint茅tica una visi贸n cronol贸gica de los acontecimientos. Para eso, con la invalorable y eficaz colaboraci贸n de Josefina Pl谩 y Ticio Escobar elabor茅 los cuadros sin贸pticos correspondientes a:

- Caracter铆sticas, t茅cnicas y representantes de los movimientos art铆sticos desde principios del siglo XX hasta 1980.

-Cronolog铆a de los hechos m谩s resaltantes relacionados con las artes pl谩sticas: libros, revistas, galer铆as de arte, colecciones y museos.

- Instituciones dedicadas a la formaci贸n art铆stica y sus profesores.

Espero que los j贸venes que estudian en los centros de ense帽anza media y superior de nuestro pa铆s encuentren aqu铆 respuestas al despertar de sus inquietudes que, tantas veces, se les hace muy dif铆cil satisfacer. A ellos van dedicadas estas p谩ginas.

En esta edici贸n, actualizada hasta 1995, se sigue respetando la estructura general de la primera edici贸n pero se a帽ade un complemento que ha escrito el propio Ticio Escobar, ampliando su estudio anterior de las 7 d茅cadas de la pl谩stica paraguaya que figuran en la primera edici贸n de este libro; y tambi茅n se incluyen algunos documentos que se acercan al momento actual sustituyendo a otros que con el correr del tiempo se consideraron prescindibles.
Del mismo modo se intent贸 actualizar los cuadros sin贸pticos y las biograf铆as de los artistas.


OLGA BLINDER



DOCUMENTOS SOBRE LAS ARTES PL脕STICAS


LA PINTURA PARAGUAYA MODERNA

MIGUEL ANGEL FERN脕NDEZ

Por primera vez el Paraguay participa, este a帽o, en la Bienal Americana de Arte, que se realiza en la ciudad de C贸rdoba, Argentina. Industrias Kaiser, patrocinadora de dicho certamen, y el Ministerio de Educaci贸n y Culto en nuestro pa铆s, conjuntamente, designaron, para determinar el env铆o paraguayo, un comit茅 de selecci贸n integrado por la se帽ora JOSEFINA PL脕 y los se帽ores OSCAR TRINIDAD, HERMANN GUGGIARI y MIGUEL ANGEL FERN脕NDEZ. Este 煤ltimo tuvo tambi茅n a su cargo la redacci贸n de un breve panorama de nuestra pintura moderna, como introducci贸n a la muestra paraguaya en el Cat谩logo de la Bienal. Miguel Angel Fern谩ndez es Secretario de la Asociaci贸n Paraguaya de Cr铆ticos de Artes, afiliada a la AICA, director de las Ediciones Di谩logo, corresponsal del Centro Internacional de Estudios Po茅ticos de varias publicaciones extranjeras, colaborador de revistas como "Cuadernos Americanos" y "La Gaceta", de M茅xico, "Especial" de Bogot谩, "Lisula" de Madrid, etc. Su cuaderno de poemas "Oscuros d铆as" (1960) fue traducido recientemente al franc茅s y editado en la colecci贸n "Profils Po茅tique des Pay Latins" de Niza. A continuaci贸n publicamos la mencionada nota introductoria.

Hasta hace poco m谩s de una d茅cada predominaban en las artes pl谩sticas del Paraguay las tendencias derivadas del apariencialismo renacentista. Los pintores que a principios de este siglo fueron en busca de una formaci贸n t茅cnica -que el medio no pod铆a proporcionarles- se adhirieron a los conceptos vigentes en las academias europeas, especialmente las italianas, que por lo general frecuentaron. Uno de esos artistas, ANDR脡S CAMPOS CERVERA (1888-1937), pudo sin embargo rebasar las limitaciones acad茅micas, explorando las posibilidades de diversas tendencias post-impresionistas. Pero en 1921 abandon贸 la pintura para dedicarse por entero a la cer谩mica, realizando en esta t茅cnica una obra trascendente y original. Otro pintor, JAIME BESTARD, -coet谩neo del anterior, aunque aparecido posteriormente- vivi贸 algunos a帽os en Par铆s, de donde volvi贸 con un bagaje de realizaciones que tampoco se reduc铆a a los l铆mites del academicismo. Pero presionado por un medio refractario a las nuevas manifestaciones art铆sticas, se retir贸 a una posici贸n m谩s tradicional, oponi茅ndose, a帽os m谩s tarde, al movimiento renovador. Con todo, en los 煤ltimos tiempos, Bestard ha vuelto a tentar la experiencia moderna, destac谩ndose en esta nueva etapa sus lib茅rrimas y punzantes figuraciones, productos tard铆os de un talento que no cont贸 con las condiciones propicias para su desenvolvimiento. Diferente fue el caso de ANDR脡S GUEVARA, recientemente fallecido, que sali贸 del Paraguay antes de los veinte a帽os y no volvi贸 a 茅l sino ocasionalmente. No obstante ello, en su visi贸n art铆stica se halla patente el recuerdo de la estremecedora realidad social o humana de la cual se hab铆a desarraigado. La caricatura y el dibujo ilustrativo del Brasil y la Argentina, pa铆ses en los cuales residi贸, fueron en cierta 茅poca influidos fuertemente por su concepci贸n estil铆stica. Aunque escasa, su obra pict贸rica se cuenta entre lo m谩s expresivo y aut茅ntico del g茅nero de nuestro pa铆s.

Pr谩cticamente ninguno de estos artistas influy贸 en el proceso de renovaci贸n de nuestras artes pl谩sticas. CAMPOS CERVERA (m谩s conocido como JULI脕N DE LA HERRER脥A) fue el fundador de una valiosa ceram铆stica, pero su pintura permaneci贸 casi enteramente olvidada hasta hace pocos a帽os; Bestard se mediatiz贸 y Guevara no expuso nunca sus creaciones en el medio. En cambio, fue mucho mayor la influencia de dos artistas extranjeros, WOLF BANDUREK y JO脙O ROSSI, que vivieron en el pa铆s durante algunos a帽os. A ellos principalmente, se debi贸 la introducci贸n de un nuevo sentido art铆stico, y su est铆mulo fue decisivo para los pintores que poco despu茅s iniciar铆an el movimiento actual, cuya primera manifestaci贸n fue la SEMANA DE ARTE MODERNO de 1954. Gestor de aquella primera muestra colectiva fue el GRUPO ARTE NUEVO, fundado por JOSEFINA PL脕 (ceramista y cr铆tico de arte), OLGA BLINDER, LIL脥 DEL M脫NICO y JOS脡 L. PARODI (ceramista y escultor), a los cuales se unieron inmediatamente EDITH JIM脡NEZ, JOEL FIL脕RTIGA (el 煤nico surrealista de nuestra pl谩stica) y algunos otros. De los pintores del grupo, cabe recordar especialmente a OLGA BLINDER, artista en cuya obra la intenci贸n expresiva y comunicativa se apoya en s贸lidas estructuras formales. Tambi茅n debe subrayarse el nombre de EDITH JIM脡NEZ, que despu茅s de un largo par茅ntesis dedicado al grabado, ha iniciado una interesante experiencia en el campo de la pintura informal. Af铆n al grupo pero llegado un poco m谩s tarde, fue el joven y valioso pintor CARLOS COLOMBINO cuyas creaciones se inscriben, salvo no rara excepci贸n, en la tendencia no-figurativa, distribuy茅ndose en etapas que van desde la simple composici贸n de formas hasta la abstracci贸n expresiva.

Posteriormente se han dado a conocer en el medio, otros artistas de obra relevante como LAURA M脕RQUEZ y PEDRO DI LASCIO. La primera, formada en la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires, ha realizado una obra decantada y rigurosa, dentro de las tendencias no-figurativas del Plata. Di Lascio, pintor primitivista, ha contribuido a nuestro arte con una visi贸n ingenua pero aut茅ntica del ambiente local. Hay que mencionar, todav铆a, a MICHAEL BURT y a los j贸venes ENRIQUE CAREAGA, ANGEL YEGROS, JOS脡 ANTONIO PRATT y WILLIAM RIQUELME, empe帽ados en b煤squedas que hacen azaroso cualquier intento de valoraci贸n.

En la presente muestra de pintura paraguaya actual no se ha podido incluir obras de algunos de sus m谩s destacados valores, como CARLOS COLOMBINO y EDITH JIM脡NEZ. No obstante, permite apreciar sus posibilidades y tendencias, as铆 como el esfuerzo de nuestros artistas por alcanzar nuevas dimensiones est茅ticas y un m谩s alto nivel de valores dentro del arte continental.

La Tribuna - Setiembre de 1964.

TRES PINTORES PARAGUAYOS

JOSEFINA PL脕

Las artes pl谩sticas paraguayas han sufrido -quiz谩 m谩s a煤n que la literatura- las consecuencias de su zarandeada mediterraneidad. La ausencia de intercambio, de aportes culturales renovadores, de comunicaci贸n eficaz, en una palabra, se han hecho sentir agudamente en el plano art铆stico y se han reflejado en el asincronismo, en la desorientaci贸n y en la inevitable involuci贸n de los artistas que en distintas 茅pocas buscaron en el exterior las imprescindibles experiencias espec铆ficas y regresados al pa铆s no salieron ya de 茅l. Todo esto explica el general atraso de esta pl谩stica con relaci贸n a las corrientes universales, hasta mediados del siglo.

En el transcurso de esos a帽os, y mientras los pintores enclaustrados segu铆an viviendo precariamente de los parvos juegos primeros, al margen de las corrientes universales mencionadas, unos pocos m谩s afortunados consiguieron permanecer en el exterior y mantener un nivel contempor谩neo. Fueron estos ANDR脡S CAMPOS CERVERA y ANDR脡S GUEVARA. Naturalmente, el privilegio de seguir en contacto con las corrientes vivas de la pl谩stica -en Europa el uno, el otro en Sudam茅rica- no se cumpli贸 sin desmedro de sus posibilidades de magisterio local. Ninguno de los dos particip贸 en el proceso art铆stico interno. Su obra qued贸 al margen de esa elaboraci贸n. El primero, sin embargo, ejerci贸 influencia poderosa en la creaci贸n de una cer谩mica art铆stica nacional (dedic贸 a la cer谩mica los 煤ltimos quince a帽os de su vida). En este terreno su papel rector fue decisivo; pero hecho curioso, fue p贸stumo, y se ejerci贸 a trav茅s del Museo sostenido por su viuda y de la obra did谩ctica, difusiva y pl谩stica de 茅sta. El arte paraguayo, pues, se vio privado de todos los elementos que podr铆an haber servido oportunamente a su desarrollo. En los 煤ltimos tiempos, artistas de excelente formaci贸n en el exterior, como EDITH JIM脡NEZ (grabadora) y LAURA M脕RQUEZ (pintora) han regresado al pa铆s capacitadas para colaborar en ese proceso; pero su labor no ha tenido aun efectos palpables.

ANDR脡S CAMPOS CERVERA (1888-1937) , pintor, grabador y ceramista, es una personalidad interesant铆sima, y no s贸lo dentro de la pl谩stica paraguaya. Su obra espera a煤n la monograf铆a exhaustiva que ponga de relieve sus perfiles, precursores en m谩s de un aspecto del arte continental; pero no me ocupar茅 aqu铆 de ella.

ANDR脡S GUEVARA , nacido en 1904, fallecido hace unos meses, se inici贸 como ya antes Campos Cervera, con la caricatura; pero al contrario de 茅ste, su visi贸n expresionista condicionar谩 su obra posterior. Abandon贸 el pa铆s en 1921, y s贸lo volvi贸 a 茅l un par de veces y por brev铆simo plazo. Su vida transcurri贸 en la Argentina y Brasil principalmente. Sin embargo, como sucedi贸 tambi茅n con otros artistas o escritores salidos del pa铆s, llevaba la patria como presencia tel煤rica y humana definitivamente tatuada en el alma, como el pintor renacentista su propio rostro en la piel del desollado; y estas vivencias entra帽ables no cesaron jam谩s de urgir su exteriorizaci贸n desde la profundidad nost谩lgica. En pocos a帽os se convirti贸 en un dibujante cotizado, cuya obra difundieron los diarios bonaerenses primero y los del Brasil luego y m谩s tarde los del Per煤 y Chile. Periodista e ilustrador, fue adem谩s considerado el mejor diagramador continental.

La prodigiosa actividad que en esos aspectos despleg贸 durante cuarenta a帽os en la prensa del Plata y del Brasil, no dio resquicio a la eclosi贸n del pintor que en 茅l exist铆a y que fue por cierto su m谩s pura vocaci贸n. Aquellas vivencias terrales a que me refer铆a le punzaban continuamente las entretelas del alma, pidiendo plasmar, en obra; nunca hall贸 tiempo para ello. Sal铆a del paso y de la 铆ntima desaz贸n taquigrafiando en bocetos, rasgu帽os a pluma, apuntes, proyectos, aquella urgencia inacallable, en espera siempre del momento en que, despejado por fin el panorama acuciante de sus compromisos, podr铆a volcarse en su aut茅ntico molde. Un gran n煤mero de esos bocetos y apuntes atestiguan ese prop贸sito largamente demorado sobre el filo de un tiempo irrecuperable. Su serie proyectada, "MUJERES DE MI TIERRA", queda como monumento trunco de esa ansiedad, a la cual quer铆a dedicarlo todo y por eso mismo nunca pudo dedicarle nada. El retrato del MARISCAL L脫PEZ ejecutado en 1956 es una muestra de su amplitud y vigor conceptivos, su don de s铆ntesis expresiva, su intuici贸n psicol贸gica.

En las obras de Guevara se distinguen dos planos o niveles bien definidos y al parecer contradictorios, articulados sin embargo, sobre un fondo com煤n de sensibilidad y humanismo. El primero lo constituye su obra humor铆stica, realizada principalmente en el Brasil, sobre escenas de la tierra. Algunos cr铆ticos han aludido a semejanzas entre la obra del mexicano Covarrubias y la de Guevara. Pero Portegalo disiente de ese com煤n denominador. "Mientras Covarrubias -dice Portegalo- intenta un orden caricaturesco que llega al sentimental por v铆as del dibujo desdibujado, Guevara, mediante el pintorequismo del asunto y de la l铆nea en ritmo ascendente que lo configura, crea una atm贸sfera l铆rica a trav茅s de sus colores tan sabiamente distribuidos sobre planes de vibraci贸n humana". El alma de los seres y del medio le llegaba -y hac铆a la 茅l llegar- a lo profundo desde los m谩s inesperados 谩ngulos de contraste entre el ser y el parecer; en 茅ste era inagotable, y ello justifica la frase de Alejandro Sirio: "Guevara es de esos artistas que por mucho que hagan son siempre promesa de algo m谩s", y la admiraci贸n que inspir贸 al maestro humorista que es Walt Disney.

El segundo nivel lo constituyen sus obras de un pat茅tico expresionismo, construido, contraria, pero paralelamente al primero, sobre aquello que en el individuo sella lo inmerecido del drama eterno: el contraste entre sue帽o y destino. Es desconcertante esta doble personalidad de Guevara, y al propio tiempo contribuye a comprender el desnivel ontol贸gico disimulado tras el m谩s inocente alarde caricatural. La l铆nea quebrada del hueso tras la curva de la carne; la mueca insoluble que el mexicano Posada denunci贸 literalmente con sus calaveras, Guevara la expres贸 con un medio camino entre las dos, como en su lucha por prevalecer, haci茅ndola con ello menos pintoresca, m谩s acusadora. En sus motivos paraguayos, nunca hallaremos la meta humor铆stica trat谩ndose de su tierra, Guevara no se sent铆a humorista, aunque pudo en m谩s de una ocasi贸n sentirse delicadamente l铆rico. Amigos suyos conservan cartas -escritas como sol铆a sobre algunos de sus encantadores bocetos- por los cuales consta c贸mo le dol铆a esa patria de la cual a distancia se le desvanec铆an los contornos agrios como los acariciadores, para dejarle s贸lo su perfil sacrificado.

As铆 el expresionismo humor铆stico que en los temas brasile帽os con rara excepci贸n deriva hacia un l铆rico, sabio populismo, en los temas paraguayos reviste autom谩ticamente un m贸dulo agon铆stico, donde el sufrimiento inmemorial traza sus ideogramas, acentuando toda una trayectoria hist贸rica y social.

OLGA BLINDER (1921) nace el mismo a帽o en que Guevara se aleja del pa铆s buscando campo de experiencias en el Plata. Si con Guevara asentamos el ejemplo del artista que se ve compelido a realizarse lejos de la patria, a trav茅s del tamiz clarificador del exilio, en Olga Blinder encontramos el paradigma del artista hondamente clavado en el medio, colocado en la encrucijada de una crisis y que soporta de una parte la presi贸n de los factores retardatarios y de la otra el empuje del esp铆ritu en angustia oteando avanzadas improrrogables. Olga Blinder pertenece al n煤cleo se帽ero llamado GRUPO ARTE NUEVO, gestor de la Primera Semana de Arte Moderno paraguayo (1954); grupo que, sistem谩ticamente, reuni贸 a artistas entre los veinte y cuarenta y cinco a帽os. Olga Blinder hab铆a ya realizado su primera exposici贸n individual en 1952; en rigor el primer manifiesto del arte moderno paraguayo puede hallarse en la presentaci贸n de la muestra, en su cat谩logo. Los artistas agrupados sostuvieron como principio b谩sico de acci贸n la necesidad del intercambio con el exterior. La tarea desde luego no era f谩cil. El Paraguay viv铆a, en arte, pr谩cticamente enclaustrado. Los instrumentos esenciales para esa comunicaci贸n eran, como es l贸gico, las obras, y 茅stas hab铆a que crearlas; para esto, a su vez, el intercambio era preciso. Romper el c铆rculo vicioso fue empresa dur铆sima. Pero el empe帽o de esos artistas consigui贸 al cabo crear un ambiente y una situaci贸n contempor谩neos para esta pl谩stica. Si en la BIENAL DE SAN PABLO de 1953 la cr铆tica subrayaba " la lastimosa pobreza conceptiva y pl谩stica paraguaya", en 1961 el Congreso de cr铆ticos brasile帽os se帽alaba repetidamente la contemporaneidad alcanzada por esa misma pintura; contemporaneidad en la cual el papel decisivo corresponde al grupo nombrado, cuya labor de acercamiento a las corrientes universales ha suscitado -cuando no gestado directamente- iniciativas progresistas de honda repercusi贸n. A 茅l se debe el ambiente receptivo del arte moderno que ha hecho posible, no ya la aparici贸n, sino la aceptaci贸n de las 煤ltimas promociones.

Olga Blinder se inici贸 con paisajes y cuadros de flores: ejercicios para familiarizarse con formas menos caducas que las locales entonces imperantes. Pronto sin embargo, vir贸 hacia la figura, mostrando ahora acentuada tendencia hacia una pintura expresiva, que inspirada en los muralistas mexicanos y en Portinari, se inclinaba a un contenido pat茅tico-social. Por ese tiempo realiz贸 algunos murales; este hecho corroborar铆a su inicial inclinaci贸n. La lucha de esta pintora, sensible a la vez que intelectualmente rigorista, para llegar a una f贸rmula personal ha sido dura sin duda, y sigue si茅ndolo. Su proclividad r铆tmica pugna sin cesar con su tambi茅n radical ansiedad de un contenido vital. Su dise帽o es seguro, casi siempre expresivo; sus dificultades para la mencionada integraci贸n se complicaron hasta hace un tiempo con dificultades para la soluci贸n de los problemas crom谩ticos. Mientras sirviendo prop贸sitos conscientes trat贸 de hacer una pintura "pict贸rica", el color result贸 ineficaz. Dejando a un lado ese prop贸sito, ahora utiliza el color dentro de una clave propia, en una distribuci贸n plan铆stica, en la cual el trazo adquiere papel rector, y el color se convierte en una subestructura. Tambi茅n en cuadros mono-cromos obtiene efectos felices, vali茅ndose de texturas de gran efecto t谩ctil. La b煤squeda de esas texturas se ha convertido para la pintora en un objetivo apasionado, pero siempre sirviendo a una l铆nea conceptiva en donde lo humano contin煤a siendo el eje, que por tanto resulta fundamentalmente figurativa, aunque en ella la artista trata de incorporar las sugestiones b谩sicas del abstracto, integr谩ndola en planos significativos.

Para juzgar la posici贸n figurativa de Olga Blinder debemos tener en cuenta un hecho important铆simo: esta pintura moderna paraguaya lleva s贸lo diez a帽os de existencia, y llega a sus 煤ltimas manifestaciones -el informalismo iniciado por GUILLERMO KETTERER, 1961- sin haber decantado en conjunto -ni individualmente en la mayor parte de los casos- los tramos, figurativos o no, que la separaban del postimpresionismo. Este d茅ficit no puede menos de hacerse sentir en las manifestaciones j贸venes, de las cuales hasta ahora y con rara excepci贸n est谩 ausente la conciencia de oficio y de disciplina. La pintura de Olga Blinder -recientemente distinguida con una medalla en la segunda Bienal de C贸rdoba-, es el resultado de una labor honesta y perseverante, sin concesiones al arte "a la moda", pero que aprovecha en una paulatina y aut茅ntica elaboraci贸n sus logros.

CARLOS COLOMBINO (1937) representa la 煤ltima promoci贸n, o por lo menos es el 煤nico que dentro de ella alcanza hasta el momento nivel enjuiciable. Es un temperamento rico e inquieto, cuyo acceso a la pintura se realiza precisamente en los d铆as de la primera Semana de Arte Moderno Paraguayo. Sus primeras obras apreciables se orientaban hacia el constructivismo y el cubismo; enseguida deriv贸 al abstracto, en cuadros en los cuales color y textura, perfectamente conciliados con l铆nea y composici贸n, creaban la sugesti贸n fascinante de un mundo vegetal inexistente, pero posible: cuadros construidos casi siempre sobre un juego de tensiones, demostrando el rigor sistem谩tico de su vocaci贸n arquitect贸nica (exposici贸n de Dallas, Estados Unidos, 1959).

La trayectoria de este joven artista, como la de muchos otros surgidos en torno al movimiento renovador, ha sido un constante cabalgar sobre el filo del fracaso, ante el agotamiento de las vivencias est茅ticas, el cerco de la mediocridad cr铆tica, la solicitaci贸n del mal gusto colectivo. Una acerada voluntad, una intr铆nseca disciplina, una dura autocr铆tica, lo han encarrilado hacia niveles de m谩s seguro y aut茅ntico desarrollo.

A las series pict贸ricas mencionadas, donde la forma abierta se organizaba en planos din谩micos mediante un uso sabio del color, ha sucedido otra etapa en la cual el pintor opera de m谩s en m谩s sobre contrastes r铆tmicos, y el cuadro se constituye en un equilibrio entre la forma cerrada y la abierta; equilibrio estructurado en torno a una conjugaci贸n gravital de masas y espacios. Son formas de sugesti贸n tel煤rica, servidas por una imaginaci贸n obsesiva, organizadas en un expresionismo de acento m谩gico. Estas series recientes elogiadas por la cr铆tica europea y americana son una verdadera "茅pica de la l铆nea". Colombino utiliza madera en las cuales combina golpes de gubia y de pincel alternando sus aportes de textura, relieve y color, y haciendo de ellas gigantescas matrices xilogr谩ficas. A trav茅s de estos cuadros Colombino se nos aparece -material y formal- universalmente con-tempor谩neo y a la vez penetradamente de su tierra.

Estos tres pintores -representantes de tres generaciones- tienen, como se ha visto, un denominador com煤n: su expresionismo. Este rasgo in-diviso y unificador podr铆a por cierto extenderse a otros pintores y a trav茅s de 茅l emerger铆a buscando la forma que no encuentra a煤n en el plasma verbal, la angustia en desmesura, soterrada, prolongada, de su pueblo. Angustia que resquebraja la expresi贸n en la l铆nea, en la composici贸n, en la sequedad misma del color, y da un ment铆s al tropicalismo que parecer铆a deber ser la cifra y el signo del arte en un pa铆s de id铆licos paisajes, de r铆os tranquilos y largos veranos hipn贸ticos.

"La Gaceta" del Fondo de Cultura Econ贸mica

A帽o XXI - N掳 125 - Enero de 1965 - M茅xico.

"ART IN LATIN AMERICAN TODAY" PARAGUAY

MIGUEL ANGEL FERN脕NDEZ

ESCULTURA

Los pocos escultores que aparecen en las primeras d茅cadas de la presente centuria no muestran enlace con el pasado paraguayo. Como la mayor铆a de los artistas de su generaci贸n su entrenamiento era de tipo acad茅mico. El valor est茅tico de su trabajo era a煤n menor que el de los pintores; cuentan poco en la historia del arte paraguayo. Dadas las condiciones prevalecientes en esa 茅poca, de lo cual ya se hizo menci贸n, la pr谩ctica de la escultura era singularmente muy poco remunerativa para adoptarla. Hoy d铆a los artistas ocupados en eso afrontan similares problemas, y, generalmente, trabajan a comisi贸n o con la vista puesta en la participaci贸n en alg煤n concurso. A pesar de esto, la escultura actual en el Paraguay no es inferior en nivel est茅tico a otros g茅neros.

Nuevamente fue JULI脕N DE LA HERRER脥A el primero en abrir nuevos caminos para la renovaci贸n art铆stica. Sus esculturas, la mayor parte cer谩micas, pertenecen al 煤ltimo per铆odo de su vida, y reflejan preocupaciones est茅ticas que lo llevaron a buscar nuevas formas de expresi贸n en las cuales adaptar su herencia nativa a los modernos conceptos del arte.

Despu茅s de su muerte, ning煤n paraguayo busc贸 novedades en la expresi贸n escult贸rica hasta 1950. Coincidiendo con el movimiento renovador que caracteriza ese per铆odo, el ceramista JOS脡 L. PARODI (nacido en 1915) produce algunas peque帽as esculturas, que aunque de naturaleza figurativa, exhib铆a formas simplificadas y un esfuerzo para llegar a una r铆tmica uni贸n de los vol煤menes curvos. M谩s tarde colabor贸 con JOSEFINA PL脕 (nacida en 1909) en composiciones abstractas caracterizadas por su gran belleza de forma y fuertes trazos regionales. La forma escultural est谩 muy aumentada por los efectos del material cer谩mico en estas piezas, que ganaron un premio en la CUARTA BIENAL de San Pablo. Recientemente Parodi retorn贸 a la madera, produciendo una serie de trabajos de gran poder expresivo.

HERMANN GUGGIARI (1926) se uni贸 al moderno movimiento a su regreso de Buenos Aires, donde estudi贸 varios a帽os. Sus trabajos fueron de naturaleza figurativa hasta 1956, pero despu茅s se empe帽贸 en la b煤squeda de un estilo m谩s avanzado. Su composici贸n en hierro titulada "LIBERTAD" (1956) que es uno de sus m谩s finos logros, todav铆a exhibe reminiscencias de su per铆odo figurativo, pero sus elementos ya constituyen partes funcionales de una construcci贸n que posee valor abstracto. En trabajos posteriores, como "ESCULTURA MUSICAL" y "NACIMIENTO", su seguridad de concepto y su poder expresivo est谩n firmemente asegurados. El premio ganado por su "KENNEDY" en el SAL脫N ESSO PARA ARTISTAS J脫VENES gan贸 para 茅l un lugar entre las figuras prominentes en el escenario latinoamericano del arte actual.

CER脕MICA

La cer谩mica, como una forma independiente de arte, ha llegado a un estado de desarrollo y a un grado de distinci贸n que la ponen en el mismo nivel de otros g茅neros, en algunos aspectos a un nivel m谩s alto a煤n.

El arte cer谩mico de los abor铆genes, t茅cnica y est茅ticamente de muy pobre calidad, no sobrevivi贸 a la invasi贸n espa帽ola. Algunos elementos de la t茅cnica india puede notarse en la alfarer铆a folkl贸rica de hoy d铆a, pero las formas abor铆genes y los motivos decorativos han desaparecido casi totalmente.

JULI脕N DE LA HERRER脥A, el primer ceramista paraguayo, aprendi贸 su arte en Manises, uno de los tradicionales centros cer谩micos de Espa帽a. Sin embargo, aunque se beneficiaban de su herencia europea, tanto 茅l como sus sucesores han tratado de desarrollar formas y procedimientos tratando de mantener la tradici贸n americana.

JOSEFINA PL脕, esposa y alumna de JULI脕N DE LA HERRER脥A continu贸 los trabajos de su maestro en el campo de la cer谩mica. Se trata de una personalidad de m煤ltiples facetas que ha tenido una profunda influencia en el desarrollo de la cultura paraguaya durante los 煤ltimos 25 a帽os. Su labor pl谩stica es de considerable importancia. Como resultado de la formaci贸n que recibi贸, el alma americana (ethos) ha sido parte central de su inter茅s art铆stico. Sin embargo, desde el principio su trabajo ha sido marcado por una nota original, que lo distingue de los de Juli谩n de la Herrer铆a. A煤n en sus m谩s tempranas composiciones, los indios, en el tema, y un primitivismo de conceptos, muestran notables cualidades pl谩sticas. Fue una de las primeras en poner conceptos no figurativos en pr谩ctica en el Paraguay, sin perder, sin embargo, sus caracter铆sticas americanas.

Josefina Pl谩 tuvo una influencia decisiva en los comienzos en la carrera art铆stica de JOS脡 LATERZA PARODI. Aunque no contando con bases s贸lidas de entrenamiento, tuvo 茅xito y se convirti贸 en una de las primeras figuras del arte paraguayo contempor谩neo. Sus composiciones tienen cualidades din谩micas y l铆ricas que las sit煤an fuera de los ceramistas precedentes. En su trabajo una sensaci贸n de serenidad y de equilibrio prevalece en la estructura formal.

Parodi y Josefina Pl谩 colaboraron en varias composiciones abstractas de gran distinci贸n, en las cuales la energ铆a barroca del primero y las formas disciplinadas de la 煤ltima son tra铆das y sintetizadas conjuntamente.

En raz贸n de su modernismo y pureza, la cer谩mica paraguaya constituye uno de los m谩s interesantes fen贸menos art铆sticos del hemisferio occidental.

Publicaci贸n de la OEA,

Washington 1969 (traducci贸n libre).

EL OJO DE LA CR脥TICA

OSCAR TRINIDAD

Diez a帽os atr谩s se manifest贸 en el pa铆s, fundamentalmente en nuestra capital, una suerte de renacer cultural que afect贸 distintos 贸rdenes, particularmente el de las artes pl谩sticas. Y as铆 se suced铆an exposiciones, se abrieron galer铆as, se intensificaron muestras de teatro a nivel internacional, los cine-clubes funcionaban en base a films realmente esenciales sin preocuparse demasiado del material de embajadas y, en fin, se viv铆an momentos de verdadera ebullici贸n cultural. Esto ha cambiado. Salvo las de dos instituciones que representan a diferentes pa铆ses, no existe una sola galer铆a de arte en Asunci贸n. As铆 tambi茅n las exposiciones de nuestros artistas escasean al punto que el p煤blico que se ha llegado a formar mediante el trabajo que se帽al谩ramos anteriormente desconoce totalmente lo que est谩n haciendo los pl谩sticos que, extra帽amente, s贸lo se preocupan en preparar exhibiciones para el exterior. Llegamos, entonces, a la extra帽a paradoja de que el pintor o escultor paraguayo funciona para afuera, es decir para p煤blicos no paraguayos. Si los representativos culturales act煤an en tal forma no es mucho lo que podamos esperar de los dem谩s...

Lo cierto es que se nota, a la primera intenci贸n de avizorar lo que sucede, una suerte de desquicio cultural en varios aspectos, pero particularmente en el pl谩stico. En efecto, en breve tendr谩 lugar la muestra de la BIENAL DE SAN PABLO a la que nuestra representaci贸n regularmente ha enviado expositores de distintos niveles. Pero las autoridades educacionales, que son quienes organizan la muestra de cada pa铆s, no atinan a establecer un criterio para la selecci贸n y nadie 聽sabe si hoy se eligen obras o artistas para la bienal mencionada. Pero supongamos que, como debe ser, se est谩n eligiendo las obras que en el susodicho evento representar谩n a nuestro pa铆s. Bien, 驴qui茅n las elige?. 驴Es que todos los artistas se someten al jurado o hay quienes pasan por encima de 茅l?. 驴Conocer谩 el p煤blico paraguayo la selecci贸n realizada, o ella es tan secreta que este a帽o no se exhibir谩n las obras?. Nadie puede hablar de premura de tiempo pues todo el mundo sabe que la Bienal, como su nombre lo indica, se organiza cada dos a帽os y es posible prever ese tiempo con suficiente antelaci贸n. Entonces, a esta altura del tiempo dichos trabajos ya debieron estar en exhibici贸n. 驴O es que se teme afrontar la responsabilidad de lo elegido?. 驴Por qu茅?.

Sabemos que ocasionalmente bast贸 la inscripci贸n de artistas para asumir la representaci贸n de nuestra pl谩stica, m茅todo sui-generis que s贸lo la desubicaci贸n de ciertos funcionarios pudo admitir. 脷ltima mente esto pareciera haberse resuelto con la reinstauraci贸n del jurado y es de esperar que, como obviamente debe ser, el mismo est茅 integrado exclusivamente por cr铆ticos y que sus elecciones, por ende, sean fundadas. De no ser as铆, resultar铆a evidente que como dec铆amos al comienzo, las cosas se hayan retrogradado. De ello saldr铆a un solo perdidoso: el arte pl谩stico paraguayo. Y ya que nuestros artistas paraguayos se empe帽an en exhibir sus obras fuera del pa铆s, por lo menos que cuando integren una representaci贸n lo hagan con lo mejor de s铆 y de su arte, sin extra帽as componendas que a nada conducen.

Pl谩stica Paraguaya y la Bienal de San Pablo. ABC

Asunci贸n, 19 de Junio de 1973.

LA PL脕STICA PARAGUAYA

TICIO ESCOBAR

A primera vista casi parecer铆a inoportuno referirse a la pintura en el Paraguay como un medio expresivo de cierta significaci贸n; es bien sabido que en nuestro pa铆s la utilizaci贸n del grabado (especialmente el xilograbado y la estampaci贸n o impresi贸n) y el dibujo constituyen una caracter铆stica muy especial y propia de su quehacer pl谩stico. Adem谩s durante un momento, que podr铆amos considerar como experimental, del proceso de renovaci贸n de las artes visuales (especialmente durante la d茅cada del 60) la t茅cnica pict贸rica fue cuestionada en cuanto considerada comprometida con los sistemas acad茅micos de las "bellas artes". Por otra parte, esa misma preocupaci贸n por la investigaci贸n de las formas expresivas llev贸 al predominio de la utilizaci贸n de t茅cnicas mixtas sobre la pintura, considerada como categor铆a tradicional, (en cuanto opuesta al grabado, la escultura y el dibujo).

Sin embargo, la consolidaci贸n del proceso actual de la pl谩stica paraguaya ha permitido que la pintura, asimilada a dicho proceso, constituya una de las formas v谩lidas de significar visualmente nuestro momento actual. Por lo tanto, consideraremos a esta t茅cnica dentro del campo general de las artes visuales. Este an谩lisis no pretende constituir otra cosa que una aproximaci贸n esquem谩tica al desarrollo de la pl谩stica paraguaya enfocando a la misma s贸lo en un sentido hist贸rico y procesual, sin que nos refiramos a las respuestas que cada artista, como individuo, d茅 a las circunstancias que ac谩 generalizamos.

El movimiento de renovaci贸n de los lenguajes visuales se inicia en el Paraguay reci茅n en la d茅cada del 50. La pintura en sus mejores representantes no hab铆a, hasta entonces, logrado actualizar sus formas. Los primeros intentos de renovaci贸n surgen con un grupo de pintores paraguayos y el aporte decisivo de algunos extranjeros que trabajan en la ruptura de los sistemas expresivos tradicionales; propugnan fundamentalmente nuevas formas de ver y expresar lo real, y aunque asimilan tard铆amente los "ismos" europeos de comienzos de siglo, lo hacen en funci贸n de circunstancias propias y necesidades concretas. De esas tendencias, es el expresionismo el que mejor responde a su problem谩tica para significar la experiencia hist贸rica de un pueblo desgarrado por dolorosas guerras, revoluciones y dictaduras opresivas. Esta carga dram谩tica constituye una constante en toda la pl谩stica paraguaya que se expresa, seg煤n se ver谩, incluso a trav茅s de las b煤squedas m谩s reflexivas.

Si la d茅cada del 50 fue de apertura a la posibilidad de semantizar est茅ticamente experiencias hist贸ricas concretas y de iniciar la b煤squeda de lenguajes apropiados partiendo de elementos tard铆os de la es t茅tica europea, la d茅cada del 60, preocupada por ponerse a toro con el progreso del desarrollismo y el nuevo empleo de materiales t茅cnicos, promovi贸 las actitudes vanguard铆sticas preocupadas por el experimentalismo y la innovaci贸n. Se investigan nuevos materiales, se adoptan pautas de las metr贸polis culturales. Es el momento de tantear nuevos caminos y estar al d铆a, y corresponde, por un lado, a una necesidad de incorporar nuevas generaciones y t茅cnicas, y por otro, a una falta de ajustamiento de una identidad cultural que avalase el desarrollo de formas propias, que produc铆a el temor de quedar atr谩s. Estos intentos no llegaron a cuajar en un movimiento que tuviese fundamentos, objetivos claros, propuestas concretas, un movimiento capaz de utilizar organizadamente los lenguajes cosmopolitas para traducir realidades propias. Este momento tuvo de positivo la incorporaci贸n a la pl谩stica de elementos m谩s j贸venes y una actitud m谩s abierta hacia la renovaci贸n de las t茅cnicas y las posibilidades experimentales.

La d茅cada del 70 se encuentra ante la necesidad de profundizar y madurar el proceso, de decantar sus formas. Y responder a esta necesidad supone la posibilidad de asumir las distintas oposiciones de ese proceso. Este momento se encuentra, as铆, frente a los siguientes problemas que le plantean los momentos anteriores:

1. C贸mo organizar lenguajes visuales que siendo propios no est茅n cerrados a los aportes universales.

2. C贸mo organizar sistemas formales adecuados para expresar est茅ticamente una realidad hist贸rica concreta.

El primer punto se vuelve problem谩tico cuando es planteado en t茅rminos de oposiciones est谩ticas (localismo-cosmopolitismo, folklorismo-dependencia cultural) que llevan a la falsa alternativa de caer en el anecdotismo tipicalista o en una refleja modernizaci贸n extranjerizante. Pero encaradas estas contradicciones desde un punto de vista dial茅ctico y procesual, se abre la posibilidad de superarlas promoviendo un proceso que partiendo de situaciones hist贸ricas concretas sea capaz de expresarlas est茅ticamente en lenguajes abiertos al aporte y las experiencias internacionales.

La profundizaci贸n de este proceso constituye, dec铆amos, uno de los objetivos de este momento que debe sintetizar la tendencia localista de la d茅cada del 50 con la cosmopolitista de la del 60. Y en este sentido creemos que la pl谩stica paraguaya se encuentra en un momento maduro y serio de su proceso, con conciencia clara de sus limitaciones y posibilidades concretas y sin el apuro repentista de actualizarse o estar a la moda m谩s all谩 de las mismas.

El segundo problema tambi茅n se plantea a partir de momentos diferentes en el proceso que comentamos.

El inicio del arte actual paraguayo se plantea en primer lugar como un intento de expresar determinadas situaciones, vivencias, experiencias y sentimientos totalmente ignorados por un academicismo decadente o, en el mejor de los casos, por una pintura convencional que apenas hab铆a llegado hasta un curioso impresionismo aut贸ctono y que se mostraba incapaz para responder a la problem谩tica del momento.

Evidentemente los nuevos contenidos necesitaban nuevas formas a trav茅s de las cuales ser expresados, pero no hab铆a a煤n una actitud sistem谩tica de investigar esa formas; actitud que se vuelve predominan te m谩s tarde con la preocupaci贸n por experimentar y organizar los significantes. Esa preocupaci贸n se manifiesta por un lado en el inter茅s por la experimentaci贸n y la investigaci贸n de nuevas formas y nuevas t茅cnicas expresivas (bajo el signo de un cosmopolitismo reflejo, seg煤n coment谩bamos), y por el otro, en una b煤squeda del ordenamiento y de la estructura de la obra que, en sus 煤ltimas consecuencias, lleg贸 hasta la abstracci贸n geom茅trica y el an谩lisis de la composici贸n y la sintaxis de la obra. Por eso en esta etapa la figuraci贸n sufre un retroceso; la figura se vuelve secundaria en un lenguaje que privilegia la materia expresiva (el informalismo abstracto), las nuevas t茅cnicas y experiencias o la geometrizaci贸n y las preocupaciones constructivas.

La etapa actual debe ajustar los lenguajes visuales asentando las formas aptas para comunicar significados vigentes. La necesidad de trabajar sistem谩ticamente los significantes, de investigar las posibilidades sint谩cticas y expresivas corresponde, as铆, a un problema de este momento, pero en la medida en que esos trabajos y esas investigaciones est茅n encaminadas a mejor transmitir los contenidos hist贸ricos de una situaci贸n.

La conciencia de la necesidad de sintetizar los momentos correspondientes a las etapas anteriores confiere a la actual ese car谩cter anal铆tico y cr铆tico del que habl谩bamos, que es, en cierto sentido, una de las caracter铆sticas de todo el arte actual.

Por eso, para este momento se vuelve importante hacer un alto y revisar y evaluar todo el proceso, de lo que surge como una consecuencia el an谩lisis de las posibilidades de comunicar adecuadamente y la reflexi贸n sobre los propios lenguajes est茅ticos en cuanto los mismos puedan sintetizar la experiencia de las d茅cadas anteriores; de ah铆 la importancia concedida a la calidad autoreferencial de los signos est茅ticos y a la utilizaci贸n de metalenguajes. Este car谩cter reflexivo no implica un excesivo racionalismo ni un giro en la problem谩tica de base, sino una necesidad ret贸rica de revisar los sistemas formales con que responder mejor a la misma problem谩tica.

As铆, hasta las b煤squedas m谩s intelectuales pueden recaer sobre los contenidos fuertes y vitales que configuran, en t茅rminos generales, el campo sem谩ntico de nuestra pl谩stica. Podemos enumerar algunas constantes al respecto:

-聽聽聽聽聽聽聽 Contenidos ligados a vivencias concretas y a modos particulares de enfrentar la realidad: el erotismo, las situaciones m铆ticas y m谩gicas, el humor, la iron铆a, una concepci贸n recurrente del tiempo, las relaciones hombre-naturaleza.

-聽聽聽聽聽聽聽 El sentido dram谩tico de la existencia. Este sentido se halla muy ligado a condiciones hist贸ricas de nuestro pa铆s y se expresa a trav茅s de determinados temas: la destrucci贸n, el desgarramiento, la ruptura, una concepci贸n palingen茅sica del cambio, la opresi贸n (que traduce el encerramiento geogr谩fico y las situaciones pol铆tico-sociales), el tema de la censura, las ataduras, la dial茅ctica ocultamiento-manifestaci贸n.

En cuanto a la actitud reflexiva, 茅sta se da sobre todo a trav茅s de los siguientes aspectos:

-聽聽聽聽聽聽聽 El planteamiento de la obra como un problema a ser resuelto en significados propios; la obra se centra, as铆, en la soluci贸n de una propuesta determinada. Esta soluci贸n exige que la intenci贸n del artista aparezca clara y de que todos los elementos se ordenen en funci贸n de esa intenci贸n. La obra debe, entonces, clarificar sus estructuras y buscar la unidad que ser谩 alcanzada a partir de una buena soluci贸n de la propuesta central.

-聽聽聽聽聽聽聽 La elaboraci贸n met贸dica de un plan de la obra, de un ordenamiento de la misma.

-聽聽聽聽聽聽聽 Necesidad de consecuencia de la soluci贸n con respecto al problema planteado, a la propuesta. Esto lleva a valorizar la coherencia y la l贸gica propia del orden visual.

-聽聽聽聽聽聽聽 Por 煤ltimo, el hecho art铆stico es considerado como lenguaje y discurso. Y surge una imagen directa y denotativa que se presta a ser analizada como signo.

Podemos concluir afirmando que actualmente la pl谩stica paraguaya se encuentra ante la necesidad de consolidar un proceso, que se hab铆a originado sin el tiempo y los medios como para ajustar sus lenguajes y sus t茅cnicas expresivas, y hab铆a crecido, muchas veces, a trav茅s de b煤squedas apresuradas que no dejaban la oportunidad de agotar caminos ni desarrollar sistem谩ticamente sus posibilidades. Profundizar esas b煤squedas reuni茅ndolas en sistemas est茅ticos hist贸ricamente v谩lidos constituye la gran tarea de este momento. La pl谩stica ha logrado, en los 煤ltimos a帽os, recuperar un lugar significativo dentro de este esfuerzo.

"Panorama Benson & Hedges de la nueva pintura latinoamericana"

Buenos Aires, 1980.

UNA DECADA SIN HISTORIA

JUAN MANUEL PRIETO

Muchas de las obras realizadas durante la d茅cada del sesenta se han perdido y muchos de sus autores han abandonado el arte o se han trasladado para otros pa铆ses. Sin que haya transcurrido mucho tiempo, los a帽os sesenta nos parecen una 茅poca ya muy lejana y olvidada. Sin embargo, aquellos fueron tiempos de intensa actividad y notable fuerza creativa, decisivos para la actualizaci贸n de las artes pl谩sticas en el Paraguay.

El arte de los a帽os sesenta dif铆cilmente pod铆a conducir al 茅xito comercial; las galer铆as eran de vida ef铆mera y su existencia depend铆a exclusivamente del idealismo de sus due帽os, no obstante, Boh猫me tuvo el privilegio de organizar una de las exposiciones m谩s significativas del arte paraguayo contempor谩neo: fue en 1962, en el Hotel Guaran铆. En ella participaban no s贸lo artistas ya consagrados como los del MOVIMIENTO ARTE NUEVO, sino tambi茅n valores j贸venes, algunos de los cuales alcanzar铆an la plena maduraci贸n de su arte una d茅cada despu茅s. Junto a las obras de OLGA BLINDER, LEONOR CECOTTO, JAIME BESTARD y EDITH JIM脡NEZ, ya se expon铆an las obras de MICHAEL BURT, ESPERANZA GILL y CARLOS COLOMBINO y de otros artistas como VICTOR OCAMPO, MILA CORBELLANI o NATALIE D'ARBELOFF que despu茅s tomaron otros caminos o se alejaron del pa铆s.

UNA ACTIVIDAD ININTERRUMPIDA

La actividad pl谩stica pas贸 entonces a desarrollarse ininterrumpidamente, y es posible que la falta de galer铆as privadas (salvo espor谩dicas excepciones como Tay铆, Atl谩ntica y John F. Kennedy) haya hecho que muchas de las exposiciones de la d茅cada fuesen realizadas en locales abiertos al p煤blico como plazas, locales comerciales e instituciones culturales y, mientras la improvisaci贸n de los locales somet铆a a los artistas a una serie de dificultades t茅cnicas, permit铆a a un gran flujo de espectadores estar al tanto de lo que se gestionaba en la pl谩stica nacional. De este modo, los sorprendentes cueros inventados por Lotte para la Bienal de San Pablo de 1963 y las excepcionales esculturas de Hermann Guggiari fueron vistos por una gran cantidad de p煤blico, que estaba interpretando la creaci贸n de nuestros artistas y la participaci贸n en bienales y concursos internacionales m谩s como "asunto nacional" que como "actividad privada".

EXPERIMENTACI脫N Y POL脡MICA

Hubo mucho intercambio entre los artistas pl谩sticos y los literatos, como lo demuestran algunos vol煤menes editados en 1963 como "ENTONCES ERA SIEMPRE" de JOS脡 LUIS APPLEYARD, "PASO DE HOMBRE" de FRANCISCO P脡REZ MARICEVICH, "SALMOS A DESHORA" de RAMIRO DOM脥NGUEZ y el trabajo colectivo 鈥淥CHO POETAS PARAGUAYOS鈥, todos ellos ilustrados por nuestros buenos artistas del grabado.

La casa de LOTTE estaba abierta para los pintores, poetas, estudiantes y j贸venes interesados en el arte; all铆 -como tambi茅n en la casa de MICHAEL BURT y en la de CIRA MOSCARDA- se pod铆a preguntar, discutir y observar sin reservas el nacimiento de un grabado o de una pintura sobre tela. LAURA M脕RQUEZ, por su parte, tra铆a novedades de Buenos Aires, pronunciaba conferencias e insist铆a, con su obra, en el "aggiornamento" del arte paraguayo.

En esa atm贸sfera de inter茅s y entusiasmo cuatro j贸venes de todav铆a escasa experiencia se lanzaron a un desaf铆o de positivas consecuencias: WILLIAM RIQUELME, ANGEL YEGROS, JOS脡 ANTONIO PRATT MAYANS y ENRIQUE CAREAGA expon铆an, colectivamente y sin mayor pompa o propaganda en los salones de Martel de la calle Palma; eran los NOV脥SIMOS (1964) y, si bien las obras que presentaban en esa primera muestra todav铆a estaba lejos de equipararse a lo que se estaba haciendo en otras capitales del continente, el golpe fue realmente efectivo. Riquelme daba as铆 v铆a libre a una dedicaci贸n que dar铆a despu茅s excelentes resultados, JOS脡 ANTONIO PRATT MAYANS ven铆a de una s煤bita y muy controvertida consagraci贸n literaria obtenida con su cuento de PAVEL (La Tribuna, 1963).

Los nov铆simos se ganaron inmediatamente la aclamaci贸n y el apoyo de artistas como EDITH JIM脡NEZ, LAURA M脕RQUEZ, BURT, LOTTE y LEONOR CECOTTO que ve铆an en su "irrupci贸n" un importante fortalecimiento de la pl谩stica nacional. El 茅xito y las inquietudes de los nov铆simos fue consolidado por circunstancias paralelas como la participaci贸n de sus mismos integrantes en el club "LE GRENIER" y en la formaci贸n del "TEATRO POPULAR DE VANGUARDIA" (TPV).

LA NECESIDAD DE UN MUSEO

Si bien nuestros artistas contaban con el desaf铆o de dos importantes bienales (San Pablo y C贸rdoba) y con el apoyo de instituciones como la Misi贸n Cultural Brasile帽a, el Ilari y el Centro Cultural Paraguayo-Americano, se sent铆a la necesidad de un museo y as铆, en una noche de 1965, el Museo de Arte Moderno fue creado por un grupo de artistas y adherentes. La breve vida del Museo fue muy valiosa, estimul贸 el contacto con artistas y extranjeros y difundi贸 a煤n m谩s la pl谩stica en el 谩mbito asunceno, a veces con interesantes sorpresas como la incursi贸n en la pl谩stica de la conocida escritora IDA TALAVERA DE FRACCHIA.

Aquellos a帽os fueron felices y llenos de logros: tambi茅n en 1965 se produjo la consagraci贸n internacional de HERMANN GUGGIARI quien, venciendo a todos los rivales en el concurso organizado por la OEA daba con su escultura "KENNEDY" pautas definitivas sobre los elementos morfol贸gicos y materiales de su obra. En el 谩mbito nacional, el concurso del Centro Cultural Paraguayo-Americano eliminaba toda r茅mora de prejuicio al premiar obras tan avanzadas como las de ALBERTO MILTOS, MICHAEL BURT y BERNARDO TORO... aunque aquella vez no hubo conformidad ante el fallo del jurado: hubo una violenta protesta de parte de algunos intelectuales que exigieron el primer premio para GUILLERMO KETTERER, en mal momento: la rica labor de Ketterer, a esas alturas, ya se merec铆a algo m谩s que un simple apoyo de circunstancias, sino el reconocimiento justo por su bien logrados experimentos.

A los nuevos nombres se sumaron m谩s tarde FERNANDO GRILL脫N y RICARDO YUSTMAN con obras de sorprendente calidad investigando las posibilidades del color y de diversas texturas; cada uno de ellos evolucion贸 despu茅s hacia el arte figurativo, con resultados de alta perfecci贸n y mucha fantas铆a hacia finales de la d茅cada. Exposiciones, Happenings, Audiovisuales

Tambi茅n WILLIAM RIQUELME abandonaba lo abstracto para internarse en una figuraci贸n llena de humor y malicia, con personajes extra铆dos de la mitolog铆a urbana (JACINTA) lo que le permiti贸 obtener el PREMIO TAYI 1966 y una formidable exposici贸n individual en esa galer铆a. En ese concurso, fueron premiados tambi茅n VARELA y MIGLIORISI: el primero por sus obras abstractas de extraordinaria fuerza y textura, el segundo por sus ya bizarros dibujos influenciados por el popart. Extra帽os caminos: Varela no pudo superar las trampas de una muestra individual organizada con demasiada prisa, en tanto que Migliorisi aprovech贸 el punto de partida para una carrera hoy plenamente realizada.

En esos a帽os en que EDITH JIM脡NEZ, JOS脡 LATERZA PARODI, OLGA BLINDER ofrec铆an obras de calidad no s贸lo en el aspecto conceptual sino tambi茅n en la realizaci贸n t茅cnica, y LEONOR CECOTTO daba rienda suelta a su inspiraci贸n de fuerte dramatismo, BERNARDO KRASNIANSKY apareci贸 en escena con sus coloridas e ir贸nicas obras y Lotte inclu铆a en su repertorio de grabados los horrores de la guerra, como tema. A las formidables monocopias de LAURA M脕RQUEZ y a los calculad铆simos cuadros Op de RICARDO CAREAGA se confrontaban obras francamente experimentales como "LA VENUS DE MILTOS" y "JUANITA BANANA" de ALBERTO MILTOS, mientras que ya era frecuente enriquecer las actividades con "happenings" y audiovisuales, y no es posible olvidar una de las m谩s ins贸litas exposiciones: la de los enormes "ANGELES" de ALFREDO SEPPE, iluminados con velas, en una sola noche de exposici贸n en el jard铆n de CIRA MOSCARDA.

Esa d茅cada caracterizada por un incre铆ble dinamismo concluy贸 en forma casi l贸gica con la primera muestra individual de Pind煤, en 1970. El artista, m谩s conocido hasta entonces como escultor, presen-taba en una muestra de notable calidad algunas de las caracter铆sticas que ser铆an frecuentes en el arte de la d茅cada siguiente: una cierta b煤squeda en el pasado, extraordinaria sutileza en los trazos y el dibujo como forma de realizaci贸n t茅cnica.

Ultima Hora - Asunci贸n, 1掳 de Marzo de 1980.

ESE GRATO RECUERDO DEL PRESENTE

JOS脡 LUIS APPLEYARD

Una grat铆sima reuni贸n se llev贸 a cabo el mi茅rcoles en el Sal贸n Agust铆n Barrios del Centro Cultural Paraguayo Americano. Y el superlativo no est谩 hinchado con bromato sino es la expresi贸n de la justa realidad. Grat铆sima, digo, porque en esa oportunidad se conmemoraban los veinticinco a帽os del movimiento "ARTE NUEVO", que revolucion贸 la trayectoria de las artes pl谩sticas de nuestro pa铆s hace un cuarto de siglo. Y en la reuni贸n estaban presentes las obras de todos cuantos de una manera u otra intervinieron en esa ruptura con el arte acad茅mico y esclerosado que privaba en nuestras artes pl谩sticas y dieron nueva vida a ese tipo de expresi贸n art铆stica. Y tambi茅n estaban los protagonistas, no todos -porque cinco lustros es un lapso en cuyo transcurso pueden producirse ausencias definitivas- pero s铆 una gran mayor铆a.

Y esa circunstancia de encontrarse nuevamente con las obras de entonces, que conservan su frescura del primer momento, y con quienes son sus responsables, en el mejor sentido de esta palabra, dio lugar a una experiencia muy singular, y para m铆, impar. Porque en el ambiente no se respiraba nostalgia, en absoluto. Era un presente vivo, din谩mico y a煤n pleno de posibilidades de futuro. Y ello es muy importante. El arte aquel, que irrumpiera como nuevo en su momento, no ha envejecido. Se mantiene pleno de vitalidad y la comparaci贸n de las obras expuestas con la producci贸n actual de los artistas que siguen en la brecha demuestra una evoluci贸n con el concepto inicial del tratamiento art铆stico, libre de ataduras, pero ce帽ido s铆, a una est茅tica conducente a nuevas creaciones.

El hecho es singular, y por encima de su singularidad, auspicioso porque demuestra que aquella revoluci贸n no fue un fogonazo pasajero que consumi贸 en su nacimiento la p贸lvora de su entusiasmo inicial, como tantas veces sucede, sino fue -y los veinticinco a帽os lo demuestran- una toma de conciencia con la responsabilidad de quien se enfrenta al arte con decisi贸n, solvencia y maestr铆a.

No cito nombres, porque ellos est谩n. Ellos son parte integrante y viva de ese todo que se llam贸 Arte Nuevo y contin煤a si茅ndolo en su sentido de b煤squeda y soluci贸n a los constantes problemas que se plantean en esta tarea. Y al par de contemplar la frescura de esas obras que hablan de por s铆, sin necesidad de andamiaje de ninguna laya, pude hablar con esos artistas, los cuales en su mayor铆a parecen haber bebido en la fuente de JUVENCIA en lo que a la creaci贸n se refiere.

No, no hubo nostalgia sino grato recuerdo de un presente.

La Tribuna. Asunci贸n, Marzo de 1980.

PREMIO BENSON & HEDGES

TICIO ESCOBAR

La ausencia de nuevos elementos j贸venes en el horizonte de la pr谩ctica creativa pareci贸 constituir un problema serio en la 煤ltima d茅cada. Definida la obra de un grupo de artistas de entre 30 y 35 a帽os, los trabajos que aparec铆an luego lo hac铆an bajo la forma de hechos aislados y espor谩dicos. Diversos factores condicionaban este hecho; los m谩s importantes estaban constituidos por la precariedad de medios e incentivos en el plano de la producci贸n est茅tica y, consiguientemente, la ausencia de programas oficiales de ense帽anza y de centros institucionales de formaci贸n.

Pero en los 煤ltimos a帽os ciertos talleres -escasos pero activos-desarrollados en nuestro medio, la facultad de arquitectura y la pr谩ctica del dise帽o publicitario as铆 como no pocos esfuerzos personales estimulados por la consolidaci贸n de la pl谩stica y su mayor difusi贸n, fructificaron en resultados nuevos y facilitaron la incorporaci贸n de nuevos valores al quehacer est茅tico.

Pero el est铆mulo a la creaci贸n es uno de los factores; el otro, no menos importante, est谩 constituido por la necesidad de apoyar las expresiones nuevas, incentivarlas y confrontarlas en un encuadre capaz de proporcionar un sentido de conjunto para que no funcionen como fen贸menos desconectados sino como momentos de un proceso.

El premio Benson se propone reunir esfuerzos dispersos, abrir un espacio en el que puedan encontrarse diversas manifestaciones j贸venes y relacionarlas entre s铆 fomentando una comprensi贸n de las mismas como respuestas a una com煤n problem谩tica.

El punto de vista internacional y, sobre todo, latinoamericano es hoy fundamental para evaluar esas expresiones y entenderlas como versiones propias pero no aisladas, intentos particulares relacionados siempre con los lenguajes universales, sus conquistas y su suerte. De ah铆 que la presencia, en este caso, de ARACY AMARAL y JORGE GLUSBERG, destacados te贸ricos y promotores del arte en Sudam茅rica, signifique la necesaria conexi贸n de nuestra joven experiencia pl谩stica con el quehacer latinoamericano.

En esta exposici贸n encontramos obras procedentes de autodidactas, de los talleres mencionados (de OLGA BLINDER, LIVIO ABRAMO y EDITH JIM脡NEZ, CIRA MOSCARDA, SUSANA ROMERO) y de la experiencia adquirida en otras 谩reas. Por otra parte, en la misma coexisten distintos medios t茅cnicos y diversas tendencias e, inevitablemente, niveles desparejos y resultados desiguales. De alguna manera, pues, la muestra refleja, si no la situaci贸n global de nuestra pl谩stica, por lo menos un aspecto de la misma relativo a la joven producci贸n, sus problemas y posibilidades y la vinculaci贸n que tiene 茅sta con el conjunto de la producci贸n pl谩stica. Este hecho trasluce muchas caracter铆sticas comunes presentes en diversos trabajos: el tema recurrente de los hilos o cuerdas que unen o aprisionan, la preeminencia de cierta orientaci贸n figurativa vinculada a la obra de muchos artistas actuales y algunas soluciones formales y contenidos que implican una indudable participaci贸n con las investigaciones formales y los interrogantes colectivos.

Dentro de este cuadro, las dificultades que aparecen en los trabajos expuestos deben ser interpretadas como expresiones de los l铆mites que condicionan nuestra pr谩ctica de lo simb贸lico. La conciencia de estos l铆mites y el incentivo a la creatividad joven constituyen momentos necesarios para enfrentarlos y asegurar la continuidad de nuestra cultura visual, facilitando el acceso de las nuevas generaciones y gestando las alternativas de ma帽ana.

Presentaci贸n de cat谩logos. MPAC.

Mayo de 1983.聽





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